"Corazón Destrozado" - Dramione

Capítulo I

Tenía planes para mi futuro después de la guerra. Ron y yo habíamos avanzado mucho en nuestra relación mientras huíamos, así que estaba segura de que cuando todo hubiera terminado, sería su novia. Volveríamos a Hogwarts a terminar nuestro último año junto a Harry, Ginny, Luna y Neville. Aprobaría mis exámenes con la nota perfecta y entraría a trabajar en el Ministerio en el Departamento de Criaturas Mágicas. Encontraría a mis padres en Australia, les devolvería la memoria y ellos estarían en mi matrimonio con Ron, tendría hijos y sería muy feliz enviándolos a Hogwarts, el sitio más seguro del mundo.

Es impresionante como puedes pasar años soñando y planeando tu futuro y en cuestión de minutos, todo se derrumba.

Solía ser muy positiva, alegre y confiada, las cosas saldrían como debían ser, y quizás giros tan drásticos solo eran otro camino para llegar al mismo destino.

Ya no soy lo que era. No puedo. No tengo nada de lo que hacía ese futuro posible, la mitad de la gente que yo veía en mi futuro, está muerta.

Después del gran ataque aparecí en mi casa, sola. Me encerré ahí durante días sin si quiera comer, no tenía a donde ir, como saber si era seguro moverme o que tanto las cosas se habían descontrolado fuera, ya ni si quiera tenía mi varita.

Cuando logré conectar la electricidad de nuevo, puse las noticias locales en la televisión, no es como si ellos supieran algo de la Guerra Mágica, pero las cosas no estaban bien. Pueblos enteros eran quemados, destrozados, inundados o solo desparecían como si nunca hubieran existido. Algunas personas hablaban de atentados terroristas, secuestros de OVNI, enfermedades que se transformaban en Epidemias e incluso no faltaban los que atribuían todo a ataques de zombies. La mente muggle trataba de dar una explicación a la locura de una bruja obsesionada con el corazón roto, una que tenía más poder del que cualquiera pudiera imaginar, pero hasta el momento no había encontrado ningún motivo lo suficientemente fuerte como para explotarlo, y un corazón roto... puede generar los peores males del mundo.

Yo simplemente pensaba que no tenía corazón, que solo estaba loca. Ahora definitivamente perdió su corazón y sigue más loca que nunca. Un verdadero monstruo había tomado el poder de todo el Mundo Mágico del Reino Unido. Ya no era un mestizo con aires de superioridad y amigos con mucho poder, ahora era una bruja sangre pura, con una mente totalmente irracional, un poder sobrenatural y rodeada de miles de criaturas mágicas con sed de sangre.

Estaba arrasando con todo.

Cuando se comenzaron a quemar las casas cerca de donde vivía, tomé todas mis cosas, las guardé en uno de mis bolsos mágicos, y hui. Sin varita, sin padres, casi sin fuerzas para hacer magia mental, lo único que pude hacer fue desaparecer. Mi primera parada fue en la Madriguera, pero no tuve necesidad de quedarme por mucho tiempo, allí solo habían cenizas.

Trate de aparecerme en la Mansión Black, pero aparecí en un terreno baldío cercano, a lo lejos se veían los edificios donde estaba la casa de Sirius, con muchas rocas cayendo encima y una nube gris que rodeaba todo. Al verlo más fijamente pude notar a los Gigantes derrumbando y empujando todo un barrio muggle.

Desaparecí.

Aparecí de nuevo y volví a desaparecer.

Estuve buscando un refugio durante semanas, pero Londres se caía a pedazos y por más que tratara de huir de él, el desastre siempre me alcanzaba o llegaba antes. De día las calles eran vigiladas por mortifagos, inferís y gigantes, así que tuve que comenzar a moverme de noche. Hace dos días me encontré con un grupo de jóvenes, dos de ellos habían estudiado en Hogwarts, el resto eran muggles. Me uní a su grupo y corrimos durante dos noches en busca de un pueblo, un refugio, algo donde pudiéramos protegernos. La desesperación es demasiado grande, si cada día pierdes gente. Así es como se siente una guerra real, una en la que no eres parte del Trío Dorado, ni tienes las respuestas a todos los desafíos que se aproximan, en esta guerra, solo soy un soldado más que trate de no morir.