- Dos besos -

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-Perfecta.- me dijo.

-¿Y tú?- pregunté.-¿Te gustó la soltería?-

-Estoy trabajando.- negó.-Cuando gane las elecciones me buscaré una primera dama o algo así.- dijo despreocupado.

-Primera dama...- repetí entre risas.-Nos vemos.- me despedí.

Me abrí camino por entre los asistentes, avanzando lentamente y al ritmo de la música para no desentonar demasiado; crucé miradas con algunos chicos a mi paso y les sonreí abiertamente, pero eran gestos cortos y casuales que no prometían nada más allá de un sutil reconocimiento. Esta noche estaba interesada en sólo un chico y quería encontrarlo pronto.

Lo vi en un rincón, sentado en una mesa con sus dos amigos, Lois y Bran. Los tres parecían un trío de cachorros intimidados por las luces y el sonido, observaban hacia la pista de baile con cierta reticencia y la curiosidad de quien no sabe muy bien qué hacer consigo mismo. El único que se veía remotamente entusiasmado era Bran, por lo que adiviné que él fue quien presionó a los otros dos para que asistieran. 

"Gracias, Bran" pensé.

No me consideraba especialmente observadora, pero cuando se trataba de alguien que me interesaba ponía todo mi esfuerzo en ser rigurosa a su alrededor; por lo que capté inmediatamente el nerviosismo en la postura de Elías cuando me vio acercarme a la mesa. Tanto él como sus amigos se removieron inquietos sobre sus asientos, tratando de verse calmados.

Sonreí de oreja a oreja al llegar y me senté sin previo aviso junto a Lois, la chica pestañeó varias veces y se me quedó viendo sin atinar a saludarme. Me sentí incomoda por un segundo, más que nada porque estos chicos me miraban como si fuera una celebridad o un fantasma; era como si no se creyeran que fuera de carne y hueso.

-Hola, me alegra que vinieran.- los saludé, dejando que mis ojos cayeran sobre cada uno.

-Hola.- me saludó Elías con un pequeña sonrisa.

-Hola...- le siguió Bran, pero la voz se Lois se perdió.

-¿Llevan aquí mucho rato?- quise saber.

Se miraron entre sí, pero fue obvio por la mirada que le dieron a Elías que esperaban que él respondiera por el grupo. Apoyé los codos sobre la mesa y entrelacé mis dedos, dejando que mi barbilla descansara sobre ellos y lo observé expectante.

-Acabamos de llegar.- dijo al fin.

-¿Y ya saludaron?- quise saber.

-Eres la primera persona que se nos ha acercado.- escuché decir a Lois, por lo que posé mis ojos sobre ella.

-Bueno, no tienen que esperar que alguien se les acerque.- le dije.

-No conocemos a nadie.- agregó Bran, Elías y Lois asintieron.

Fruncí ligeramente el ceño y estuve a punto de desestimar esa afirmación, pero luego recordé que efectivamente los amigos de Elías no eran lo que se consideraría normalmente como gente sociable. No era coincidencia que nunca hubiera cruzado más de dos frases con ellos, pues sinceramente pasaban muy desapercibidos.

-¡Pero eso se arregla muy fácil!- exclamé, manteniendo mi humor ligero y amistoso.

Me puse de pie y les hice un ademán para que se levantaran también; otra vez los tres se miraron y terminaron levantándose de mala gana, lo que me hizo rodar los ojos visiblemente. Enredé mis brazos alrededor de Elías y Lois, con Bran pegado a la última como velcro, y los animé a internarse en la masa de gente.

Busqué a mis amigos con la mirada y casi al instante me encontré con Alan, pero él estaba ocupado abrazando y besando a Lara como si no hubiera nadie cerca; por lo que la siguiente opción fue Henry.

Mi Último AñoOnde histórias criam vida. Descubra agora