Capítulo 6 🐝Querer🐝

750 77 11
                                    

Tierra, Nave Némesis, Calabozo. Ubicación desconocida.

Pv Bee.

Bee: ¿Rody? - Pregunté con desconfianza.

No podía distinguir el timbre de voz, tal vez era un Decepticon tratando de engañarme. Sin embargo, sentí una especie de energía gentil tirar de mi chispa, recibí ondas de cariño.

Bee: ¡Rody! - Exclamé con emoción, mirando hacia todos lados tratando de encontrarlo.

Pero todo estaba oscuro, la poca luz solo me confundía más. No podía distinguir siluetas, los colores se mezclaban y mis receptores de audio rotos no localizaban la procedencia de la voz.

Hot Rod: Quisiera poder abrazarte, pero estas cadenas me tienen atrapado. Nisiquiera puedo tocar el suelo con mis pies. - Se encontraba colgado de los brazos por unas cadenas luminosas, demasiado resistentes para un bot herido. - Tranquilo, saldremos de aquí. - Envió ondas de consuelo por nuestro vínculo. - Tus ópticos... Starscream. - Gruñó al notar mi óptico roto y el otro agrietado.

Bee: ¿Cómo lo sabes? - Pregunté con confusión.

Hot Rod: También me dio la bienvenida. - Rió a fuerzas. - Creo que tuve suerte, los míos no están tan dañados... solo ligeramente agrietados. -

Asentí para indicarle que lo estaba escuchando.

Hot Rod: Ha pasado tiempo ¿he? - Sonrió.

Bee: ¿Desde la última vez? Si, tenía unos 12 años en términos humanos. -Reí.

Suspiró.

Hot Rod: Estaba muy lejos, ya no podía sentirte. No puedo describirte lo asustado que estaba, tenía miedo de nunca poder sentir el vínculo contigo y con nuestro sire. -

Fue mi turno de suspirar.

Mi rostro de felicidad por nuestro reencuentro cayó y se transformó en tristeza y falta de esperanza al escucharlo mencionar a nuestro creador.

Hot Rod: ¿Aún nada? - Susurró. Aunque era él quien preguntaba... Parecía no querer escuchar la respuesta.

Mis ópticos inservibles se llenaron de lágrimas mientras dejaba mi cabeza caer hacia el frente y mi mirada se mantenía por los suelos, negué.

Hot Rod: Aún está vivo, puedo sentirlo. - Habló con voz ronca. - Es un Prime ¿Okey? No puede estar muerto.- Luchó por hacerme creer, sin embargo, yo ya me encontraba abrazando mis piernas mientras sollozaba.

Bee: ¿¡ENTONCES POR QUÉ NO CONTESTA!? ¿¡Por qué solicita permiso para iniciar una conversación y simplemente se queda callado!? - Exigí a pesar de que sabía que mi hermano no tenía la respuesta.

Hot Rod: Hermanito, escuchame. Lo encontraremos y, cuando estemos con él, podremos preguntarle todo lo que necesitamos saber ¿Okey? Todo va a estar bien. -

En serio, quería dejar de sollozar, no era momento para comportarme como un recién creado, pero no podía. Mi cuerpo se negaba a parar, necesitaba desahogarme. Tantas batallas, tantos golpes... Tanto tiempo. No podía creer que este sería el final y, al mismo tiempo, sentía mi muerte venir.

No quería irme, quería correr hacia cada bot importante en mi vida y decirle lo maravilloso que era, lo valioso y genial qué había sido tenerlos conmigo y que cualquiera que dijera lo contrario era un estúpido ignorante.

Deseaba correr a los brazos de mamá y decirle que la amaba, porque no importa si ya se lo había dicho un millón de veces, otro millón tampoco bastaría para demostrarle cuanto significaba para mi y lo agradecido que le estaba por cuidarme, amarme y soportarme todo el tiempo... Lo agradecido que estaba con la vida por haberme permitido tenerla como carrier.

Quería correr a los Brazos de Ratchet para decirle que lamentaba todas las veces que no seguí las indicaciones médicas, los problemas que le hice pasar cuando me negaba a obtener mis chequeos y mis vacunas, disculparme por las veces que lo llamé amargado aún sabiendo que lo hacía por que me amaba. Quería agradecerle por amarme incondicionalmente a pesar de ser constantemente un malcriado.

Quería correr y abrazar a Bulkhead a pesar de que él podría demoler mi exoesqueleto con un simple abrazo. Quería agradecerle por siempre jugar conmigo, por hecharme un óptico durante las batallas y cuidar mi espalda, por sacarme de la base cuando necesitaba aire fresco, por defenderme cuando por accidente salía a escondidas, cuando se detuvo conmigo a ver que estaba mal, cuando me contó sus historias de Wrecker para que pudiera dormir... Quería abrazarlo durante horas por ser un gran amigo.

A Cliffjumper, por soportarme todo el tiempo, por ser mi compinche de travesuras a pesar de ser mayor, por justificarme con mi madre cuando metía en problemas, por cuidarme, por amar a mi carrier y hacerla feliz, por ser un hombro en el cual podía llorar, por entrenarme, por amarme como si fuera su younling y por ser tan conversador. Deseaba decirle que sus chistes no eran tan malos, que nunca dejara de contar historias porque eran grandiosas... Que nunca dejara de ser él.

A Wheeljack, que a pesar de no conocerlo tan bien, le agradecía por hacer tan feliz a Bulkhead, por ser un amigo tan leal, fiel, dispuesto. Un mech irrompible, rudo y con carácter. Quería disculparme por no haberlo conocido más.

A... Jazz, a pesar de no haberlo visto desde hace tanto. Quería correr a sus brazos y sentir su calor único, quería decirle que recordé la promesa y que no comprendía por qué estaba en otro cuerpo. Quería hacerle tantas preguntas. Quería decirle que fue el mejor mech qué conocí, que era mi segundo padre, que lo amaba y deseaba estar con él de nuevo, porque estar con otro bot no era lo mismo. Quería que me cantara, contara historias, hiciera reír, alimentará, paseara y jugara conmigo tal y como cuando era un Sparkling. Quería pasar todo el día con él como en los viejos tiempos.

A mi padre, Optimus Prime. Quería decirle acerca de mis vagos recuerdos, quería preguntarle por qué me llamaban Wasp, quería saber si había un antecedente o si simplemente me estaba volviendo loco por la guerra. Quería correr a sus brazos y acurrucar mi procesador sobre su chispa para poder sentir y escuchar su latido, quería que me arrullara en sus brazos mientras cantaba una canción de cuna, quería escuchar uno de sus sermones qué antes consideré aburridos... Quería que estuviera a mi lado y siguiera siendo mi Sire.

Pero las posibilidades son infinitas y, a veces, los caminos no se vuelven a encontrar.

El Último Hijo de Primus Where stories live. Discover now