Capítulo 2 🐝 Pronto 🐝

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Tierra, Base Autobot, coordenadas clasificadas.

Bep Bep Bep Bep Bep

Ratchet: ¿Ahora qué? — Rodó sus ópticos expresando fastidio y tecleó algunas cosas en la computadora.

Arcee, quien apenas había estado entrando a la habitación cuando escuchó la queja del médico, caminó hacia el costado del viejo mech y miró la pantalla. Cruzó sus brazos y escaneó la información del enorme rectángulo.

Arcee: ¿Decepticons?

Ratchet: No. — Tocó una de las secciones laterales y entró a un extraño archivo con números en descenso. — Es la alarma de reservas bajas, nos está avisando que nuestra reserva está por debajo del 2% de su capacidad.

Arcee miró con preocupación, no era una buena noticia, no con los Decepticons dañando constantemente al equipo y con Bumblebee enfermo. Los cybertronianos necesitaban una cantidad establecida para poder vivir, no más, no menos. Tenían miles de años consumiendo el mínimo permitido y su cuerpo ya estaba acostumbrado, pero aún así no podían permitirse reducirlo aún más.

Arcee: Tendremos que salir. — Miró a Ratchet.

El médico miró con confusión.

Ratchet: ¿A dónde? —

Arcee: A donde sea. No podemos limitarnos a Jasper, ya no. Los Decepticons están ahí afuera, cada día se adueñan de más minas, van a terminar por matarnos de hambre. — Habló con amargura.

Ratchet miró a la femme, no se atrevió a protestar. Las palabras de Arcee eran tan ciertas como la vida en el planeta. Eran superados en número y armamento por el equipo contrario, la estrategia era tomar todo el energon qué podían y llevarlo a la base antes de que Megatron encontrara las minas... pero estaban acabandose.

Arcee: A partir de mañana saldremos a buscar nuestro alimento a otros estados, a otros países si es necesario. No dejaremos que Megatron gane esta guerra. —

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Tierra, Base Autobot, coordenadas clasificadas.

Bumblebee miró el techo de la habitación mientras se recostaba en el segundo piso de la litera. Mentiría si dijera que no estaba molesto, de hecho estaba más que eso, furioso. No podía imaginarse las 24 horas del día atrapado en esta base. Odiaba estar enfermo y odiaba estar siendo tratado como un sparkling.

Antes de saber sobre la condición de su exoesqueleto y armazón, Arcee ya lo había estado tratando con muchos límites, pero aún así lo dejaba salir de vez en cuando y acompañarlos a misiones. Ahora pasaría el resto de su vida encerrado en este aburrido lugar.

Cliffjumper: Quita esa cara. — Se burló desde el otro lado de la habitación.

Cliffjumper se encontraba recostado en la cosa extraña que Miko llamó BBE (Bolsa de Bolitas Extraterrestre). Realmente nadie sabía de que estaba llena, aunque Ratchet explicó qué era un material cybertroniano blando en forma de pequeñas canícas.

La cama del mech con 2 cuernos estaba en el primer piso de la litera, de hecho Arcee dormía con él. La decoración en la habitación era poca, unos cuantos D-pads con fotografías aquí y allá. En su mayoría eran de los 3 bots qué dormían en la habitación, excepto por una: Optimus.

La imagen de su padre estaba tan cerca, que Bumblebee sólo tenía que levantar su brazo derecho y tomarla de la pared donde estaba repegada la litera, su padre tan solo estaba a un par de centimetros de él. Era gracioso, por que solo era una fotografía pero, el rostro de Prime lo hacía sentir seguro.

Cliffjumper: Ha pasado tiempo desde la última vez. — Miró la fotografía de su líder desde el BBE.

La chispa de Cliffjumper sintió un jalón cuando miró como la expresión del younling comenzaba a caer.

Cliffjumper: Pero lo encontraremos, estoy seguro. — Habló con tono positivo, estaba tratando de animar a Bee, sin embargo sólo logró empeorarlo.

Cliffjumper entró en mini-pánico cuando notó el aceite escaparse por los ópticos del pequeño mech, ¿estaba goteando? Nunca lo había visto hacerlo, por lo menos no a esta edad. Podía ser la adolecencia ¿no? Los vuelve inestables y bipolares... Pero por dentro sabía que no era así.

Bumblebee extrañaba a su Creador y no sólo estaba lastimado por su lejanía, sino también por su falta de respuesta. Había escuchado sus pláticas con Arcee en la noche, Bee decía que Prime estaba en línea pero no contestaba sus llamados por el vínculo parental. Se sentía olvidado y no querido por su Sire.

Cliffjumper: Encontraremos a Optimus, es un Prime, es duro de matar. — El mech rojo se puso de pié y subió hasta el segundo piso de la litera, por suerte era lo suficientemente amplia para ambos bots robustos.

Bumblebee le dio la espalda y trató de ocultar su rostro manchado de aceite con sus brazos, acomodándose en una especie de posición fetal. Cliff, por su parte, se mantuvo sentado al lado del joven amarillo.

Cliffjumper: Puede haber muchos motivos por los que no esté contestando, no tienes por que creer que te olvidó o que simplemente no te quiere.

Bumblebee se giró para ver al mech rojo, el rostro de la cría mostraba confusión, ¿Cómo era qué Cliff sabía eso?

Cliffjumper: Escuché la conversación qué tuviste con Arcee. No me culpes, estamos en la misma habitación. — Se excusó antes de que Bee pudiera protestar. — ¿Haz podido comunicarte con Roddy? — Alzó una ceja.

Bee: No... Hay mucha estática. — Habló decepcionado.

Cliffjumper: Porque está muy lejos, y eso vuelve inestable el enlace familiar. Lo mismo podría estar pasando con Prime, tal vez está muy lejos o está en una zona que bloquea la frecuencia.

Era cierto, el vínculo familiar no era magia, era una frecuencia con la que un cybertroniano nacía y/o se conectaba con un familiar cercano, por ejemplo: Sparkmates, Sparklings, younlings, Sires, Carriers.

Bee: Tienes razón. — Dijo después de haberlo pensado un poco. — Tal vez está escondido en el subterráneo de Cybertron, ahí se bloquean las frecuencias ¡Solo tenemos que ir por él! — Exclamó con emoción.

Cliffjumper sonrió.

Cliffjumper: Así es como nos gusta verte, sonriendo. — Rió. — Ahora duerme, mañana tendremos mucho tiempo para pensar en un plan para ir por él. — Dio un golpe suave en el hombro del younling y bajó de la litera.

Bumblebee nuevamente se giró a descansar su peso en su costado derecho, quedando de frente con la pared de la litera donde estaba la imagen de su Sire. Lo miró con determinación haciéndole una promesa.

Bee: Iremos por ti, no importa que. —susurró.

El younling apagó la luz de la habitación, quedando con la poca iluminación proveniente de la imagen, y apagó sus ópticos con una enorme sonrisa...

     Porque pronto estaría con Sire.

El Último Hijo de Primus Where stories live. Discover now