El cuento de Peter Pan

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Peter Pan era un niño, un jovencito que vivía en el país de Nunca Jamás, un reino que se encontraba en la segunda estrella a la derecha directo hacia el amanecer.

Nunca Jamás era el tipo de reino que sorprendería a cualquiera, era incluso más fantástico que el mismo país de las maravillas. Sirenas, piratas, indios y hadas se arremolinan en esta historia. Y, Peter Pan es el protagonista de este cuento.

Todos los seres de cuentos conocen su pasado, presente y futuro, están destinados a seguir el legado de sus padres y abuelos, así Apple White deberá convertirse en la próxima Blanca Nieves, Cerise Hood en la próxima Caperucita Roja y Peter Pan...

Uno podría creer que el destino de Peter Pan es el mismo, su hijo seguirá su legado, y luego el hijo de su hijo se convertirán en el próximo Peter Pan y así por siempre de los siempre, pero ¿Cómo funcionan estas reglas cuando vives en un país eterno? Donde todo es inmortal y quienes habitan dicho reino nunca envejecen. Exacto, durante toda la eternidad de los cuentos siempre ha existido un solo y único Peter Pan. Y esto podría considerarse una ventaja, puedes ser un niño y vivir aventuras por toda la eternidad suena glorioso, sin embargo, el destino siempre ha tenido otros planes para los personajes de cuento.

Peter Pan gozaba de su eterna juventud, hasta que tuvo que cumplir con su destino. Conocer a una jovencita demasiado interesante llamada Wendy Darling.

Wendy era una niña de trece años que vivía con sus padres y hermanos a quienes les contaba miles de cuentos interesantes para entretenerlos, pero sus favoritos siempre fueron sobre un chico aventurero y divertido llamado Peter Pan. Ella, como todo niño, tenía que crecer alguna vez y, aunque se negara a hacerlo con toda la fuerza de su corazón sabía que sería inevitable.

Hasta que conoció a Peter, quien la llevo junto a sus hermanos al País de Nunca Jamás, vivieron aventuras, conoció a los indios y a las sirenas, se convirtió en mamá de varios niños perdidos, discutió con campanita y peleo contra garfio y gano. Hasta que finalmente decidió regresar a casa con sus padres y crecer. Conoció a un hombre, se casó, tuvo hijos, envejeció y murió. El ciclo natural de una vida feliz.

¿Y Peter Pan? A Peter le toco la peor parte de esta historia. Se enamoró. Se enamoro total y perdidamente de Wendy, todos los días pensaba en ella, añoraba por ir a visitarla, pero ella había escogido su camino y ese camino era lejos de él y de Nunca Jamás. Pero cuando Peter creyó que finalmente podría seguir adelante el destino le golpeo en la cara. Las reglas de los cuentos nos dicen que siempre se deben contar las historias para no dejarlas morir; es por eso por lo que Briar Beauty algún día será la próxima Bella Durmiente y Dexter Charming le acompañara en el trono. Así que, inevitablemente apareció una nueva Wendy en la vida de Peter Pan.

Y nuevamente la historia se repite; vivieron aventuras, Wendy conoció a los indios y a las sirenas, se convirtió en mama de varios niños perdidos, discutió con Campanita y peleo contra Garfio y gano. Hasta que finalmente decidió regresar con sus padres y crecer. Conoció a un hombre, se casó, tuvo hijos, envejeció y murió. Y nació una nueva Wendy, y así se repitió el ciclo, nuevos personajes que se convertirían en Wendy's nacían y vivían, pero solo un Peter Pan.

¿Te imaginas tener que vivir una eternidad así? Enamorándote una y otra y otra vez del mismo personaje solo para tener que verla partir, luego, saber que volverás a conocerla, volver a enamorarte y volver a perderla. Peter Pan tenia que vivir esa triste agonía una y otra vez. ¿Lo peor de todo? No podía hacer nada para evitarlo, era su destino y todos sabían que el destino no debía cambiarse.

Durante cientos de años ideo miles de planes para obtener su final feliz, uno que involucrara a Wendy en su vida, pero justo cuando quería efectuarlos aparecía algo que lo hacía desistir.

Érase una vez... NosotrosWhere stories live. Discover now