Día de la obra I

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Hoy era el gran día, todos los personajes de cuento se habían preparado arduamente, todo mundo estaba hechizado con el evento. Profesores y alumnos corrían de un lado a otro dando los últimos detalles para aquella tarde.

Tanto Apple White como Madeline Hatter se encontraban en la cafetería organizando a los demás alumnos, ellas al ser presidentas escolares tenían el deber de guiar a los demás estudiantes y apoyarlos lo mas posible, así que ambas estaban bastantes ajetreadas. Una lo tomaba con el mejor humor posible, sin embargo, no muchos estudiantes lograban comprender lo que decía pues bromeaba y bromeaba y era entonces cuando la otra, debía intervenir para solucionar las confusiones.

Apple estaba cansada, caminaba de un lado a otro dando instrucciones, leía listas interminables y tenia que comprobar que cada cosa estuviera en su lugar, sus pies dolían a horrores, su cabello siempre tan bien acomodado ahora lucia alborotado y a pesar de todo, sonreía sinceramente a todo aquel que la miraba. Los demás personajes igual estaban cansados pero al ver la hermosa sonrisa de Apple se animaban y recuperaban sus fuerzas para seguir y apoyar a su preciosa futura reina.

- No sé cómo logras hacerlo - dijo Madeline sentándose en una silla cercana a Apple, esta se encontraba parada probando unos deliciosos aperitivos para aquel día de festival. Apple la miró sonriente y alisándose su falda miro a su alrededor gustosa.

- Bromeas, esto es hechifantastico. No hay nada mejor que ayudar a tus amigos cuando están en problemas.

Y justo en ese momento Cedar Wood corría en su dirección en busca de ayuda seguramente. Mas atrás de ella Blondie Lockes filmaba todo espectáculo que se encontrase en frente y en ese instante venia molestando a Cedar a causa de un pequeño desliz.

- ¿Y bien Cedar? ¿Admites que fue tu error y no el de nadie mas? - decía insinuante Blondie mientras ponía el micrófono en el rostro de Cedar, esta comenzó a tartamudear nerviosa y trato de evitarlo mas posible las preguntas de Blondie.

- Chicas, ¿Qué pasa? - interrumpió Apple acercándose a ellas.

- N-no es nada Apple

- ¿Qué no es nada? Por los cuentos Cedar cuéntale a Apple y ya veremos si no es nada.

- Apple... yo... yo... ¡estropeeloscablesparalapantalladelhaditorio! - grito Cedar cerrando los ojos y tapándose la boca al instante en que dejo de hablar.

Apple abrió enormemente sus ojos sorprendida, miro repetidamente a ambas chicas y frunció el ceño molesta.

- ¿Como puede ser posible? ¿Cómo es que ha sucedido eso? ¡CEDAR ¿Cómo es que fuiste tan imprudente? En este día tan importante! ¡¿Cómo pudiste?! - Exclamo molesta mientras gritaba fuertemente, a cada grito que daba Cedar se encogía mas y mas y sus ojos se tornaban cristalinos.

- Lo siento Apple, fue...

- ¡No quiero saber que fue Cedar! Pero esta claro que ahora debo de arreglar este lio. - dijo tajantemente Apple y tratando de recobrar la compostura miro hacia arriba respirando profundamente, al segundo sonrió nuevamente y volteo a mirar a Madeline que observaba la escena curiosa.

- Madie. Iré en busca de Hopper para que me ayude a solucionar este embrollo. ¿Puedes encargarte del resto?

- ¡A la orden capitán! - grito Madeline mientras se levantaba de su asiento y levantaba su mano en un saludo militar.

Unos cuantos minutos más tarde Apple y Hopper corrían apresuradamente para arreglar los problemas causados por Cedar. Apple estaba bastante molesta con su amiga y aun mas estaba molesta por haberle pedido ayudar en un lugar tan importante, ¡Pero es que jamás creyó que lo arruinaría de tal forma! Tenían que solucionar aquello sí o sí, ya que a través de esa pantalla se reproduciría las obras teatrales para aquellos que no lograran verla.

Érase una vez... NosotrosWhere stories live. Discover now