Capítulo 45

7.5K 434 47
                                    

bad guy Billie Eilish

Como un par de desquiciados, Terrence y yo guardamos la ropa a toda velocidad. Él descarga su ira soltándola con brusquedad, soltando algún que otro improperio en voz baja. No hemos encontrado vuelos a primera hora, así que no podremos coger el avión hasta la una del medio día. También está más que cabreado por el hecho de que he tenido que pagar yo los billetes de avión porque eran demasiado caros para él.

—Es increíble que tengamos que gastarnos un dineral porque no es capaz de comportarse como una persona normal. ¡Está chalado! No pienso dejar que se vaya de rositas, algún día tus hermanos tendrán que saber cómo es su padre —gruñe él, yendo de un lado a otro a pasos agigantados—. Pero ten por seguro que voy a devolverte hasta el último centavo. ¡Faltaría más, joder!

Le chisto rápidamente, llevándome un dedo a los labios.

—No hables tan alto —susurro.

—Quiero darle un jodido puñetazo —gruñe, soltando con brusquedad su ropa en el interior de la maleta, dejándola arrugada.

—Esa no es la solución —suspiro—. Sólo empeoraría las cosas.

—Oh, pero ¿es que pueden ir peor? —Exclama con histeria. Se acerca a mí con una camiseta arrugada entre sus manos, mirándome con los ojos tan abiertos que temo que en cualquier momento se salgan de sus órbitas—. Estoy conteniéndome para no bajar ahora mismo y arrancarle la cabeza a ese hijo de puta racista, homofóbico, xenófobo y misógino.

Terrence se queda cerca de mi rostro, jadeante y más nervioso que nunca. Algunos mechones de pelo con gomina seca caen por su frente mientras sus ojos grises muestran desesperación e impotencia.

—Si haces una tontería, sabe Dios qué hará contra ti —digo en voz baja, mirándole sinceramente a los ojos, para que vea que verdaderamente me preocupa lo que pueda llegar a ocurrirle.

Él tensa la mandíbula y traga saliva.

—Podría meterme en la cárcel —comenta con la voz débil, asustado.

Frunzo los labios, conteniendo mis ganas de asentir con la cabeza.

—A ese cabrón le encantaría arruinarme —sigue hablando, pero, esta vez, para sí mismo—. Disfruta haciendo sufrir a los demás.

—Siempre lo hizo —comento con tristeza, intentando mantener mi expresión seria.

Él me mira, preocupado, tensando la mandíbula.

—¿Cuándo empezó todo esto exactamente? —Pregunta con cautela.

—A los ocho años —respondo, dejando escapar el aire de mis pulmones—. Mi madre falleció y él consiguió mi tutela como padrino. No tenía más familiares cercanos, así que no tuvo que esperar mucho para llevarme a su casa. Hasta los doce años simplemente me trataba con indiferencia y frialdad, pero, a medida que iba creciendo, todo empeoraba.

—¿Te...? —Aparta la mirada durante unos segundos, apretando la mandíbula, como si le costase continuar. Suelta el aire bruscamente por la nariz y me mira—. ¿Te ha pegado otras veces?

𝐓𝐞𝐫𝐫𝐞𝐧𝐜𝐞 © [F #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora