Capítulo 32

7.2K 383 11
                                    

Back to Black Amy Winehouse



Al bajar del taxi, Terrence se queda asombrado durante unos segundos con las dimensiones del nuevo chalet de Patrick. Incluso después de tanto tiempo viendo este tipo de adquisiciones, a mí me sorprende la primera visión. Le durará unos meses, antes de que se canse de él, y lo venderá para comprar otro.

     Finalmente, cuando sale de su asombro, Terrence me ayuda a sacar las maletas del maletero del coche antes de que el taxista se marche rápidamente. La vivienda nos recibe con un gran aparcamiento que estoy segura que ha dejado sin aliento al conductor que nos ha traído. Thomas y Mitchell insistían en recogernos, pero eso conllevaba una gran probabilidad de que Patrick viniera con ellos.

     —Tu padre es jodidamente rico —murmura Terrence, mirando maravillado todo aquello que su vista alcanza mientras nos acercamos a la puerta principal.

     Decido guardar silencio, reprimiendo el impulso de confesarle que no es mi padre. De hecho, ahora me arrepiento de no haberle explicado desde un primer momento que es mi tío paterno. Aun así, tal vez, hubiera querido conocerle y hace mucho tiempo que dejé mis intentos de gritarle al mundo qué clase de persona era Patrick.

     Las ruedas de nuestras maletas rechinan contra las piedras que forman el camino hacia la entrada, sacándome de quicio. Mi corazón comienza a latir fuerte y rápido, a la vez que mi cuerpo se excede en la sudoración a causa de los nervios. Los temblores de mi mano libre están a un nivel espasmódico, por lo que me veo obligada a pegarla a mi cuerpo para que Terrence no se percate de ello. Pero está tan ensimismado en sus pensamientos sobre todo este lugar, que dudo que llegue a fijarse en mí hasta que asimile en el lugar en el que pasará las próximas semanas.

     Después de toda una vida siguiendo a Patrick allá donde iba, siempre tratando de impresionar a la presan por sus nuevas adquisiciones, esto ya es aburrido. Desgraciadamente, sigue siendo capaz de impresionar. Es un hombre con carisma y una mentalidad digna de cualquier rata sin escrúpulos que esté dispuesta a conseguir cualquier cosa sin importar qué. Eso le ha ayudado a conseguir todo lo que tiene, pero, algún día, sus malas acciones se volverán en su contra y la vida le devolverá toda aquella mierda que lanzó al resto del mundo para escalar hasta la cima.

      Terrence me pregunta si deberíamos llamar al timbre cuando llegamos a la entrada, yo sólo le hago un gesto con la mano para que lo haga. Una mujer vestida con un uniforme de limpieza blanco y azul nos saluda con una sonrisa amable. Su piel es morena y sus rasgos son latinos. Éste debe ser el primer golpe de Patrick; contratar a una persona latinoamericana para el servicio de limpieza. Ambas cosas son degradantes para él, así que lo utiliza como arma arrojadiza para dejarme claro cuál es mi lugar en su propia escala social xenófoba.

      —Buenas tardes, señores —nos saluda educadamente con un suave gesto de cabeza—. El señor les está esperando en el salón.

     —¿Me permiten sus maletas?

      Un hombre de rasgos similares a los de la mujer se acerca a nosotros.

      —Buenas tardes —digo, reaccionando bastante tarde, todavía aturdida—. ¿Cómo... cómo se llaman? —Pregunto con una sonrisa forzada, intentando ignorar el mensaje subliminal de Patrick.

      —Mi nombre es Amalia, señorita —se presenta ella, igual de risueña que antes.

      —El mío Tomás, señorita Fiona.

      Esta vez soy capaz de sonreír de una forma más sonriente, asintiendo con la cabeza.

      —Un placer conoceros, Amalia y Tomás. Aunque me temo que no será necesario que lleve nuestras maletas —digo con suavidad y una pequeña sonrisa agradecida hacia él—. Sólo necesitamos que nos conduzcan hacia el salón principal, por favor.

𝐓𝐞𝐫𝐫𝐞𝐧𝐜𝐞 © [F #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora