Capítulo 18

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Aidan

Llegué lo más rápido que pude a mi casa luego del trabajo. Ilan se acercó rápidamente a mí y, luego de saludarme con un beso, me tomó de la mano para llevarme hasta la sala. Una vez allí me quité el abrigo y lo dejé junto a mi maletín en uno de los sillones. Ni bien lo hice, él me tomó del brazo e hizo que me sentara, acto seguido, se sentó en mis piernas rodeándome el cuello con sus brazos, rápidamente tomó su celular, buscó algo y me lo enseñó. En la pantalla me mostraba una conversación de hacía un par de horas con Ivana. En los mensajes, hablaban de ir a la clínica o algo así, pero Ilan no me dejaba leer la conversación anterior.

—¿Tienes que ir a la clínica? ¿Te sientes mal? —negó con la cabeza con una pequeña sonrisa en el rostro.

—Esta semana se cumple la cuarta semana, Aidan —lo miré unos instantes—. Ya casi se cumple un mes e Ivana me quiere acompañar a que me haga la primera ecografía —en mi mente resonaron las dos últimas palabras—. Dice que tengo que hacerme una ecografía una vez por mes, durante los nueve meses —No escuché del todo lo que acababa de decir, no podía dejar de pensar si esto de verdad estaba pasando o era fruto de mi imaginación—. Aidan —Sentí que se acercaba más a mí acariciando mi mejilla. Volví a medias a la realidad, aún resonaban las palabras en mi cabeza, pero ahora si podría prestarle atención—. ¿Sólo te quedarás sonriéndome o me dirás algo? —balbuceé algo logrando que Ilan se riera.

—¿Qué puedo decir? —contesté articulando palabras con sentido al fin—. Déjame procesar que ya se ha cumplido un mes —volvió a reír tomándome de las mejillas.

—Apresúrate a procesarlo, o a este paso el bebé ya habrá nacido —se burló de mí, esta vez el que se rio fui yo.

—Ya déjame —lo abracé colocando mi rostro entre su cuello y su hombro, él acarició mi cabello lentamente—. Los próximos meses quiero ir yo. También quiero ver a mi hijo —me abrazó aún más fuerte.

—Está bien, déjame ir con Ivana al menos los primeros meses, así tu trabajo no se verá afectado —clínicamente no le había dado el alta aún, por lo cual, tenía razón—. En unos meses, cuando el bebé sea algo más grande y ya puedas darme el alta, podrás venir conmigo —pensé unos cuántos segundos.

—Espera. ¿No se supone que tus padres ya se han enterado de que estás embarazado y que es mío? —se separó de mi para mirarme con una sonrisa.

—Mi padre no sabe quién eres y estoy seguro de que mi madre te contactó por teléfono cuando te contrató, no debe saber cómo es tu rostro —sonrió—. Tenemos esa ventaja y quiero que la aproveches. Quiero que guardemos ese dinero para las cosas del bebé, aún podemos sacarles algo más de dinero —asentí. Él me sonrió, para luego darme un corto beso—. ¿Tienes hambre? Haré de cenar.

—Ahora te quedarás acostado conmigo aquí. Pediremos algo de comer —sonrió nuevamente asintiendo.

Pasamos las horas acostados en el sillón mirando lo que encontrábamos en la televisión. Luego de cenar y de ver a medias un par de programas, decidimos ir a dormir, o al menos esa era la idea, ya que simplemente nos quedamos hablando de banalidades y sobre el bebé. Un rato después decidí dormir, en la mañana tendría que levantarme temprano para ir a trabajar.

Cuando me desperté por la mañana, me percaté de que Ilan ya se había levantado. Me levanté con pereza y miré el reloj; aún faltaban veinte minutos para que este sonara. Me dirigí al baño, me aseé y me alisté para ir a trabajar. Luego bajé encontrándome a Ilan en la sala parado frente a la ventana hablando por teléfono, me acerqué a él abrazándolo por la espalda, pegó un respingo al sentirme.

—Está bien, solo estaré unos días aquí... —me aparté de él con la idea de darle privacidad, pero me sostuvo de la mano para que me quedase—... no puedo creer que mi madre haya dicho eso, pero creo que son ideas de mi padre... —Entrelazó sus dedos con los míos, luego se giró para mirarme con una mueca—... bien, lo tengo justo en frente, así que se lo tendré que decir... —me acarició la mejilla—... sí, tranquila, se lo diré...—dicho esto, asintió un par de veces, para luego cortar la llamada.

Broken BoyWhere stories live. Discover now