sɪᴇᴍᴘʀᴇ ᴀ ᴛᴜ ʟᴀᴅᴏ •ɪɴ ᴀ ʜᴇᴀʀᴛʙᴇᴀᴛ• [BORRADOR]

Extra 4

JAVIER

—¡Javier!¿Que haces allí arriba? Está llena de polvo.

No sé por qué de la nada quise subir al balcón. Lo normal en mí cuando despierto es andar buscando algo que comer por toda la cocina, pero esta vez raramente no fue así.

—No te preocupes, mamá, ya bajo.

Mis padres, como siempre en un día domingo , se despertaron más temprano que yo, esta vez sí puedo decir que es porque me he estado desvelando por algunos trabajos de investigación que nos han dejado, pero sin o con desvelo igual me despertaría súper tarde los días que no tengo clase.

Mi madre se encontraba afuera regando el jardín y mi padre al parecer había ido a hacer las compras, todo eso ya estaban haciendo mis padres mientras yo seguía tirado en mi casa

—Buenos días, señora. Ehmm...¿Se encuentra Javier?

—Buenos días, joven, sí Javier está en su habitación.

Todo tranquilo hasta que apareció él. Pero¡Qué demonios! ¿Qué rayos hace Eddy aquí tan temprano? ¿Y por qué está hablando con mi madre?

—Eres uno de sus amigos de la universidad ¿Verdad?

Desde el balcón de mi casa, trataba de escuchar el tema de conversación, Eddy es capaz de hablar cualquier tontería al frente de mi madre y eso es a lo que más temo. Parecía una vieja entrometida tratando de arrimarme a las barandas para poder escucharlos mejor pero apenas podía oír algo.

—¡Hey! ¿Por qué sigues estando allí, Javier? Baja a saludar a tu amigo.

Mi madre al observar que tenía "pegada la oreja" a esa conversación no dudó en llamarme, yo, sin pensarlo dos veces, bajé las escaleras y salí hacia el jardín. Al principio ni siquiera sé dieron cuenta que me encontraba allí, mi mamá seguía contándole un montón de cosas a Eddy que quizás la mayoría eran vergonzosas.

—¡Oh! Ya te contó lo de sus ojos, mi niño siempre ha tenido miedo de eso.

—No debería encubrirlos se le ve...

—¡Hola, Eddy!— sonreí de la forma más amistosa posible y luego le susurré — ¿Qué rayos haces aquí?

No sé qué demonios iba a decir ese idiota pero de lo que si puedo estar seguro es que mi madre aún no desencadenará la tercera guerra mundial, que suerte que pude interrumpirlo.

—Hijo, tú...

Al sentir las miradas sorprendidas de ellos me empecé a incomodar, yo ya sentía que algo iba mal conmigo pero nunca imaginé que sería así de vergonzoso.

—Aún es un dulce niño — ¡No mamá no deberías estar orgullosa de eso!

Resulta que la razón por la cual estaban así de sorprendidos eran por que aún me encontraba en pijama ¡Genial Javier, ahora todos sabrán que duermes hasta altas horas del día! ¿Y saben que es lo peor? Mi pijama es de conejitos, ¡¿qué más infantil se puede ver en esto?!