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Cabe destacar que el día siguiente a la fiesta fue el más arduo.

Estaba en boca de todos que México no había vuelto a la fiesta. ¿Cómo es posible que el festejado no se apareciera en su fiesta?

Claro que a México, mucho no le importó. En sus palabras, todo el mundo "se la pela".

Pero eso no había sido el único evento relevante a los ojos de los chismosos. Y México lo aprendería por las malas.

Antes de eso, hablemos primero del espacio físico, ergo, la casa de México.

México despertó a lado de Argentina, su pareja aún estaba descansando. México prefirió no molestarle y con sumo cuidado de no despertar al contrario, se levantó y se cambió de ropa. Tenía un leve dolor de cabeza que esperaba pronto se le quitaría.

Bajó a la sala y lo que México vio era gracioso, en su opinión. Había vasos rojos, de esos que siempre salen en las películas, tirados en el suelo. Algunas partes del suelo aún estaban pegajosas por todo el alcohol que fue derramado. Ciertos muebles que no movió, como el sofa, estaban fuera de su lugar o ya de plano volteados. Oh, claro que todos sus estados le ayudarían a limpiar, cada uno de los 32 estados.

Pero limpiar no era lo que a México le parecía gracioso, cierto país tricolor estaba tirado a lado del sofá. A México le parecía cómico, pues ese país siempre era muy reservado; verlo así era casi un tesoro.

Aunque se le hacía curioso que el británico fuera el único que se quedó ahí, no cuestionó el por qué. Se acercó lentamente para comprobar que el anglosajón estuviera vivo.

Al ver que aún respiraba, México se alivió. Lo tomó por el hombro y lo movió ligeramente, así intentando despertarle.

-We, será mejor que te vayas a tu casa. - dijo cuando Inglaterra retomó un poco la conciencia.

-No way, I stayed here all night?- (No puede ser, ¿me quedé aquí toda la noche?) preguntó el británico, sentándose en su lugar mientras ponía sus manos en sus sienes. - My head hurts so much...- (Mi cabeza me duele tanto...)

-Pendejo, ¿pues qué tomaste?

-Vodka and that one strange drink... Four something. - (Vodka y esa extraña bebida... Four algo)

México golpeó su propia frente con la palma de la mano.

-Four Loko. Esa cosa tiene 12% de alcohol, no mames. ¿Sumado al vodka? Que bueno que despertaste.

-12 percent? Woah, I never drank so much in my entire life. I don't know why I did it.- (12 por ciento? Woah, nunca había tomado tanto en toda mi vida. Ni sé por qué lo hice.)

-Por ser mi fiesta. Aa- después de articular el 'aa', México chifló, queriendo decir que en sus fiestas pasaba lo mejor o lo imposible.

Inglaterra sólo sonrió con pesar. El dolor en su cabeza estaba siendo insoportable.

-Ven, we. Te voy a dar ciertas cosas para que se te pase la cruda.- dijo México, ofreciendo su mano para levantar al británico quien la tomó agradecido.

Caminaron hacia la cocina y México le sirvió un vaso de jugo de naranja.

-Te haré unos chilaquiles y te los llevas a tu casa. Vete tomando el jugo.- ordenó México mientras tomaba todos los ingredientes para comenzar a prepararlos.

Al cabo de un rato, México ya le había hecho los chilaquiles, se los dio en un tupper e Inglaterra, agradecido, salió de la casa.

Pasaron unas horas en las que México estuvo limpiando el piso de abajo. Primero barrió todo y después trapeó el lugar. Había intentado contactar con sus Estados pero no había salido muy bien. Terminó en lo de siempre de todos los años. A los Estados no les importó y mejor se quedaron en sus casas a sufrir la resaca. México, por su parte, se vengaría de ellos próximamente.

Miztemoa Noyollo | MexTinaWhere stories live. Discover now