20. Colibríes: Final

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- Sr. Lee, traigo los balances que pidió esta mañana... Sr. Lee? - dice contra la puerta Yisung el nuevo pasante de Lee&Lee Ltda. Extrañado se da cuenta de que la puerta de Lee Hyukjae, uno de los gerentes parece estar con llave "¿habrá salido a almorzar?" se pregunta, pero sería raro pues, en los dos meses que lleva allí, se ha fijado que el pelinegro acostumbra a salir a almorzar en las cercanías a eso de la una todos los días, con Donghae, su dulce novio, el otro dueño de la empresa. Pensando que su jefe está muy concentrado en algo y su llamado no ha sido oído, Yisung pega su oído a la puerta para comprobar que esté ahí.

- ... Ah! amor, ahí, justo ahí...

- ¿Ahí, cariño?

- Sí! dame mas fuerte...

La mandíbula del pasante cae al piso, y espantado Yisung huye a toda velocidad a su escritorio, tratando de borrar los sonidos de su mente.

- ¿Qué te pasó Yisung? ¿viste un fantasma? - pregunta Naeun, una de las secretarias al verlo pasar.

- No, No!, solo vengo de la oficina del Sr. Lee y... nada... mejor no molestarlo... yo voy por agua... Adiós Srta. Naeun.

.......

Dentro de la oficina, sin embargo, las cosas son muy distintas. Y mucho, pero mucho más calientes. Están que arden.

Hyulkjae sostiene en alto las piernas de Donghae que se retuerce al ritmo de sus embestidas, de espaldas sobre el amplio escritorio. Lo han hecho muchas veces allí y todavía el lugar no pierde el morbo ni ellos la chispa de jugar.

Gimiente, el castaño se alza sobre sus codos, haciendo gala de la flexibilidad que conserva gracias al gimnasio, para ver como el miembro rojizo y erecto de su novio se pierde en el agujero entre sus nalgas. Adora el morbo de verlo entrar y salir de su interior y al mismo tiempo sentirlo dentro de él.  No puede retirar sus ojos de allí, la vista lo quema por dentro.

- ¿Te gusta mirar eh?... Chico aventurero y atrevido... - la voz ronca de Hyukjae y su sonrisa ladeada y coqueta siempre lo pueden, pero ahora la siente en todo su cuerpo, enviando chispas de placer por todos lados. 

- Sabes que si... sal y vuelve a entrar... quiero ver todo...

Con el pulso disparado, Hyukjae obedece de inmediato. Se retira hasta ubicar la punta de su miembro en la entrada y se detiene allí.

- ¿Cómo lo quieres? ¿rápido o lento?

- Lento... y después rápido...

Y con lentitud casi exasperante Hyukjae comienza a introducirse de nuevo milímetro a milímetro en Donghae que se recrea mirando hasta que su cabeza cae hacia atrás, impactado por las oleadas de placer. Se endereza al tiempo que Hyukjae vuelve a salir, tan lento como entró... Y repite el proceso una y otra vez, hasta que Donghae desesperado ruega:

- Ahora rápido amor!... Ah! 

Hyukjae empieza a martillear dentro de él sin soltar sus piernas, hasta que los codos de Donghae ceden y cae desmadejado sobre el escritorio, dejándose follar. Lloriqueando y con los ojos entreabiertos el castaño disfruta de la imagen su novio, sofocado y sudoroso, de pie pegado a él, disfrutando con él, hasta que se corre sobre su abdomen. Hyukjae le sigue poco después con un gemido lastimoso.

Con cuidado Hyukjae se retira y se inclina por un beso, al tiempo que Donghae se vuelve a alzar sobre sus codos. Pero si Hyukjae piensa que todo se ha acabado, está equivocado...

- Amor, no me sueltes las piernas... Mira... - y dicho eso, Donghae lleva una mano a su entrada dilatada y contrayendo sus músculos deja escurrir parte del semen que Hyukjae ha vertido en él hace unos segundos. Embarrando dos dedos, lleva un poco a sus labios y luego a los de su novio que observa boquiabierto.

Compañero del AlmaWhere stories live. Discover now