9|Sonrisa

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MAZKLAN

Con dos de mis guardaespaldas de confianza, Alexandro y otros tres que eligió Salkova para la protección de nosotros, salimos del hotel, no sin antes despedirnos de mi papá y mi hermano, pues iba a llevar a Milán a comer solo nosotros dos, quería distraerlo un poco de todo esto que estaba pasando.

En cuanto llegamos a un restaurant nos encaminaron a una mesa inmediatamente y después de ordenar, quedamos en un momento en silencio, hasta que él lo rompió.

—¿Qué planeas Mazklan? — pregunto.

—Distraerte de todo lo que está pasando— dije con una sonrisa mientras tomaba un poco de vino.

—No, me refiero a todo eso con Alexandro— soltó un suspiro.

Entonces yo sonreí, pero mi sonrisa se borró en cuanto vi entrando a ciertas personas al restaurant, el maldito destino me estaba jodiendo y no de la forma que esperaba.

Cuando Milán se dio cuenta que borre mi sonrisa, dirigió su mirada y lo vio.

Al estúpido de Grece con toda su familia, y cuando su madre me vio, mi plan de tomar la capa de Harry Potter y desaparecer tomó un sentido estúpido.

—Te juro que no sabía que iban a estar aquí— le susurre mientras apretaba las manos.

Milán no dijo nada, ya que una mujer mayor se nos acercó.

Mazklan querido, que placer encontrarte por aquí— hablo la madre de Grece en griego.

Sí, es una gran coincidencia ¿Qué la trae por acá señora? — dije mientras le daba un beso en la mejilla.

—Grece vino por negocios y mi nuera lo siguió horas después y nos arrastró con ella— rodo los ojos —según ella nos revelara el sexo del bebé en el desayuno—

No pude responder nada, ya que, en ese momento, detrás de ella, aparecieron los demás miembros de su familia, entre ellos Grece.

Mazklan, querido, ¡Qué gran coincidencia! — dijo Christa mientras miraba de reojo a su esposo.

Opino lo mismo— dije con mi sonrisa forzada.

—¿No nos presentas querido? — dijo la madre de Grece mirando a Milán.

—Oh, claro, les presento a Milán, mi novio— entonces la sonrisa de Christa se ensancho y Grece apretó su mandíbula, sabía que estaba enojadísimo, pero solo de ver a la niña que está en sus brazos y a esa perra con su pansa, me dan ganas de... ah, ni siquiera sé que haría y que me haría a mí mismo, solo de pensar que esa niña y la estúpida de Christa mientras pensaban que su amado Grece estaba de viaje de negocios, en realidad estaba revolcándose en mi cama entre mis piernas.

Un gusto— fue lo único que dijo Milán mientras miraba a Grece de una forma... no sé de qué forma podría describirse, pero para mí que lo estaba mandando al infierno con la mirada.

Bueno queridos, nosotros nos vamos a nuestra mesa y dejamos que desayunen tranquilos— dijo su madre en cuanto vio al mesero acercarse con nuestros platos.

Pero antes de alejarse por completo, Grece se inclinó un poco y me susurro cerca del oído.

Te dije que no te voy a dejar ir— con eso, me sonrió y el muy sexy sínico con ese estúpido acento se fue.

—Imbécil— escuche que susurro Milán.

Entonces el almuerzo paso en completo silencio.

No era esto lo que planeaba, yo no debería de haberlo vuelto a ver.

MAZKLAN +18Where stories live. Discover now