28| Un Caliente Mensaje

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MAZKLAN

Con la llegada de un nuevo bebé las cosas se iban a complicar un poco más en lo que era la cuestión del trabajo, pues Milán tenía varios de los proyectos a los que ahora ya se iba a dedicar, pero sabemos que a veces las cosas no resultan como esperábamos.

No sabía cómo iba a dar la nueva noticia, pero teníamos que hacerlo rápido, si era posible lo más rápido a mi padre, para que no se le asignaran más proyectos a futuro.

Era una cosa preocupante, así que aprovechando que Milán se había ido con mi hermano Aris a un viaje de negocios, tome a Mazlan y me fui a la empresa y me dirigí a la oficina de mi padre, tal vez sonara estúpido, pero mi Mazlan iba a ser un escudo.

—¿Qué trae a este hermoso bebé a la oficina del abuelo Marshall? — dijo mientras se levantaba de su silla y corría a arrebatarme a mi bebé de mis manos.

—Vine a saludar al abuelo— fingí una infantil voz e hice ademanes con las manitas de Mazlan.

Por unos minutos, mi padre le dedico especial atención a Mazlan, hasta que me miro, se sentó en su silla de nuevo con Mazlan en las piernas.

—¿Extrañas tanto a Milán que traes a Mazlan a la oficina? —dijo mientras jugaba con las manitas de mi bebé.

—Sí, lo extraño— sonreí mientras me sentaba frente a él.

—Papá, tengo algo que hablar contigo— me miro, pero eso no quitaba la atención que le dedicaba a Mazlan con sus manos, ¿me pregunto cómo habrá sido conmigo cuando era bebé?

—Ahora que te veo con Mazlan, ¿Papá y tú nunca pensaron en adoptar nuevamente? —a pesar de que sonrió, la sonrisa no llegaba a sus ojos, el tema de papá siempre era su debilidad.

—Bueno, tu padre ya tenía tres hijos antes y conmigo tuvo dos, cinco es un número grande, aunque solo a ti te tuve desde recién nacido, cuidar de un bebé es un trabajo muy delicado y cansado, pero sin duda es la recompensa más grande que uno pueda tener— cuando me miro sus ojos le brillaron y su sonrisa se ensancho.

Me acerque y lo abrace muy fuerte, tan fuerte como solo una vez lo he abrazo de tal manera, cuando mi padre murió, y no es que diga que algo malo vaya a suceder, sino que nunca lo he abrazado de esta manera.

—Además, tenemos grandes herencias, pero no tantas para otro más— sonrió quitando la melancolía del momento.

—Bueno, esas herencias al final de cuentas terminaran repartidas en un futuro, entre mis hermanos y yo tenemos que repartirlas, ellos entre sus hijos y yo con los míos—

—Bueno, a pesar de que eres el que se llevara la tajada mas grande cariño, los gemelos no quieren acciones en la empresa y Julieth menos, ya sabes, dijeron que te las iban a cambiar por casas y terrenos, además Aris ya negó que quiere la presidencia, él con solo estar aquí y estar a tu lado será feliz, así que tienes una responsabilidad muy grande y luego esa responsabilidad se pasara a Mazlan— lo besó en sus mejillas como si no hubiera mañana. —Yo diría que si quieren tener otro bebé esperen un tiempo, para que haya una gran diferencia de edad y no se peleen por cosas de la empresa y eso— besó la coronilla de mi bebé y le acomodo su gorrito que se había caído.

—Sí... lo mismo pensaba Milán, pero... nos falló— enseguida levanto su mirada y me miró fijamente para saber si no era una broma.

—Vaya... bueno hijo, ¿si sabes que todo será más complicado ahora no? — solté un suspiro.

—Lo sé, ya lo hablamos con Milán muy bien, a pesar de que todo va a ser difícil, esperaremos al nuevo bebé con ansias— sonrió y asintió.

MAZKLAN +18Where stories live. Discover now