Laguna de los recuerdos #7

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Juego un poco con mi comida para luego observar a los demás de la mesa.

Todos estamos comiendo en silencio. Desde hace varias semanas estamos así y no lo entiendo. No sé qué paso antes de que perdiera  los recuerdos pero ha cambiado. Recuerdo algunas cosas de antes y estoy muy segura que la casa y las comidas no eran así.

Todas estas semanas todos han estado ausentes. Papá no llega a casa por varios días. Jack se encierra en su sala de juegos y mamá no sale de su estudio de dibujo o del cuarto de Mandy.  No sé dónde está y las veces que me he atrevido preguntar, las cosas salen mal y mejor prefiero mantenerme callada. Todos se comportan tan raro y no sé porque. No sé lo que sucede y nadie me quiere decir nada al respecto.

—Elizabeth por enésima vez deja de hacer ruido con la comida—me reprende molesta mamá

—Lo siento, mamá –murmuro cohibida.

Ella se levanta de la mesa tan rápido que nos sorprende a mí y a Jack, papá se mantiene tranquilo comiendo la cena.

—Que tengan un buen provecho—dice con amargura.

—Morgan—la llama papá con advertencia pero ella apenas le hace caso y sigue su camino, papá  va detrás de ella.

—Gracias—habla sarcástico Jack

¿Pero que hice?

Él también se levanta dejando su cena a la mitad.

Suspiro con tristeza y mis ojos me arden al querer llorar.

—Libby, cariño, no llores—me consuela... ¿Clarissa?

Gimoteo y hago un puchero al no poder contener mis lágrimas.

—Es mi culpa...están enojados porque yo no recuerdo.

—Libby no es cierto. Porque no me acompañas y hacemos unas ricas galletas.

Niego con la cabeza y dejo mi comida ahí y me levanto con desanimo.

Subo las escaleras pensando en que puedo hacer para que ya no estén enojados conmigo. Me detengo de golpe en las escaleras cuando todas las luces se apagan me quedo un minuto quieta sin poder moverme y cuando recupero el aliento doy un fuerte grito.

En seguida siento como alguien me toma de mis hombros.

—Hey, tranquila. Aquí estoy no tienes que temer solo se fue la luz...

Se escucha como se rompen algunas cosas abajo y los dos nos quedamos quietos.

—Libby entra a tu habitación y no salgas de ahí. Pase lo que pase no salgas, ¿entendiste?  —presiona mis hombros con un poco de fuerza. —Contéstame.

—Si.

—Bien. Busca a tu hermano y ocúltense los dos. Buscare  a mamá

El baja con cuidado las escaleras trato de detenerlo pero él solo me da un beso en la frente.

Busca a tu hermano...

Sus palabras resuenan en mi cabeza y en seguida corro hacia el pasillo. Me subo a la mesa donde se encuentra un jarrón que lo dejo en el suelo. El espejo se logra ver un poco mi reflejo hago una espiral en él y se ilumina un poco para luego abrirse la puerta detrás del espejo.

Entro al pequeño espacio que hay detrás. El pequeño espacio se cierra y  unos números que están alado de la puerta, brillan al encontrarme en completa oscuridad. A lado de estos hay una nota de donde tiene anotado a donde iré a parar si presiono cierto número.

Presiono los números y me sujeto de las esquina al sentir que desciende muy rápido revolviéndome el estómago por la fuerza que baja.

A los segundos llego a donde debo de llegar. La pequeña caja se entreabre y escucho los disparos del  juego de su celular.  Mi corazón da un vuelco de alegría sabiendo que él está bien.

No Confies En NadieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora