𝐂𝐎𝐔𝐋𝐃 𝐇𝐀𝐕𝐄 𝐁𝐄𝐄𝐍 𝐌𝐄. ━ Yeonjun. ✓

━━━ 𝗖𝗛𝗔𝗣𝗧𝗘𝗥 𝗧𝗪𝗘𝗟𝗩𝗘.

𝗦𝗼𝗹𝗼 𝘁𝗲 𝗽𝗶𝗱𝗼 𝘂𝗻𝗮 𝗼𝗽𝗼𝗿𝘁𝘂𝗻𝗶𝗱𝗮𝗱.

No había hablado con nadie de lo sucedido, ni siquiera con mamá quién me había preguntado incontables veces que era lo que le tenía en aquel estado de tristeza el cual no parecía querer abandonarme en ningún momento y aunque insistiera con el tema, para que le contaste que había pasado, las palabras no querían salir de mi boca, no quería hablar con nadie sobre lo que había pasado porque temía ponerme a llorar como idiota nuevamente. Me había mantenido al margen, evitando que los demás se dieran cuenta que la estaba pasando mal y sobre todo evitando tener que aceptar que ahora era definitivo: no tenía oportunidad con Yeonjun.

Y aunque dolía aceptarlo, me ardía el pecho pensar que jamás había tenido una oportunidad con él y que para poder superarlo, debía internalizar ese hecho. En definitiva ahora veía casi improbable el tener un relación con él, es decir, me había lastimado lo suficiente en todos los años que había estado callada muriendo por su amor y ahora, justo después de decirle todo, me sentía aún más herida al saber que no me tomaba en serio y que para él solo era un aperitivo antes de la verdadera comida. Pero tenía que superarlo ya, me había torturado tres días enteros pensado en ello, en porque no lo había dicho antes o si de ser de esa forma algo ahora mismo fuese distinto y, sinceramente, ya no tenía ganas de saberlo. Lo único de lo que era conciente era del hecho de olvidarlo, tenía que alejarlo de mi mente.

Por más que me ardiera el pecho hacerlo.

Suspiré colocándome los pantalones de cuero negro que había sacado del armario seguido de la blusa azul de seda que tenía botones y algunos detalles en dorado cerca de las solapas del cuello, mamá la había comprado para mi, ahora que recuerdo. Ahora lo que importaba era el tener que alistarme para ir a la exhibición de arte, nada más y que por más que me sintiera deplorable, debía verme más hermosa que de costumbre, demostrar que lo que pasaba no estaba doliéndome. Me miré en el espejo aprobando lo que me había puesto y me apresuré a hacer un moño en mi cabeza para que de viese más elegante, me coloqué un collar dorado que había por ahí y los pendientes, también me rocíe perfume y me retoqué el maquillaje que había hecho.