Parte Sechs: Dudas

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Berlín,Alemania. Septiembre 18 de 1939.

Trate y trate de no alterar mi orden interior comiendo mi cabeza con esa dichosa notificación pero, no lo logre del todo.Seguía estupefacta al saber que el llamado sombrío de una guerra me estaba tendiendo su mano.

De una forma u otra, estaba participado en una riña reciente de gallos de pelea con el poder de destruir no sólo un territorio,sino todo el mundo que conocía.

Ya casi era oficial,Polonia era disputada y repartida entre dos países. Los refugiados de guerra comenzaron a germinar y era sólo una muestra de lo que se venía. La radio no paraba de parlotear discursos tras discursos,noticias de los frentes se comunicaban con estremesedores relatos de bombarderos,infantes y destructores.

En esa escena ingresaba yo,puesto que era el día anunciado por un trozo de papel y una firma, mi parte de "hacer patria" habia comenzado.

Estaba extrañada,duda tras duda me cubrían de los pensamientos.¿Que será lo que haré?,¿Cómo vestire? ,¿A quién conoceré?, ¿Porqué a mi?.Sabía que las anteriores se irían respondiendo una tras otra,pero eso no quitaba que revoloteen mientras tanto.

Una apariencia formal tenía que ser,blusa blanca y una falda oscura que marcaba lo suficiente mi curva. No era muy alegre, pero si serio y era lo que buscaba. Un colgante fino de diminuto dije adornaba mi cuello sutilmente y mi viejo pero adorado tapado negro cubría aquel cuerpo aún machacado por el asfalto.

La hora habia llegado,Greta aún reposaba mientras yo embarcaba en un vehículo rojo como el vino. El viaje se hacía tedioso y las ventanas reflejaban lo amargo del momento.

Al detenerse,deje caer mis pies sobre el cordón del asfalto y frente a mi se posicionaba un gigante blanco de muchos ojos cristales y una puerta de roble . Dos guardias custodiaban rigurosos y observaban mi ingresó hacia aquel edificio.

-Piso número dos - Expulsó de su boca al leer la carta y volvió a su pose de pierda.

Al subir por aquellas escaleras mi corazón saltaba de nervios,no sabía hacia donde me adentraba y eso no me agradaba para nada. Al posar la vista en el horizonte,un pasillo extenso era el punto de encuentro de una decena de señoritas. Sentada con el bolso sobre el regaso aguardaba a alguien,un descosido,un extraño que me respondería mi duda existencial del momento, ¿Porque qué me encontraba ahí?.

No pasó mucho tiempo y una de las tantas puertas se abrió bruscamente,un hombre alto con expresión sería y el tradicional uniforme se posó frente a nosotras.Con manos en la espalda y vista al frente se dirigió a nosotras

-Todas en fila.Ahora - Dijo crudamente

No entendíamos mucho de que se trataba,nos pusimos de pie en cuanto la puerta se abrio y luego enfilamos,seguramente lo entendíamos en unos segundos

-Señoritas,Ich bin Oberstleutnant Kraus Müller,aquella persona que firma sus cartas de reclutamiento. Como bien dice en las mismas, prestarán servicio como comunicantes u otro tipo de tareas que se requieran. Estamos en guerra y por tal motivo se les preparará para las circunstancias en un curso básico pero intensivo,estarán bajo mi cargo y les recuerdo que esta situación no es descartable. A partir de este momento ustedes forman parte del personal militar y por ende estan bajo jurisdicción militar.Con el correr de los días sabrán que es un desertor y les aseguro que no querrán ser una.¿Preguntas? -Exclamó sin expresión dirigiendo su vista a los ojos de cada una de las 12 señoritas.

-Yo tengo una- Balbuceo una joven levantando su mano

-Hablé - Le refuto el Oberstleutnant.

-¿Donde nos van a entrenar señor y cuanto tiempo?

-En el Quinto Regimiento Mecanizado ,serán educadas y evaluadas durante un mes -

El Diario de Ida: ÜberlebeOnde as histórias ganham vida. Descobre agora