Amor NO correspondido -(Camren - Delena) (PAUSADA)

Capítulo VIII

-Imbécil –dijo Santana.

-¡San! Se buena –regaño Britt.

-Como sea –murmuró la morena y se cruzó de brazos.

Todas volvieron a reír.

-Bien chicas, es hora de bajar –les dijo Anahí.

Anahí, Dulce y Zoraida –la entrenadora de todos los equipos deportivos femeninos –, habían llevado a las chicas para las competencias. Por supuesto, Dulce y Anahí habían llevado a sus hijos porque no tenían con quien dejarlos y no confiaban en nadie.

Las chicas asintieron, tomaron sus cosas y comenzaron a bajar del camión, pues después de ver la escuela, irían directo a la casa de Alison.

-Oye, ¿estás bien? –pregunto Keana a la rubia, la cual se encontraba limpiando sus sudorosas manos en su sudadera.

-Si –tartamudeo.

-¿Segura? Te has puesto un poco pálida –la miro preocupada. –Y no sabía que eso era posible, ya eres pálida de por sí.

Alison rió antes de responder:

-No es fácil volver a tu pasado.

Keana solo asintió.

Todas sabían que Alison era de aquí, y que de hecho era la Queen B, pero nunca les dijo el motivo del porque se había cambiado de escuela y ellas no se atrevían a preguntar.

Todas bajaron del camión y los estudiantes de la escuela secundaria Rosewood, comenzaron a murmurar al ver a la rubia.

-Alison DiLaurentis –un chico alto, cabello castaño oscuro, piel blanca y ojos azules, se puso frente a ella.

-Noel Kahn –la rubia lo miró con una ceja alzada, sus brazos cruzados a la altura de su pecho y aquella pose que siempre intimidaba.

-¿Me extrañaste? –iba a tocar su mejilla, pero su mano fue detenida por la de la rubia.

-Ni un poco –lo miro con burla.

-¿Segura? –se acercó a ella, pero Alison retrocedió.

-Segura –iba a esquivarlo, pero él la tomó por la muñeca y la acercó a su cuerpo, pero Alison puso su mano sobre su pecho para obtener distancia. – ¿Qué quieres? –lo miro desafiante.

-¿Todo bien? –pregunto Victoria llegando a su lado.

-Más que bien –dijo Noel mirando a Victoria de arriba abajo.

-Cuidado como ves a mi novia –amenazó Jade, mirándolo desafiante.

Ante eso, Alison pudo soltarse ya que Noel disminuyó su fuerza.

-Tranquilas chicas, él es un imbécil que no vale la pena –miro a sus amigas.

-¿Todo bien? –llegó Dulce, quien había visto la situación desde lejos.

-Si profesora, todo bien –respondió Noel ante la mirada de la pelirroja.

-Vamos adentro chicas –dijo a sus alumnas.

-Yo te protegeré, Ali –dijo Manuel, el hijo de Dulce.

Las chicas rieron ante eso.

-Creo que ya sabemos quién va a llevarte al baile de graduación –bromeo Dinah.

Alison rodó los ojos mientras una sonrisa divertida se dibujaba en sus labios.

-¿Puedo hacer eso? –pregunto el pequeño rubio a Alison.

Dulce soltó una carcajada ante la pregunta de su hijo.

Alison se sonrojo, pero aun así respondió:

-Claro que puedes –le sonrió.