Parte 64

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Los días seguían, y conforme iban pasando en mi cabeza sabía que eran menos para recibir noticias y que Isabel y Alec regresaran.

Los ataques demoniacos continuaban y siempre eran dos ataques al día en dos locaciones distintas. Eso era bastante sospechoso y me he dedicado a dar con el patrón que usan, claro si es que usan uno, o al menos dar con lo que sea que los este manipulando para trabajar de esa manera. 

La relación con Jace cambió de nuevo, la presión de estar al mando de un Instituto tan grande era mucha y se la pasaba encerrado en la oficina de Alec, salía solo para ir a los ataques de demonio. Para que comiera tenía que dejarle la comida en la oficina y cada día teníamos sexo casual en ese sillón de terciopelo negro o pegados contra la pared, él seguía sin verme realmente, siempre me observaba como queriendo grabarse mi cara por completo en su cerebro, después olía mi cabello y el sexo era inminente, yo me dejaba llevar porque ¿Quién no quiere tener sexo con este pedazo de hombre? Aunque comenzaba a sentirme como una de esas ninfas que venden su cuerpo por un poco de tu sangre. 

Las veces que regresábamos de un servicio e iba a la sala de armas recordada ese sueño tan real que tuve y esa sombra negra que atravesaba la pared, el mareo y la caída. Su voz, tan ronca y profunda como un pozo sin fondo, con ese leve tono que te hace creer que contiene algo en su interior y quieres saber que es eso que puede ser tuyo. 

El otro día que estaba trabajando en la sala de armas utilicé la luz negra para sacar todos los residuos de sangre de las espadas y me di cuenta de algo realmente raro, tengo un tatuaje tipo enredadera recorriendo todo mi brazo y terminando en el dorso de la mano, si quitaba esa luz no se veía más que un hilo dorado en mi piel pálida y solo si sabes que está ahí logras identificarlo. Nunca había puesto atención.

Eran las cinco de la tarde y no había pasado nada en todo el día, acababa de dejarle la comida a Jace y una sesión de sexo rápido para regresar a trabajar cuando vi algo raro detrás de las computadoras... ¡Era esa sombra de la sala de armas!

Deje las alarmas en altavoz por si algo pasaba y así podría seguir a esa sombra, la perseguí hasta llegar a otra parte del Instituto que no había conocido antes, pero parece que este intruso si lo conoce. 

Estaba a nada de lograr tocarla cuando sonaron las alarmas, me distraje un segundo y al otro ya no había nada en la pared. Vi algo dentro de la habitación que estaba al lado mío y pensando que quizá era el intruso no me importó la alarma y entré. No vi nada así que me regresé por donde creía haber venido. Llegué y Jace estaba llegando también. Todo pasó en segundos y estábamos de vuelta al trabajo. Cada uno a una locación diferente y solos.

Me encontraba de nuevo en el Lobo de Jade, al parecer eran muchos demonios pero se necesitaba apoyo... Y solo llegue yo. Perfecto. La manada de Luck me ayudó mucho con los demonios, terminamos todos llenos de sangre demoníaca color verde, otra color púrpura y negra. Era asqueroso. 

Luck: gracias por el refuerzo _____

___: no es nada luck, lamento solo ser una jaja

Luck: está bien.-la misma mirada otra vez

___: bueno si no me necesitan más me retiro entonces.- dije incómoda 

Luck: quédate a comer, no tienes porque regresar tan pronto, anda descansa un poco

___: mmm no lo sé, debería regresar... Pero si me ofreces un poco de agua puede que me quede un rato, aún tengo que redactar mis informes de la misión.

Luck: adelante shadowhunter- y ambos entramos al restaurant 

Por dentro es un lugar por el cual no das nada, pero con una comida bastante buena, había únicamente licántropos eso quiere decir que es su guarida oficial y me habían dejado entrar... Wow. 

Luck me saco de mis pensamientos al sentarse en frente mío.

___: se que tienes cosas que preguntar y dado que ya terminé mi comida puede proseguir oficial- dije en tono burlón y sarcástico dejando de lado mi plato de comida.

Luck: lamento mucho incomodarte ____ pero el parecido es increíble. Ella era como una hija para mí y su muerte fue lo peor que pudo pasarme, perdí a todos los míos

___: te entiendo, también perdi a los míos y lamento escuchar eso en verdad pero yo no tengo la culpa de parecerme a ella. Suficiente tengo en el Instituto como para que me lo repitas tú. 

Luck: lo lamento ____ de verdad. 

___: créeme que lo lamento más yo que todos ustedes. Pero bueno, debo irme.- me levanté-Gracias por la amabilidad, gracias por dejarme entrar a su guarida. Sabes que tienes una Shadowhunter como aliada Luck. Búscame cuando lo necesites 

Salí del lugar y de nuevo caminé hacia el Instituto. Cuando llegué era de noche, pensé que Jace estaría preocupado sobre si me habría pasado algo pero cuando llegue la calma reinaba el lugar, solo se escuchaba el ir y venir de los mensajes de fuego en la oficina central. 

Me senté en mi silla y me dispuse a esperar a que pasara algo más pero nada pasó, de nuevo me quedé dormida en el escritorio.

Viendo hacia un pasillo obscuro recordé la sombra que seguí en la tarde y decidí ir a ver qué era lo que había en esa habitación donde creí haber visto algo, la verdad era que no recordaba el cuarto o por cual corredor se había ido esa cosa pero a través de mi cuerpo sentí un leve cosquilleo que me hacía ir hacia un lugar en específico. 

Entre por una puerta y encontré un corredor con una única puerta, todo era muy oscuro pero al abrir encontré un cuarto hermoso y enorme, estaba muy retirado del cuarto de vigilancia lo sabía porque llevaba buen rato caminando. Mi sorpresa fue al abrir la puerta. Todo estaba iluminado como si la luna estuviera dentro de ese cuarto, al entrar vi que las paredes eran las que iluminaban el lugar. Parece como si la pintura o el material con el que hicieron las paredes fuera iridiscente, le da un toque hermoso pero cegador al cuarto. Más adelante se encontraba una cama absolutamente de color negro pegada a una esquina del cuarto. Avancé fijando mi vista únicamente en la cama para no ser cegada por la luz. 

Al llegar a los pies de la cama vi que la madera era negra, un negro profundo. La ropa de cama era de seda negra mate a corde con lo demás y sobre la hermosa cama había unas cuantas plumas... Si, plumas de un blanco pulcro. Con el brillo de ese cuarto las plumas parecían ser de cristal y al lado de ellas una caja con una letra en un sobre. Al observar vi la letra M con una caligrafía excéntrica. Un impulso hizo que tomara la carta y cuidadosamente abrí el sobre, el papel había quedado como si nada hubiera pasado y proseguí a sacar la carta.

Moonwood.

Espero te guste, si necesitas algo sabes cómo llamarme.

  ~JM

JM. Eso era lo único que decía, nada más. Al ver dentro de la caja encontré un par de cuchillos luna creciente, eran de un perfecto tamaño y tenían un filo increíble. Eran hermosos, venían cada uno enfundado y adaptados para la cintura. No había visto un arma tan imponente desde los chakhrams de Jodge. 

Los tomé y los puse de nuevo en la caja

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Los tomé y los puse de nuevo en la caja. La cerré y salí de esa habitación tan luminosa como hermosa, no sin antes tomar una de esas plumas y llevarmela a mi habitación. Dejé todo dentro de mi clóset y regrese a ver las cámaras... Nada había pasado en el tiempo que me fui. Perfecto así podré descansar un poco.

Pasadas las horas las alarmas comenzaron a sonar y fue el momento de despertar y salir corriendo a la misma rutina.

Nunca sere ella ║║ Jace Herondale y Tú ➀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora