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Maratón 1/3
¡Disfrútenlo!

•••

Millie se había pasado la semana yendo a la casa de Noah, quedaba a cenar y luego, iba a su casa. Karine era una gran madre, él nunca le había contado sobre ella, tampoco nada de su historia y una de esas noches en las que se quedaban en la cama hablando de cualquier cosa, salió ese tema... Su familia.

Sus padres se divorciaron cuando él era bebé, no tenía un año cuando su padre se fue de la casa, había muchos problemas económicos, conflictos y peleas entre la pareja que formaban entonces, decidieron separarse pero después de eso, no se llevaban mal.

Karine lo tuvo siendo una adolescente con muchos problemas familiares y con ella misma, era una chica que solía tomar alcohol, no le importaba nada solo sus padres.

No sabía que la madre de él había tenido una vida fuerte y dura: su padrastro la violó de niña y ese fue el trauma que la llevó a drogarse, tener amigos malos y esas cosas...

Pensó en el aborto de su hijo, también en suicidarse, Noah le explicó como había sido ese momento. Se había parado en medio de la calle cuando un camión pasaba por esta, por suerte el mismo iba despacio y no la atropelló, días después de aquel incidente se enteró que tenía una vida dentro de su vientre y se sintió agradecida, estaba feliz pero seguía perdida. Era el hijo de Mitchell, y ellos en ese momento no esperaban tener un hijo...

Tenían dieciocho años. Karine pensó que su hijo era la bendición de sentirse feliz después de que su padrastro abusó de ella pero, seguía pensando en cómo su vida cambiaría. Dejaría de salir, tendría que quedarse en casa, no podía ir a la Universidad y tener un titulo.

La madre de ella se separó de lo que era su esposo y quedó soltera, ella amaba tanto a su madre como a su padre, en el tiempo que les contó sobre que iba a tener un hijo con Mitchell, sus padres le apoyaron en cada cosa que tuviera que pasar por el embarazo.

Era joven y no sabía sobre esas cosas, no pensaba que después de haber tenido relaciones usando preservativos tendría un bebé.

Mitchell no fue el mejor padre que hubiera deseado, muchas de las veces se olvidaba de ir a buscarlo después de partidos en el colegio o los fines de semanas no iba a buscarlo a la pequeña casa donde vivía con su madre, pero pasando los años, él se casó y empezó a ser un buen padre.

Noah nunca le tuvo rencor, lo quería muchísimo pero tal vez no tanto como su madre, era como una mejor amiga para él. Millie sabía que el castaño tenía dos hermanastros que eran más hermanos que hermanastros, realmente eran tiernos según él. 

Fue a la psicóloga días después por la sesión que tenía con ella, la había cambiado a todos los viernes por la tarde... Al llegar, todo seguía de la misma manera: naranja. Se rió para ella misma, unos colores le habían hecho un completo lío en la cabeza, era algo loco pensar en eso...

En como con los colores te identificabas, Sadie era un naranja, siempre estaba alegre, era algo que repartía por el mundo. Podía ser una zorra a veces, pero siempre teniendo la misma simpatía con cualquier persona con la que hablara.

—Tu padre me llamó hace unos días —dijo Natalia cuando Millie cerró la puerta de la sala—, quería saber qué me habías dicho el primer día que hablamos.

La castaña se le quedó mirando fijamente. Sabía que había un contrato en el cual decía que todas las cosas que se hablaban quedaban en ese lugar, en esas cuatro paredes de color que significaba algo. Y entonces, una duda le llegó a la cabeza: el contrato podía ser falso ¿no? Natalia le sonrió y negó con la cabeza.

—Firmé el contrato, tu padre también y tú tienes que firmarlo, no le conté nada.

—Oh, eso es bueno... Pensaba que si le habías contado algo me marcharía lo más rápido posible de aquí.

Soltó una pequeña risa y acomodó la libreta sobre sus piernas con la lapicera de tinta que tenía, nadie usaba lapiceras de tinta ya. Bueno, nunca vio a alguien usar unas en estos años, tal vez era la nueva moda... Agh, pensaba cualquier estupidez.

—Cuéntame, ¿cómo estuviste esta semana?

—Está semana estuvo bien, bastante bien.

— ¿Hay razones por la cual estuvo bastante bien? — La cara de Mills fue tomando color carmesí con el paso de los minutos.

—Un chico... El chico del cual te hablé la otra vez, bueno, salí de la sesión que teníamos, fui a su casa y le hablé sobre que no sabíamos que era y me contestó que era demasiado notorio que éramos novios, así que... lo somos.

Natalia frunció el ceño, llevó su tinta a la boca y mordió la tapa de la misma pensando en lo que su paciente recién le había contado. Por su mirada, no estaba conforme con eso y ella no supo por qué...

— ¿Sólo así? ¿No te lo preguntó?

—No. —Susurró la castaña... Fue raro.

La mayoría de los chicos que querían tener algo con una chica, les preguntan sobre eso, dicen las palabras y se les proponen yendo a una cita, él tan solo fue muy Noah.

—No deberías conformarte con poco. No deberías.

(...) 

Después de salir de la sesión, caminó directamente a su casa, Sadie seguro ya estaba dentro con una pizza esperando por ella. Verían películas hasta el amanecer, habían planeado esa noche de chicas desde hace unos días y hoy la llevarían a cabo.

Pasó por dos parques que estaban totalmente hermosos con los faroles iluminando los arboles, los columpios con niños y padres ahí. Estaba oscureciendo pero no hacía mucho frío como suele hacerlo en esa época del año por su ciudad.

Paró en uno de los parques cuando vio a Sydney con una persona adulta, eran muy parecidas; debía de ser la madre. La chica estaba amamantando a un niño, la cara de Millie fue atónita.

Recordó en el tiempo, nunca había visto a la rubia con una panza de embarazada pero hubo un tiempo, cerca del final de curso, cuando faltaba a clases, no salía a las fiestas, no se sabía nada sobre ella, había estado oculta. No sabía si en el verano salió o qué pero, no hubo noticias por ninguna parte.

Era un niño por el atuendo que estaba usando. La castaña siguió mirando de la misma manera hacia ella, no entendía que sucedía. Dios mío, si era verdad, ese hijo podía ser de Noah porque ellos fueron novios y habrán tenido relaciones pero si era así, él seguro se había encargado del bebé y también hubiera estado con ella; apoyándola por más que sea una zorra.

Cuando Sydney la vio, frunció el ceño y Millie apartó la vista, salió corriendo lo más rápido posible... Ahora le haría la vida imposible porque había descubierto el secreto más oculto de todos, tenía un hijo.

Estaba sacando conclusiones sin sentido capaz pero, estaba pensando sobre lo que había visto y si no era su hijo ¿Por qué le estaba amamantando?. Corrió a su casa, Sadie debía de saber algo al respecto.

Inmerse in the dark | NillieTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang