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Habían pasado dos semanas y media, la recuperación de Millie fue demasiado buena. Tenía algún que otro moretón por sobre su brazo pero, después las heridas estaban completamente cerradas y no parecía tan destrozada como hace tiempo atrás.

Sadie estaba con ella en su habitación, viendo todos los vestidos que tenía para esa noche. Ambas saldrían a bailar con Noah y el nuevo novio de la pelirroja, Caleb. Como siempre, ella se encargaba de preparar la ropa, el maquillaje y el peinado mientras su amiga leía algun libro, miraba televisión o iba por comida. Las dos eran tan diferentes físicamente como personalmente, tal vez es por eso que congeniaban tan bien.

La castaña se tiró encima de los vestidos que Sadie había preparado y cuando la vio, soltó un grito agudo que podría haber llegado hasta China, literalmente, lo hizo solo para molestarla, ya que era algo que le gustaba hacer, rodó en la cama pero en un segundo estaba tirada en el piso y la pelirroja permanecía abrazando al pedazo de tela negra. Bufó enojada mientras se paraba y se acomodaba la remera.

—No te metas con los vestidos ¿Si? No puedes arrugarlos. —Le dijo y los tomó de la cama, llevándolos a su percha mientras los colgaba en la puerta del baño.

—Mis ganas de ir a bailar, desaparecieron... ¿Quieres que...? —Sadie no le dejó terminar, había dado media vuelta y se le quedó mirando atónita, estaba a punto de tirarle un almohadón en la cara si no cerraba la boca. — ¿Qué?

— Noah, tu novio, fue quien te invitó, y tú dijiste que sí, ahora irás. —Era como una madre.

—No es mi novio, puedo cancelar.

La pelirroja se acomodó el pelo y suspiró. Le trataba con cuidado porque, no quería gritarle pero era tan terca que a veces, la mejor manera de hacerla entrar en razón era soltando gritos pero, pasaría esta ocasión.

—"Duermen" juntos, se besan, se toman de la mano... ¿Y no son novios? ¿En qué mundo viven? ¡Eso lo hacen los novios! ¿Sabías?

—Nope, Finn fue mi "novio" pero nunca actuamos de esa manera, así que... no... —Sadie le dijo que se callara.

Mills la estaba haciendo enojar, le encantaba. Ella se ponía roja y empezaba a moverse intranquilamente por la habitación cuando se enfadaba, la castaña amaba esa escena.

—Estoy bromeando, obvio que quiero ir. —Sonrió.

— ¿Si te pregunta para que sean una pareja? —Dijo emocionada mirándola a través del espejo.

—Le diría que no, supongo.

— ¿Por qué? ¡Si lo rechazas te mato!

— ¿Tengo que repetirlo siempre? —Se tiró en la cama boca arriba y cruzó los brazos en su estómago. Si el castaño tan solo le diera la idea de ser novios, la haría muy feliz pero él sería el novio más infeliz de todos.

— ¿"Nadie quiere una novia suicida?" —Preguntó o más bien afirmó, Millie había repetido esa frase durante un mes, y ella no se había dado cuenta de que era una forma de rechazo para Noah.

Por eso, él nunca le preguntó por ser algo más y capaz nunca lo haría. Sabía que la respuesta de aquella chica sería un rotundo no.  

—No eres suicida, créeme. 

(...) 

El lugar estaba lleno de humo, luces de colores y personas bailando. La música resonaba por todo el boliche, las manos se agitaban por el aire, las risas, los gritos se escuchaban a pesar del volumen del sonido de la canción que sonaba. Había parejas, gente conociéndose, amigos, gente en grupo tomando alcohol o gente en grupo bailando, saltando, disfrutando el momento.

Millie nunca había ido a ese lugar. Decían que era uno de los mejores lugares de fiestas adolescentes de la ciudad..Dejaron sus abrigos en una de las perchas del lugar, y caminaron hasta la barra. Noah y Caleb ya estaban sentados hablando de cualquier cosa.

El novio de Sadie era lo bastante guapo para ella... Ese era el chico misterioso de algunas fiestas anteriores. Millie nunca pensó que estaría yendo a fiestas por más, que solo hayan sido tres o cuatro, no se imaginaba llevando un vestido ajustado al cuerpo, tampoco zapatos altos; es que los odiaba tanto. Le lastimaban los pies y les costaba moverse con ellos.

—Podría haber venido con zapatillas, un pantalón de jean y una camisa de fiesta blanca. —Dijo la castaña tomando el brazo de su amiga mientras caminaban hacia los muchachos que estaban recibiendo muchas miradas de chicas por el bar.

—Te van a robar a tu querido novio. —Dijo esto mientras señalaba hacia él y a una chica que intentaba ponerle las manos encima.

Él negó con la cabeza, no quería ser un irrespetuoso y mandarla al carajo, así que lentamente le dijo que tenía novia.

—Confío en él, sé que no se va a acostar con alguna zorra.

—Oh, bueno... Podría no acostarse con ninguna, pero podría toquetear y besar a una.

Sads rió y negó con la cabeza. Llegaron donde ellos y la pelirroja fue con su novio para plantarle un beso feroz en los labios, la chica que intentaba llegar a algo más con Caleb se fue enojada.

Millie una risa sonora con Noah a su lado, él le besó la frente y ella le abrazó por la cintura, descansando su cabeza en el hombro. Amaba esa relación sin tener que ser novios, aunque era algo completamente raro porque el castaño no era de ella y viceversa por lo tanto, él podría salir con cualquier zorra de este lugar y a la chica no debería importarle si eso pasara pero, sabía que sí le importaría y mucho.

—No pienses esta noche. —Le susurró Noah y le besó la sien. Sintió como unos animales corrían por su estómago y sí, eran animales; no lindas mariposas como suelen decir. —Hoy vives, mañana piensas y te retractas de lo sucedido, ¿vale?

La tomó de la cintura y la llevó a la pista de baile. 

Los dedos de Mills se deslizaban por el pelo del muchacho mientras bailaban, sus cuerpos pegados, disfrutando del contacto y de la cercanía que tenían. Sus corazones latían con furia sobre sus pechos, las respiraciones eran entrecortadas.

Noah tenía las manos en la cintura de la chica y besaba su cuello de vez en cuando, le besaba a ella con pasión, lujuria, quería demostrarle que le quería, y no verbalmente.

La castaña sonrió en mitad de un beso mientras lo acercaba más contra ella, amaba su aroma: su colonia seguía pegada a su cuerpo, a su ropa por más de estar sudando. El chico pasó su brazo por la pequeña cintura de la chica y la levantó en el aire, ella puso sus piernas alrededor de las caderas de él.

Estaban en mitad de pista haciendo tal escena, era raro. Ella no pensaba tal y como él le había dicho. Mañana se arrepentiría de haber estado así con él siendo el centro de atención por unos cuantos minutos. Pero ahora mismo, disfrutaba el hecho de que los labios de ella jugaran contra los de él. Adoraba tanto a ese chico y adoraba como le hacía sentir cada minuto que pasaban juntos. Noah quería mucho a Millie y no quería perderla nunca por más que no fueran novios.

Inmerse in the dark | NillieOnde histórias criam vida. Descubra agora