El Objetivo // The Target [COMPLETA]

Capítulo 29

Kong POV

Esperé hasta que todos salieron de la habitación antes de dar la vuelta para mirar a Jes. Tenía los ojos entrecerrados mientras me observaba en silencio.

—Jes, ¿por qué ibas a enviar a Krit a Japón? —Continuó mirándome por unos momentos en silencio antes de soltar un profundo suspiro.

—Hace bastante tiempo, mucho antes de que apareciera Arthit, había dejado de ver el futuro de Krit. No importaba cuánto lo intentara, no podría ver nada sobre él. No pensé demasiado en eso entonces. No es poco común. Muchas veces, cuanto más trato de ver algo, más me evade. Así que no me preocupé por Krit. Pero cuando Arthit vino a mí diciendo que te dispararon y acusando a Lila, ya no estaba tan seguro. No tengo motivos para sospechar de Lila, pero simplemente no podía descartar mi falta de conocimiento sobre Krit. Así que decidí que sería mejor enviarlo lejos por el momento. Al menos hasta que Arthit se hiciera más fuerte. ¿Qué olías en él?

—La sangre de P'Arthit.

—¿Estás seguro?

—¿Sabes cuánto ha sangrado ese hombre en los últimos meses? Es como si ese olor se hubiera grabado permanentemente en mi cerebro. Por supuesto que estoy seguro. Y es fresca. Ni siquiera más de un par de horas. ¿Quién estuvo con Krit hoy? Sabemos a dónde fue?

—Creo que estuvo solo todo el día. Podemos rastrear su teléfono para ver todos los lugares que visitó. ¿De verdad crees que tiene algo que ver con el secuestro de Arthit? También se llevaron a Lila. ¿Crees que Krit lastimaría a Lila?

—No lo sé... pero obviamente no confiabas en él lo suficiente como para querer enviarlo a Japón. ¿No crees que deberíamos al menos investigar?

—Sí ... sí. Deberíamos. Ve a descansar un poco. Te llamaré una vez que sepa dónde estuvo Krit todo el día.

Me giré para dirigirme hacia la puerta. Probablemente era una buena idea dormir al menos unas horas. Había estado corriendo de un lugar a otro durante cuatro días y estaba exhausto. Cuando obtuvieramos una pista sobre su paradero, quería que todos mis sentidos fueran lo más agudos posible. Casi había llegado a la puerta antes de hacer una pausa y girarme para mirar a Jes.

—Jes, ¿me prometes algo?

—¿Qué?

—Si descubres dónde está P'Arthit, ¿prometes decirme? ¿Prometes no ocultarme nada que descubras?

—¿Realmente crees que es sabio? ¿Sabes lo preocupado que Arthit ha estado por tu vida? No sabemos cuán peligroso es donde sea que estén. ¿De verdad crees que Arthit te querría involucrado?

—¿Es porque P'Arthit no me querría allí o tú no me quieres allí?

—¿No pueden ambos ser verdad al mismo tiempo?

—Pueden serlo. También será cierto que de una forma u otra estaré allí una vez que los encuentres. Depende de ti decidir si tengo que ir solo o si tendré tu apoyo. —Me sostuvo la mirada por unos momentos antes de darme un breve asentimiento.

—Está bien. Te llamaré cuando sepa algo más. Asegúrate de no hacerme elegir entre tú o Arthit.

—Sí señor.

Me quedé debajo de la ducha por lo que pareció una eternidad. ¿Qué estaba pasando exactamente? ¿Y cómo había perdido tantas señales justo en frente de mí? Debería haberle dicho a Jes antes que no estaba preparado para esta responsabilidad. Soy tan inexperto. Y sé que parece que estoy inventando una excusa por arruinar todo, pero en este momento me siento tan perdido, tan indefenso. Y si algo le sucede a P'Arthit será mi culpa. Estaba tan en conflicto ahora. Muy confundido. No sabía si estaba rezando por que Krit no estuviera involucrado, rezando por que mi mejor amigo no me hubiera traicionado o esperando que lo que olía en él fuera realmente correcto. Que fuera la pista que necesitábamos para llevarnos a P'Arthit. No estoy preparado para esto. No estoy listo para ser responsable de las vidas que me importan tanto.

Estaba acostado en mi cama, sin siquiera tratar de dormir. Sabía que me evadiría hasta que esta horrible pesadilla terminara. Había sido hace tan solo unos días cuando estaba bromeando con P'Arthit sobre su reacción por nuestra primera noche juntos. En este momento daría lo que fuera por ver su cara sonrojada y avergonzada de nuevo. Me senté en mi cama cuando escuché los suaves pasos de Jes afuera de mi puerta y unos segundos después entró después de un suave golpe.

—Kong, ¿estás despierto?

—¡Jes! ¿Qué pasó? ¿Descubriste algo?

—Sí.

—¿Sí? ¿Sí, qué?

—Sabemos dónde estuvo Krit todo el día.

—¿Y? ¿P'Arthit y Lila están allí también?

—Sí.

—¿Qué estamos esperando entonces? Vamos.

—Escucha Kong, creo que deberías quedarte aquí. Voy a enviar absolutamente a todos los que tengamos para sacarlos. También me puse en contacto con la policía. Te prometo que los traeré aquí antes de que te des cuenta.

—Jes, ¿estás loco? De ninguna manera me voy a sentar aquí esperando a que sepan dónde están.

—Kong, podría haber apartado a P'Arthit demasiado pronto antes. No estoy seguro de si Lila está involucrada o no. Realmente creo que deberías esperarlos aquí.

—¿Qué? ¿De qué estás hablando? ¿Por qué Lila estaría involucrada? La han secuestrado, ¿recuerdas? ¿Por qué estamos perdiendo el tiempo? Tenemos que irnos ahora.

Me había puesto la chaqueta y los zapatos apresuradamente y estaba casi en la puerta cuando Jes intentó detenerme nuevamente.

—Kong, también sabemos quién los secuestró y por qué.

—¿Enserio quien?

—La gente que quiere matar a tu padre.