- Digamos que a la abuela le duele el cerebro e hizo algo muy malo por eso, así que voy a llevar a la abuela a un médico tan bueno que va a curar a la abuela de ese dolor, pero hasta que se cure puede hacer cosas feas.

- ¿Cómo gritar sola por la noche? - preguntó Judie. 

- ¿Ella hace eso? - Camila preguntó preocupada y Judie asintió. 

- Me levanto a hacer pis y la veo allí todas las noches batiendo todo mientras camina por la casa maldiciendo a los malos espilitus en voz alta. - La pequeña confesó. - ¿La abuela es mala? - Preguntó en un susurro. 

-No, mi amor. Su abuela es una de las mujeres más dulces que conozco en la vida. -Camila respondió. -Es su dolor la que la hace así. 

- Está bien. - Judie contesto.

- ¿Camila? -La voz de Sofía llenó la sala de la oficina donde estaba Camila y la postura de la mayor se endureció automáticamente. - A veces tengo la impresión de que me estás evitando. - Ella dijo acercándose para darle un beso en la mejilla a su hermana. 

Camila no había dicho nada aún sobre saber que Sofía la había incriminado, todo lo que hizo fue llegar a la casa de su madre aquel día y abrazar a su sobrina, percibiendo la expresión de total asombro en la cara de Sofía. Ella había mentido diciendo que el estado había percibido el error y en el mismo momento se mudó a uno de sus apartamentos y abrió un proceso pidiendo la custodia de Sofía. Ella estaba segura de que en cualquier momento el pedido llegaría para su hermana.

No tenía mente para intentar entender a Sofía en ese momento, apenas quería internar a su madre, lo que conseguiría aquella tarde, al final los papeles de internación aprobados habían llegado; la guardia de Judie y ver a Lauren. Después pensaría en Sofía. 

-Sólo estoy poniéndome al día con las cosas de mi compañía, así que no tengo tiempo. Ya sabes, ¿verdad? No es fácil conciliar el funcionamiento de una empresa de este tipo con meses de papeleo atrasados. - Dijo sarcásticamente y Sofía asintió, tomando a Judie en su regazo. 

-Nos vemos, hermanita. Cuando tengas tiempo ven a casa, mamá quiere verte. - Sofía dijo y Camila asintió, inclinándose y dejando un beso en la frente de su sobrina.

Así que Sofía se fue con Judie. Camila acomodo sus cosas y salió atrás, yendo hacia el ascensor y apretando el botón para llamarlo. Cuando las puertas se abrieron ella tomó un susto al ver a su compañera de oficina allí. No la había visto desde que volvió. 

-Hola. -La chica dijo sonrojandose fuertemente. 

-Hola. - Camila dijo, entrando en el ascensor. La chica no bajó a ese piso, como debería haber hecho, al final ese era el último piso, sólo se quedó en el recinto.

- ¿Estás bien? - Cindy preguntó y Camila asintió. - Me decepcionó cuando me pediste mi número y de repente desaparecsite. - Ella soltó, haciendo que Camila la mirara. -Oh, no te preocupes, yo ya sé lo que pasó y siento mucho el malentendido con el estado y todo y, bueno, sobre todo, siento mucho lo de tu hermano. -Dijo finalmente, haciendo sonreír a Camila débil. 

-Gracias, amable de su parte. -Dijo, sintiendo el famoso dolor de la pérdida molestarle. Siempre sucedía cuando tocaban el asunto de que su hermano había muerto. Ella no lloraría allí, por eso se contuvo.

Los ojos marrones nunca han visto un descenso de ascensor tan eterna y cuando finalmente se abrieron las puertas, ella salió del ascensor, teniendo a Cindy en su estela. 

-Tengo que irme, nos vemos. - Camila dijo, desactivando la alarma de su coche. 

- ¡Camila! - Cindy llamó, ganando la atención de la chica. - Uh, me alegra que hayas vuelto. -Camila sonrió cordialmente y Cindy suspiró. - Sabes, aún no he cambiado de número de móvil. - La chica de ojos azules habló, haciendo que Camila se humedezca los labios.

Ella había tardado siete meses en tomar coraje para pedir el número de Cindy, después de todo temía que Cindy no le gustaba romper la barrera del profesionalismo; Había soñado a veces con poder besar a esa chica y el día que consiguió su número de teléfono su madre asesinó a su hermano, haciéndola ser arrestada injustamente. 

- Lo siento, Cindy. - Camila dijo, sosteniendo un brazo en la puerta de su coche gris oscuro. - Me encantaría poder enviarte mensajes o llamadas, o incluso salir a cenar hace unos meses, pero el destino me ha hecho enamorarme perdidamente de otra mujer a la que, por suerte, tengo el honor de llamar novia. - Camila explicó honestamente. - Entonces mantendremos nuestra relación en lo profesional. -La chica asintió confundida.

- Has estado encerrada todos estos meses y sólo has salido unos días. ¿Cómo te enamoraste? -Preguntó, excluyendo la posibilidad de que Camila incluso pensó en involucrarse con alguna reclusa, lo que molestó levemente a Camila. 

- Sabías que en una cárcel hay gente, ¿no? - Camila preguntó y Cindy frunció el ceño, asintiendo. - Genial, por un minuto pensé que no lo sabías. - Ella dijo, abriendo la puerta de su coche. - Que te vaya bien. - Dicho eso, entró en su coche ansiosa. Vería a su novia en pocas horas, horas que parecerían días debido a la nostalgia.

Presa Por Casualidad - Camren [Traducción]Där berättelser lever. Upptäck nu