Presa Por Casualidad - Camren [Traducción]

Capítulo 11

Mientras cada página era tragada por el cerebro de Camila, Lauren observaba cada reacción de la menor, que estaba acostada en su cama mientras Lauren estaba apoyada en la reja de lado de afuera, viendo el movimiento de los pasillos y, en secreto, admirando a Camila.

Una risa graciosa atrajo la atención de Lauren, quien incluso intentó ignorarla, pero no pudo.

- ¿Qué estás leyendo? - Lauren preguntó y Camila bajó el libro y levantó la vista a Lauren, viéndola de brazos cruzados del lado de fuera.

- Una comedia romántica. -Camila dijo y Lauren asintió. La más pequeña se dio cuenta de que Lauren iba a decir algo, pero cerró la boca sin pronunciar palabra alguna. - ¿Has leído este? - Ella preguntó, alzando el libro para Lauren vea la tapa anaranjada y amarillenta, donde contenía dos mujeres.

- He leído todos ellos. Esta semana llegan más libros que pedí. -Lauren habló y Camila asintió.

-Puedo pedir algunos también. Sólo tengo que esperar a que mi hermana venga a visitarme. - Camila dijo y Lauren dio un paso dentro de la celda.

- ¿Aún no ha venido a verte o estoy equivocada?

- Vino el día que llegué, pero está ocupada con algunas cosas importantes. - Camila dijo, poniendo el marcador de páginas en el libro antes de cerrarlo.

- ¿Cuánto tiempo tienes? Le dijiste a la doctora que no puedes reducir tu sentencia. - Lauren habló, entrando de vez en cuando en la celda antes de tocar la pared, parando de frente a Camila.

- Veintidós años. - Camila dijo, viendo a Lauren fruncir los ojos. - ¿Y tú?

-No te in...

- Detente. - Camila me lo pidió, viendo los ojos verdes mirando al suelo. - Está claro que quieres hablar conmigo y acercarte. No sé por qué tienes que tratar de mantener tu pose de durona, pero conmigo esto realmente no está funcionando. - Lauren bufo.

- No es una pose. -Lauren habló y Camila rió bajito.

- Está bien, pero aunque seas así, conmigo no funciona. Se está volviendo vergonzoso que intentes evitarme, pero siempre sacas el tema.

- No sé por qué sigo escuchando lo que dices. - Lauren se quejó y Camila rió, levantándose rápidamente de la cama para sujetar los dos brazos alrededor de Lauren, impidiendo que ella volviera a salir.

-No necesitamos ser amigas, si eso es lo que temes, pero tampoco necesitamos ser dos desconocidas, Lauren. - Camila habló y Lauren miró a los brazos delgados a su alrededor.

- No me tienes miedo, ¿verdad? - Lauren preguntó con el músculo de la mandíbula endurecido y Camila sonrió.

- A veces, pero cuidar de mí y preocuparse por mí de la forma en que lo haces, hace difícil tener en mente que necesito tener miedo de ti. - Lauren suspiró y la miró.

-Sólo sentí pena por una pobre chica que sería víctima de Beatrice. - Lauren dijo y Camila sonrió. ¿Cuál era su problema que, sin importar lo que Lauren decía, siempre sonreía?

- Te preocupaste antes por mi alimentación, Jauregui. Realmente necesitas mejorar tus argumentos. -Camila dijo y Lauren la empujó.

-No necesito mejorar nada. - Lauren dijo exasperada y Camila se encogió de hombros.

-Como quieras. -Camila habló, volviendo a acostarse en su cama y regresando para su lectura. Los ojos verdes vieron la decepción estampada en la cara de la menor y luego ella resopló.

- ¿No necesitamos ser amigas si hablamos? - Lauren preguntó y Camila se fijó en ella.

-No quiero hablar más contigo. - Camila dijo, volviendo a mirar el libro.

- ¿Por qué? Lo querías hasta hace treinta segundos. -Lauren dijo confusa.

-Tienes que aprender que no todo es como quieres. - Camila bateó y Lauren bufó.

- No sé por qué pierdo mi tiempo contigo. - Lauren dijo bufando, saliendo de la celda de nuevamente y volviendo a cruzar los brazos.

Camila se escondió detrás del libro sólo para sonreír. Descifrar a Lauren era demasiado fácil y, en sólo unos días, ella no entendía cómo todas las reclusas temían a esa chica.

Ella vio cómo la más grande bufaba cada cinco segundos y sabía que estaba con su ego herido, entonces hizo algo para que la otra restableciera la paz interior.

- ¿Lauren? - ¿Camila llamó y la chica metió la cabeza en la celda. - ¿Estás aburrida?

- ¿Por qué otra razón habría sacado el tema contigo? - Lauren dijo y Camila sonrió. La respuesta gruesa ya la imaginada.

- ¿Quieres leerlo conmigo? - Camila preguntó y Lauren parpadeó lentamente, escéptica. - Te lo dije, no seremos amigas. -Habló, yaciendo más en la esquina y Lauren se sentó a su lado.

- ¿En qué parte estás? - Lauren preguntó.

- En la parte donde el niño es descubierto por las amigas de la protagonista. -Camila dijo y Lauren rió.

- Me encanta este libro. - Ella dijo y Camila se permitió contemplar su belleza de cerca. No fue una mirada discreta, fue una mirada de aquellas que dejan muy clar que está siendo observado.

- ¿No me vas a decir cuánto tiempo te dieron? - La menor de edad preguntó y Lauren se fijó en ella.

- ¿Siempre eres tan insistente? -Camila sonrió y asintió.

- Siempre. -Respondió sonriendo y Lauren bufó.

-Siete años, pero ya cumplí tres y por buen comportamiento he reducido dos más. - Camila sonrió más y se volvió de lado, poniéndose frente a la mayor.

- ¿Buen comportamiento, hm? - Camila preguntó burlándose mientras la sonrisa adornaba sus labios. - No me sorprende.

- ¿No estas? - Lauren preguntó atónita y Camila movió la cabeza.

-No. No sé por qué las chicas te temen, pero ya me di cuenta de que eres buena.

- Nadie se atrevió a cruzar mi camino aquí para que yo demostrara lo contrario. - Lauren dijo fríamente y Camila sonrió con la lengua entre los dientes.

- Yo me atreví. - Camila dijo riendo bajito. -Te desafío todo el tiempo, ¿no te diste cuenta? Y aún así no hiciste nada.

- Tal vez no quiero hacer nada. -Lauren habló y Camila miro sus labios. Debería ser delicioso besar esa boca.

- A eso quería llegar. -Camila dijo, mirándola. - ¿Por qué conmigo eres diferente? -Lauren se obligó a mirar sólo sus ojos, pero la forma en que los ojos de Camila estaban fijos en sus labios no ayudaba mucho en su concentración. La más grande suspiró rendida y comenzó:

-Tú me ayudaste... -El ruido de una porra golpeando las rejas atrajo la atención de ambas.

- Cabello, dijiste que irías a la enfermería y ya casi es hora de que las celdas se cierren. así que vete. - Una policía rubia lo pidió y Camila asintió.

- ¿Me cuentas después? - Camila susurró y Lauren negó, levantándose.

- No tengo nada que decir.

- ¡Lauren! - Camila dijo y Lauren cruzó los brazos.

- Te están esperando. - Ella dijo y Camila resopló, pero dejó el libro sobre la cama y salió.

¡Lauren se lo iba a decir, maldición! Pero aunque Lauren cambió de opinión sobre decirle, Camila no se rendiría fácilmente.

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Se que tarde un poco para actualizar pero prometo que en estos días voy a actualizar bastante.