Capítulo 22: Memoria.

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- Está bien – Accedí, sabía que ella no dormirá tranquila hasta que viéramos a ese supuesto guardián.

- ¡Genial! Hay que ponernos ropa para salir – dijo tomando mi mano y jalándome dentro de su vieja habitación.

Ambos estábamos ya usando la pijama, pero Brid se cambió de ropa en un abrir y cerrar de ojos, ojala fuera así de rápida todos los días, casi siempre tenía que esperarle un rato largo hasta que estuviera lista.

- ¿A dónde salen con tanta prisa? – pregunto Tom sorprendido al vernos bajar las escaleras casi corriendo, él ya estaba con pijama y aunque estaba en la sala, parecía medio dormido.

- Acabamos de recordar que no me traje mi cuaderno de bocetos, lo tomamos de vuelta y regresamos inmediatamente – dijo Bridgette sin detenerse, yo me limite a asentir en respaldo a su mentira.

- ¿A dónde vamos bi... Tikki? – pregunte cuando puse en marcha el auto, el Kwami selecciono un lugar en el GPS y se acomodó en el regazo de mi novia.

- Esta tarde me sorprendió que insistieras en irme a ver a donde estaba reunida con Kagami – dijo Brid para llenar el silencio que se había extendido en el auto.

- Pues... en realidad fue para escaparme de la incómoda charla que estaba teniendo con tu madre.

- ¿Sobre qué?

- Sobre cómo nos conocimos.

- ¿Y qué pregunto? ¿Algún detalle muy personal?

- No tanto... pero igualmente fue incomodo, quería saber cuándo nos conocimos.

- ¿Y qué le respondiste?

- Que la primera vez que nos vimos fue cuando te detuve de pasarte un semáforo en rojo con los autos a punto de avanzar, no se sorprendió, parece que lo despistada lo has tenido desde siempre.

- ¿Les dijiste que te perseguí por todo Londres?

- No me pareció necesario, ese es nuestro secreto y creo que está bien que solo lo sepan nuestros amigos más cercanos.

- ¿Recuerdas cuando fuimos a las Termas Romanas de Bath?

- Claro, fue el primer viaje en el que te colaste sin autorización – le respondí.

- Tengo la teoría que desde ese viaje comencé a gustarte.

- ¿Enserio? ¿Y qué te hace pensar eso?

- ¿Cómo podrías resistirte a verme en bikini? – dijo ella haciendo una exagerada pose de modelaje.

- Recuerdo otras cosas más que a ti en bikini, creo que más memorable es que insististe tanto en que teníamos que ir a una piscina que terminamos yendo.

- Dijisteis que iríais a las Termas Romanas de Bath, y yo me imaginaba que íbamos ir a nadar a esas termas ¡Como esperabas que supiera que allí no puedes bañarte!

- Algo lógico, no puedes bañarte en un importante recinto arqueológico.

- Con lo divertido que hubiera sido nadar allí – dijo ella pensativa.

Al final llegamos a la casa del guardián, Tikki no está segura de que siga viviendo allí pero cuando llamamos a la puerta nos atendió un hombre mayor de rasgos asiáticos ¿Por qué hoy me he encontrado con tanta gente asiática?

- Marinette – dijo el sorprendido.

- ¿Usted es el maestro Fu? – pregunto mi novia, el anciano asintió.

- ¿Dónde has estado? ¿Quién es ese chico?

- Es una larga historia ¿Podemos pasar? ¿O está bien que hable de ello en la puerta?

- Pasen – el anciano se hizo a un lado y entramos en lo que parecía ser un consultorio, sobre el suelo estaba unas cobijas... desconozco como se llaman esas camas que usan muchos asiáticos -. Explícame que está pasando Marinette.

- Pues... Le presento a Félix, él es mi novio y me está acompañando – dijo Brid sonriendo nerviosa, el anciano alzo una ceja -. Lo que pasa es que... perdí la memoria, Fél dice que tal vez un tal "Oblivio" tuvo algo que ver, estábamos buscando a alguien que supiera algo más de esto y Tikki sugirió que era usted.

- Eso explica porque te he perdido el rastro – dijo el anciano -. Tikki ¿Por qué has tardado tanto en traer a Marintte?

- Es que maestro... - comenzó a decir el Kwami saliendo del bolso de Brid y volando frente al anciano -. Durante el combate Marinette perdió uno de sus aretes...

- Ese no es motivo suficiente para que desaparecieras.

- No recordaba nada, es raro pero creo que fue como si hubiera renegado de mí, no pude volver a manifestarme en este plano y sin el otro arete era imposible.

- ¿Dónde estaba el otro arete?

- Lo encontró Félix... creo que solo se lo regalo a Marinette porque se parecía al que ella tenía, de eso ha pasado muy poco, hasta ese momento Marinette no tenía idea de quien era.

- Te buscamos mucho – dijo el maestro dirigiéndose a Brid -. Pero nunca pudimos dar contigo ¿Podrías contarme dónde estuviste?

- En Londres... desperté allí y como no dije nada asumieron que era inglesa...

- ¿El que despertara en otro lugar se debió a algún akuma en especial? - pregunte.

- Si, hubo uno que era capaz de desvanecer las cosas, como desvanecer es imposible lo más probable es que lo transportara lejos de aquí... pero solo Ladybug fue afectada, lo demás que se desvaneció fueron objetos.

- Qué suerte tengo – dijo con tono irónico Brid -. ¿Entonces doy por perdida para siempre mi memoria?

- No necesariamente – dijo el anciano, los ojos de Bridgette brillaron.

- ¿Hay una forma en la que pueda recuperar mis recuerdos? ¿Cómo?

El anciano se dio la vuelta y rebusco en un cajón hasta sacar un vaso de té, color rojo con pecas negras.

- Lo encontré mucho después de que desaparecieras, en una subasta, es el Lucky Charm, al ser el último Locky Charm de Ladybug se estaba subastando a alto precio... Wayzz, mi Kwami, lo consiguio para mí, en mis manos es un objeto inútil, pero si tú dices "Ladybug milagrosa" mágicamente todo lo que fue dañado durante esa batalla será arreglado, todo ha sido reparado ya, pero en cuanto lances esta taza al aire tu memoria y todo lo que dañaron los akumas volverá a ser como antes.

- ¡Genial!

- Espera Marinette.

- ¿Pasa algo?

- Si, tu memoria se restaurara hasta el instante en que Oblivio te borro los recuerdos, pero no serás capaz de recordar nada de lo que haya sucedido despues de eso, los ultimos diez años desaparenceran.

La chica que una vez fuiWhere stories live. Discover now