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La alarma de Liam sonó a las 8:30 a.m. despertándolos como era de costumbre los días entre semana, solo que esta vez más tarde porque no tenían que llevar a sus pequeños a la escuela.

—Ya echaba de menos esa molesta canción —dijo Zayn estirándose.

—Es molesta porque es mi tono de alarma, pero es muy buena —dijo Liam.

—Sí, es buena —sonrió—. Buenos días, bebé.

—Buenos días —respondió caminando hacia él y depositando un casto beso en sus labios—. ¿Cómo te sientes?

—De maravilla —respondió poniéndose de pie y tomándolo por la cintura.

Liam rodeó su cuello con ambos brazos y jugueteó con los oscuros cabellos.
—¿Qué te parece si tomamos una ducha, mh?

—Me parece una fantástica idea.

Fueron directo al baño de la habitación y cerraron con el pestillo (por si las dudas). Abrieron la regadera a una temperatura media para quitar cualquier rastro de sueño y porque de todas formas estarían calientes. Entraron, Zayn estaba detrás de Liam.

Malik lo rodeaba con sus brazos tomándolo del vientre y Payne tenía sus manos sobre las de él.
—Esto sí que no lo habíamos hecho en bastante tiempo —dijo el moreno.

—Sí, tanto que ni siquiera recuerdo la última vez.

—Eso ya es mucho decir. Tú recuerdas incluso la primera vez que respiramos juntos —dijo haciéndolo reír.

—Tan exagerado como siempre, Malik.

—Tan delicioso como siempre, Payne —respondió acercándolo más, haciendo que su pene quedara entre las nalgas del castaño y comenzando a besar entre su cuello y hombros. Liam se relamió sintiendo como el miembro de su marido crecía, haciendo que el suyo empezara a despertar también—. ¿Hasta qué hora tenemos? —cuestionó en un susurró haciendo que su aliento chocara en el cuello del menor y sus vellos se erizaran por ello.

—Hasta las nueve y media —respondió Liam casi en un jadeo—. Pero no tendremos sexo durante tanto tiempo, y menos bajo la ducha, Zee.

—¿Media hora? —pidió.

—Quince minutos como máximo.

—Pero eso es muy poco, bebé. Quiero disfrutarte.

—Pues tendrás que comenzar ya, porque el tiempo está pasando.

—De acuerdo, entonces no hay tiempo que perder —Dicho esto, los giró haciendo que Liam quedase viendo hacia el lado de la pared en que estaba la regadera, y sin esperar más metió su pene hasta el fondo arrancándole un agudo gemido al castaño.

—E-eres un bruto —quejó sosteniéndose de la pared.

—Sabes que te encanta —dijo antes de enterrar sus dientes en el hombro de este dejándole la dentadura marcada.

—Ah —gimió entre adolorido y extasiado—. Muévete —pidió.

—A la orden —Empezó con un ritmo medio ayudándose con las manos, moviendo las caderas del rizado hacia atrás cada vez que su pelvis iba hacia adelante—. J-Joder. ¿Por qué sigues tan estrecho? Te he hecho mío infinidad de veces, e incluso te tomé ayer.

—Lo... L-lo que pasa... es que eres... ah... eres muy g-grande —Apenas podía hablar, los gemidos escapaban de su boca incontrolables—... C-cada vez que... que lo hacemos... ah... siento que soy vir-gen...

Zayn sonrió haciendo su cabello hacia atrás con una mano y con la otra aún controlando la cadera de su esposo. Apenas acomodó su cabello, tomó uno de los pezones del rizado entre sus dedos y comenzó a pellizcarlo. 
—¿Te gusta?

Don't leave me please || Ziam PalikTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon