Capítulo 38 "Aburridón"

335 17 8
                                    

*Isla de los Perdidos*

Narra Evie:

Estábamos caminando por un callejón, aún seguíamos con hambre, recordé que tenía algo de dinero.

—Chicos, ¿soy sólo yo o también ustedes tienen hambre?—Mencionó Carlos haciéndonos asentir. —¿Qué tal el restaurante de Úrsula? 

—Lo que sea está bien por mí— Dijo Jay, dicho esto tomamos camino hacia el restaurante. Algo me decía que era la decisión correcta. 

...

—¡Pero miren qué bizcocho ha entrado al lugar!— Reconocí esa voz de inmediato, no otra vez. Rodeé los ojos y seguí caminando junto a Jay y Carlos. 

—Aún no te supera— Dijo Jay burlón. Comenzó a reír con Carlos y lo miré molesta. 

—Ni me digas...—Respondí. Tomamos asiento en una de las mesas, varios piratas nos miraban muy mal, así que nosotros hicimos lo mismo. 

—¡Hey! Creo que no me oíste cuando entraste,  ¿Qué hace esta linda princesa por un lugar como este? ¿te perdiste preciosa? —Sentí una presencia muy pegada a mí, giré mi cabeza encontrándome con él ¿tan mal me podría ir en este día? 

—Anthony, qué gusto... —Sonreí forzosamente— Ya te escuché, ya puedes irte. —Dirigí la mirada hacia Carlos y Jay en busca de apoyo. 

—El mismísimo Anthony Tremaine, a tu servicio— Tomó mi mano a la fuerza y la besó, inmediatamente la aparté enojada. 

—Bien, ya déjame en paz ¿de acuerdo? —Dije con desprecio, este chico me sacaba de quicio.

—¿Qué pasa Evie? ¿Aún estás molesta por nuestra cita? ¿Porque te dejé plantada? ¡Pasado pisado!, ya estoy disponible, lindura —Jaló una silla para poder sentarse cerca de mí. 

—Mira Anthony —Respiré profundo—No sabes cuánto agradezco que no hayas ido a esa cita, me salvé de un idiota, y no, no estoy enojada, puedes descansar —Di unas palmadas en su espalda, sonrió burlón —No, no estoy disponible. —Borró su sonrisa y ahora el turno de sonreír fue el mío. 

—Es cierto, tonto, está ocupada —Dijo Carlos —Es hora de que nos dejes solos. Queremos comer a gusto. 

Después de eso al fin pudimos estar a solas, pero ningún camarero se acercaba. Mi paciencia se terminaba. 

—¿Qué clase de servicio es este?— Dije. —Vamos a reclamar— Ambos chicos me apoyaron y nos dirigimos hacia la cocina donde supuestamente se hallaba Úrsula, aunque no debíamos ser demasiado listos para saber que eso es mentira, Uma se encarga de todo el lugar, mientras su madre mira la televisión en algún otro lado. —¿Hay alguien aquí?— No veíamos a nadie, la cocina estaba abandonada. De repente oímos cómo pateaban una puerta, rápidamente nos dirigimos hacia el origen del ruido y nos encontramos con el armario de vegetales, Carlos lo abrió cuidadosamente y temeroso, la verdad es que tenía los nervios de punta. 

—¡Mal!—Gritamos al unísono, viendo a Mal con la boca tapada, los pies y manos amarradas, se veía por primera vez realmente asustada. Inmediatamente la sacamos y desamarramos. 

—Te extrañamos tanto— Dijo Jay haciendo un abrazo grupal entre los cuatro. 

—Chicos lamento tanto mi comportamiento, fui una tonta al creer que estaría mejor aquí sola—Nos volvimos a unir en un abrazo, se sentía tan bien estar los cuatro de nuevo, juntos. 

—Bien, no hay que perder tiempo, larguémonos de aquí. —Dije, a paso rápido nos dirigimos hacia la entrada del restaurante pero un brazo demasiado fuerte nos detuvo. 

Mi príncipe azul -DevieDove le storie prendono vita. Scoprilo ora