Capítulo 64

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El sol daba de lleno en su rostro, el viento arrastraba un aroma salado a sus fosas nasales, el azul se extendía a su alrededor.

Se encontraba en posición para dar el primer golpe, el pie derecho adelante, soportando el peso del cuerpo, firme, y el pie izquierdo detrás, algo suelto y ligero, listo para dar un impulso hacía adelante o retroceder para evadir un ataque. Sudaba a montones, su respiración era agitada, su respiración era desesperada, llenaba sus pulmones con aire y sentía que sus costillas lo apresaban, como estuviera inflando un globo dentro de un puño cerrado; le iban a estallar. Sus brazos temblaban, como queriendo desprenderse de sus hombros y caer al suelo a descansar, al igual que sus puños, que no podían mantener la inmovilidad y tiritaban bajo las vendas. El pañuelo sobre su cabeza evitaba que el sudor bajara por su frente pero no evitaba que los rayos  del potente sol del pleno día le quemara las pestañas. Torcía el rostro y forzaba la vista para intentar ver a su oponente frente a ella, intentaba moverse sigilosamente hacía la sombra que proyectaban las velas del barco pero cada vez que la veían con esa intención, la atacaban impidiéndoselo. Tenía los codos y las rodillas rojas de tanto caer sobre la dura madera de la cubierta, sentía una molestia en la muñeca izquierda. Su estómago rugía del hambre, no había tenido descanso en toda la mañana, había despertado tarde y ni el desayuno le habían dejado tomar. Sus maestros eran muy estrictos.

El más alto se le colocó en frente, se colocó en guardia. El sonido de su estómago hambriento corto con el ambiente tenso.

-¿Tienes hambre?.-Preguntó con burla Wire.

-¡No tengo hambre, podría estar todo el día sin comer!.

-Si tu lo dices, entonces no te molestará saltearte la cena, ¿verdad?

-¿¡Que!?.-Gritó en su dirección.-¿¡Por que!?.

-Aún no has logrado derribar a ninguno de nosotros.

-¡Pero eso porque no tengo fuerza!, ¡No me han dado el desayuno ni el almuerzo!.

-Si te hubieras despertado a la que hora en la que Killer fue por ti...

-¡Ni siquiera había salido el sol!.

-Y ahora el sol no te deja ver, ¿No?.

Abrió la boca para reprochar pero no tenía nada que decir, había aceptado ser entrenada por los muchachos y le habían dejado bien en claro que no serían blandos con ella. Recordó el día anterior:

Una pequeña reunión se llevaba a cabo en la cocina de aquel barco. Una jarra humeante de té estaba sobre la mesa, unas galletas con una forma extraña que suponían ser corazones se enfriaban sobre un platillo. No tenían tan mal aspecto pero nadie se animaba a dar un bocado a esas creaciones, el aroma a quemado que desprendían les daba una idea del sabor que debían tener. Heat había tomado asiento frente a (Tn) y le había aceptado una taza de té, Wire se mantenía de pie, apoyado sobre la encimera, y Killer se encontraba hurgando en el canasto de fruta por algo que comer. El capitán Kid aún permanecía dormido, la chica había hecho un buen trabajo cuidándolo, ya casi se recuperaba de la gripe que lo había atacado.

-¿Quieren?.-Dijo (Tn) cortando con el silencio y alargando su mano con el plato en dirección a los chicos. Todos dieron un respingo en su lugar, asustados, Heat se atoró con su té.

-No, no, gracias, estamos bien.-Habló el más alto por todos.

-¿Y tu?.-Preguntó al peliazul.-¿quieres una Heat-Kun?.-Él tragó duro, forzó una sonrisa amigable y tomó una.

-G-gracias (Tn)-Chan.

-Dime que tal te parece, es una receta nueva.

-Ehhh.-Dijo nervioso, ella lo miraba expectante y con los ojos brillantes, emocionada por ver que tal le parecían sus galletas.

Nagi Nagi No Mi (Law y tú) [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora