K I R A | Crepusculo

→Seven

<<Kira por alguna extraña razón se sentía en paz, miro con admiración al frondoso bosque en el que se encontraba. Mariposas de color dorado bailaron a su alrededor con inocencia, la rubia sonrió antes de comenzar a correr libre, sin dolor, sin problemas, solo su alma y corazón siendo libres. Siendo felices, Kira rio y jadeo de cansancio por el esfuerzo. La rubia deslumbro a lo lejos un estanque de agua cristalina, Kira se acercó a beber agua, se inclinó al borde del estanque y recogió con sus dos manos un poco de agua.

—No deberías estar aquí mi pequeña luciérnaga — Kira jadeo y de un veloz movimiento se incorporó, vio a su madre recargada en un árbol con un hermoso vestido blanco. Kira corrió a abrazarla y lloro de felicidad al verla — ¡Oh mi pequeña, pequeña luciérnaga!

Miranda acarició la cabellera rubia de su hija — ¿Qué haces aquí?

Kira iba a responder con una sonrisa, pero al pensar su respuesta la rubia se dio cuenta de que no sabía dónde estaba ni siquiera como había llegado a ese hermoso bosque — Yo...no lo sé mama. ¿Qué hago? ¿Qué haces tú aquí?

Miranda con sus ojos verdosos y su cabellera chocolate le sonrió a su hija con ternura —
¡Tienes que vivir mi pequeña luciérnaga! Todavía no es tu tiempo, la vida tiene cosas preparadas para ti Kira. — Su madre limpio una lagrima de su rostro — No debes estar aquí tienes que volver.

—Mama quiero quedarme aquí contigo — Kira se aferró a su madre — Quiero estar contigo mami.

Miranda sonrió tristemente — no puedes mi pequeña luciérnaga — Miranda tomo las manos de la rubia — Cierra los ojos mi pequeña.

Kira con pesar cerró sus ojos de esmeraldas. La brisa de pronto dejo de correr, Kira tembló un frio abrumador la recorrió por completo, Kira quiso gritar cuando sintió una opresión en el pecho. Luego todo se volvió claro.>>

Kira reacciono, seguía atrapada en las fuertes corrientes. Pero de forma extraña Kira tenia renovadas energías, el poder de la percepción de la rubia se activó solo, ahora la rubia podía ver las corrientes pintadas de un hermoso color dorado y en qué dirección se dirigían Kira con fuerza nado a la corriente que la llevaría a tierra. Aquella corriente que la acercaría a la playa, antes siquiera de empezar a nadar a la orilla Kira fue violentamente jalada a la superficie. Kira jadeo por aire y tosió agua, alguien la cargo y sinceramente a Kira no le importaba quien fuera, no mientras aclaraba su mente.

—Ya está Princesa — Jace la dejo en la arena — Kira estas helando.

— ¿No me digas genio? — Kira tembló — Tengo mucho frio Jace.

Kira se acurruco contra Jace aunque el también estaba mojado pero a la rubia no le importo no cuando se sentía desfallecer. Jace la cargo cual princesa, y la llevo al coche. Mientras a lo lejos Bella veía al rubio con odio y rencor, la había salvado, Kira no había muerto. Bella tembló al darse cuenta de que la rubia debía recordar que ella la había tirado. Tembló al darse cuenta de la acusaría.