K I R A | Crepusculo

→Five

Ojos cerrados, mente ida, sentidos a todo su esplendor. El murmullo de las hojas de los árboles, la habilidad de Kira de la percepción era increíblemente bello. Era ver el mundo en su forma más salvaje, la fuerza con la que las madres protegían a sus crías de los demás depredadores. La libertad con la que las aves sobrevolaban las nubes, la fiereza de los lobos al proteger su manada. Los lobos viejos en el frente de la manada pues son los que más experiencia tiene, detrás de ellos lobos fuertes que los protegían y funcionaban como escudo para los cachorros, lobos jóvenes y las lobas detrás de ellos más lobos fuertes dispuestos a protegerlos a muerte y por último el alfa quien cuidaba que nadie se quedara atrás. Una unidad, una manada.

Kira se sobresaltó al sentir un beso en la mejilla, se sonrojo levemente — ¡Jace!

El rubio sonrió inocentemente — Princesa, llevo más de 10 minutos queriendo llamar tu atención y tú por las nubes, he decidido que cada vez que no me hagas caso te daré un beso.

Kira rodo los ojos con una sonrisa — Cada que me des un beso, te voy a dar una cachetada.

Jace rio con fuerza, sin borrar ese brillo de diversión en sus ojos — Para eso tiene que alcanzarme y déjame decirte que soy muy veloz.

Kira rio ante el reto. Corrió detrás de Jace por el bosque, las carcajadas de los dos inundaron el silencioso bosque. Kira reía sin parar, cada uno de los pedazos de su corazón estaba siendo reconstruido. Cada pieza a pesar de estar astilladas o totalmente irreconocibles Jace las recogía y las pegaba en su lugar, así como Kira hacía con el herido corazón del General.

Jace tropezó con la raíz de un árbol, Kira se acercó a él lentamente mientras trataba de no reírse pero sus intentos fueron inútiles. Kira se reía a carcajadas mientras el rubio se quejaba por la dolorida caída.

—Si...si muy gracioso Princesa — Kira jadeo por aire y coloco una mano en su estómago por una punzada de dolor de tanto reír — ¿Podría usted ser tan amable de dejarse de reír y ayudarme a parar?

— ¡Oh...Jace me burlare de ti por el resto de tu vida! — Kira le tendió la mano para que el rubio la tomara — ¡Le voy a contar a Morgan...!

Jace en vez de tomar la mano de Kira parar poder incorporarse la jalo para que la rubia callera también. El cuerpo de Jace amortiguaba la caída de la rubia, pero los dos quedaron cara a cara, Kira trago saliva e inconscientemente se relamió los labios. Jace acaricio la mejilla de la rubia, sus narices se rozaban levemente, respiraciones mezcladas, corazones acelerados, miradas perdidas en la otra, el cabello de Kira creaba una cortina de privacidad aunque estando en el bosque nadie los veía.

—Tiene unos ojos muy hermosos Princesa — Susurro Jace sin dejar de acariciar las mejillas de la rubia — Pequeñas joyas, brillan con un aire tan inocente, tan puro princesa que en algún momento dude que supiera degollar a alguien.

—Jace — El general acaricio con su pulgar el labio inferior de la rubia, Kira cerro los ojos las palpitaciones de su corazón zumbaba en sus oídos, las estúpidas mariposas en su estómago. ¿Y si ya estaba lista para amar de nuevo? ¿Ere Jace el indicado?