Capitulo 32

961 88 10
                                    


Minutos más tarde nos dirigimos a su departamento, accedió a que me quedara a dormir con él, así que estacioné el auto y subimos. Ambos nos pusimos la pijama, tanto en su departamento como en el mío había ropa de los dos, luego nos acostamos, era la primera vez que dormiríamos juntos después de las nuevas reglas y sería un reto grande el no tocarlo, así que le di la espalda y abracé la almohada.

No sé cuánto tiempo pasó, no podía dormir teniéndolo al lado y sabiendo que no podía hacerlo mío, claro que había sido mi idea quedarme a dormir con él. De pronto sentí su mano acariciar mi abdomen y apreté la almohada, comenzó a besarme el cuello, ¿estaba dispuesto a romper su propia regla?, mi miembro empezó a reaccionar a sus caricias y sus besos, ¿me estaba tentando a propósito? Me volteé y se me quedó viendo, analizándome, acaricié su cabeza y se inclinó para besarme apasionadamente, le correspondí unos instantes y luego subió en mí, definitivamente me estaba torturando, pero no estaba dispuesto a caer en su juego, él había sido el que había pedido que no hiciéramos el amor y ahora se tenía que apegar a su dichosa regla. Tuve que recurrir a recuerdos desagradables de mi vida con tal de reunir todo mi autocontrol y rechazarlo.

–Joey, detente– dije con un hilo de voz tomándolo de los hombros y separándolo.
–¿Por qué?, no me digas que no fue esta la razón para quedarte hoy aquí.
–No, fue para llevarte temprano a tu trabajo, amor, tú fuiste el que implantó las nuevas reglas, no puedo creer que tú mismo quieras romperlas.
–Pensé que sería más sencillo– aclaró acariciándome el pecho con sus dedos.
–Recuerda que dijiste que si rompíamos la tercera regla todo se terminaría.
–Ya me arrepentí, mejor olvidémoslas– exclamó tratando de besarme.
–De ninguna manera, me iré a dormir al sillón– dije sentándome en la cama.
–No, quédate... pasaste la prueba– susurró en mi oído.
–Lo sabía, eres increíble, te gusta verme sufrir.
–Por supuesto que no... perdona mis inseguridades.
–¿Y por qué no?, si tu perdonaste mis actitudes psicópatas, somos tal para cual– aseguré acariciándole la nariz con un dedo.
–Eso parece– señaló sonriendo– hasta mañana.
– Hasta mañana.

Me acosté y lo abracé, mi novio puso su cabeza en mi hombro, finalmente nos quedamos dormidos minutos después.
Muy temprano lo llevé a su trabajo  y aproveché para atender algunos negocios. Regresamos por la noche y le conté otra parte de la historia, se sorprendió al escucharla, jamás se imaginó que mi cuerpo no reaccionara ante una mujer, a decir verdad, ante cualquier persona y sonrió satisfecho cuando le aseguré que había sido por él.
Lo dejé en su departamento y después yo me fui al mío, necesitaba desahogarme luego de su pequeña prueba de la noche anterior, así que en cuanto estuve en mi cama, recurrí, cual típico adolescente, a acariciarme yo mismo.

Pasó otra semana en la que no nos vimos por la intensa carga de trabajo que tenía mi bebé, al menos hablábamos por teléfono y nos mandamos mails. El sábado lo invité al cine para que se olvidara de tantas obligaciones laborales. Estábamos formados para comprar los boletos cuando se me ocurrió voltear y vi casi al final de la fila a Julieta platicando muy animadamente con Tom.

–No puede ser– exclamé muy sorprendido provocando que Joey también volteara.
–No tiene porque seguir cayéndote mal, yo estoy contigo, él ya es parte de mi pasado – dijo tomándome del mentón para que lo volteara a ver.
–Julieta se merece a alguien mucho mejor que ese tipo.
–Tom no es malo y ambos se están entendiendo y llevándose bien.
–¿Tú lo sabías y no me dijiste nada?
– En el evento que te comenté iban juntos, no te dije nada porque Julieta me lo pidió, sabe bien que no lo soportas y quería prepararte antes de decírtelo.
–¿Así que te aliaste con ella para ocultarme información?, ¿eso no rompe la primera regla?
– Por supuesto que no, la rompería si tú me hubieras preguntado si ellos salían y yo te hubiera respondido que no, el ocultar información no es una mentira, además no podía traicionar la confianza de Julieta ni tampoco me correspondía decirte.
–Siempre logras convencerme y salirte con la tuya– dije abrazándolo y frotando cariñosamente su nariz con la mía.
–El hecho de que las cosas entre él y yo no funcionaran no significa que pasará lo mismo con ella, al parecer tienen muchas cosas en común, tú bien sabes que Julieta tampoco ha sido una blanca palomita.
–¿Y qué paso con la tal Emily?
–Ya no vive aquí, se mudó de nuevo con sus papás, así que lo suyo terminó.
–Espero que eso sea cierto.
–Por supuesto que lo es, ojalá que en un futuro cambie tu opinión sobre él.
– Mientras no la engañe todo estará bien.
–No lo hará, se nota gran empatía entre ambos, Julieta ya me había comentado algo en la boda de Loren.
–Ahora comprendo porque se emocionó tanto cuando le tocó el ramo.

Tentación - Virgato 🔥 Segunda Parte (Adaptación)Where stories live. Discover now