Capitulo 17

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Me quedé recargado sobre el umbral de la puerta viendo como Joel se alejaba, me tenía loco y no encontraba la razón, no era sólo por el sexo, ¿o sí?, lo único que me importaba era que nuestros encuentros no se terminaran. Después fui al baño para arreglarme bien la ropa y regresé a mi lugar, él ya estaba en el suyo y yo me senté, Julieta tuvo el buen tino de recargarse en mi hombro y Joel se dio la vuelta molesto. Cuando la presentación se acabó, Julieta fue a hablar con Diana, así que yo aproveché para buscar a Joel y me acerqué a la mesa de los bocadillos donde se encontraba. Le hice unas afirmaciones poco decentes, para ser sincero, pero me fascinaba ver el efecto que tenía sobre él, confirmar que no le era indiferente, que mi presencia lo ponía nervioso, lo cual me llenaba de un enorme gozo. En eso, Diana se acercó sorprendida de vernos hablar y cuando preguntó si nos conocíamos le dije que sí, pero le mentí de donde, porque ignoraba que yo perteneciera a ese club extraño y para mi buena suerte se acordó de aquel chico que me regalaba chocolates en la universidad y que, por cierto, jamás le había aclarado que era heterosexual y por eso no hubo nada entre él y yo. Lo mejor fue que Joel me siguió la mentira y debido a eso Diana tuvo la brillante idea de invitarlo a la boda de Loren. Él tenía una extraña expresión en su cara por la repentina invitación de Diana, quien le insistió cuando vio que se rehusaba, en ese momento agradecí que mi cuñada fuera tan empecinada para algunas cosas, después dijo que buscaría a Jonathan y se alejó. Le hice otro comentario seductor a Joel que me miró desconcertado, en verdad no se esperaba que Diana lo invitara a la boda de su hermana y estaba intranquilo porque le mentimos sobre donde y cuando nos habíamos conocido, entonces le expliqué como era Diana y que no le veía mayor problema a ir a la boda.

– Se te olvida un pequeño detalle, yo tengo novio– tenía que recordármelo.
– Eso no es problema, tu novio seguramente tendrá un negocio que cerrar ese fin de semana– uno llamado "princesa", estuve a punto de decirle, pero me contuve.

Y de nuevo me cuestionó sobre Julieta, seguía creyendo que era mi novia y volví a aclararle que no era así, sin embargo, me lo rebatió y me aseguró que no iría a la boda, ¿acaso estábamos discutiendo?, ¿Julieta le caía mal?

– ¿Estás celoso? – no pude evitar preguntárselo.
– Tú no tienes vergüenza de verdad.
– Eso no responde mi pregunta.
– Estoy tan celoso de Julieta como tú lo estás de Tom, ¿satisfecho?– bastante, pensé, porque si era así en definitiva estaba sumamente celoso.
– ¿Alguien dijo mi nombre? – dijo mi amiga acercándose.
– Con permiso, tengo que mirar unas cosas en la cocina– se excusó y se fue.
– ¿Qué le pasa?– me preguntó Julieta.
– Nada mi niña, seguro está estresado por todo el evento– a propósito la llame así, sabía que Joel estaba escuchando y me gustaba que se pusiera celoso.
– ¿Vas a seguir mintiéndome Christopher? – exclamó mirándome seria.
– ¿Qué quieres que te diga? – evadí su mirada.
– La verdad, los he estado observando y me he dado cuenta de cosas muy interesantes, ¿por qué no confías en mí?, ¿crees que voy a juzgarte?, Christopher soy tu mejor amiga y lo único que te pido es honestidad, es lo que te he dado yo siempre.
– Está bien, sí, lo conozco desde antes del partido y... sí me gusta.
– ¿Y dónde lo conociste? – por eso quería evitar esta conversación, no podía decirle la verdad.
– Aquí mismo... en el bar, estaba solo y le invité un trago, hablamos, jamás mencionó que tenía novio y no me imaginé que resultara que yo lo conocía y que nos toparíamos en el estadio – inventé rápidamente esa historia.
– ¿Fue por él por quien te emborrachaste aquella vez?
– No, todavía no lo conocía cuando la borrachera – tuve que mentirle de nuevo.
– ¿No lo conocías? – se cruzó de brazos nada convencida – ¿o fue cuando te enteraste que tenía novio?
– No lo conocía todavía – aseguré esperando que me creyera.
– ¿Y qué hay entre ustedes?, porque ambos se desaparecieron como media hora.
– La verdad, no sé que hay entre él y yo, no te negaré que nos hemos besado, pero como sabes, tiene novio y no hemos aclarado ese punto.
– La atracción entre ustedes es evidente Christopher y por lo poco que vi en el estadio, ni siquiera con su novio es tan intenso, además, creo que está celoso de mí.
– ¿En serio lo crees? – era mejor que alguien externo me lo confirmara.
– Te gusta de verdad, ¿no es así?, no es algo físico solamente, en realidad te interesa.
– ¿Por qué lo dices? – pregunté un tanto desconcertado.
– Porque se te nota y me da muchísimo gusto, al fin te estás abriendo al amor.
– Creo que exageras, aún es un poco prematuro hablar de amor.
– Tal vez, pero para allá vas – me abrazó – de corazón deseo que todo salga bien, no me gustaría verte lastimado, mereces ser feliz con alguien que te corresponda.
– Por eso no quería decirte nada, quizás no sea tan importante.
– Yo creo que sí lo será, espero que pronto deje a Tom, no tienes por qué ser el otro.
– Que cosas dices Julieta... ni siquiera soy eso – al menos, no lo había visto así.
– Pues peor entonces, eres un hombre maravilloso y espero que él lo aprecie.

El resto de la fiesta ya no pude hablar con Joel, ni siquiera me di cuenta a qué hora se fue, cuando quedaban pocos invitados y lo busqué ya no estaba, pero al menos, Diana me había dado el pretexto perfecto para volver a verlo, le llevaría mi invitación de la boda y sólo compraría otro sobre para ponerle su nombre, le argumentaría que ella se la había mandado.
Al otro día, Tom me llamó para confirmarme que en dos fines de semana más se irían a Las Vegas, pero al cabo de unos minutos, rectificó y me dijo que sería el siguiente jueves, así que le pedí que un día antes pasara a mi oficina por las llaves de la casa y me lo agradeció enormemente, yo sonreí imaginando la cara que pondría cuando me viera ahí. Después que le colgué, le llamé a Julieta para invitarla, sería demasiado sospechoso que llegara yo solo y ella aceptó de inmediato, así que luego compré los billetes para el avión. El lunes salí de mi oficina después de un arduo día de trabajo. Llamé a la de Joel y cuando me contestó colgué de inmediato, sólo quería comprobar si estaba ahí para ir a dejarle la invitación. Al llegar y registrarme dije que iba al piso nueve, no sabía si había más gente en la agencia y no quería meter a Joel en problemas. Me encantó la cara de sorpresa que puso al verme en la puerta de su oficina y más cuando le entregué la invitación, me cuestionó si yo quería que fuera, pero, ¿qué no se daba cuenta que era obvio?, si no quisiera que me acompañara no estaría ahí dándole el dichoso sobre. Noté que se quedó mirando al vacío unos segundos y después me dijo que iba por unos papeles, así que me senté a esperarlo. En eso, vi una foto que tenía al lado de su computadora y la agarré, eran él y Tom abrazados y muy sonrientes en alguna fiesta porque estaban vestidos de gala, en ese momento no supe si era mejor ser el novio o el amante, tener su cuerpo clandestinamente mientras él podía caminar con Joel por las calles, sin tener que ocultarse. De pronto, escuché que cerraba la puerta sigilosamente, ¿acaso estaba pensando seducirme ahí mismo?, por supuesto que lo deseaba y estaba preparado para eso, pero pensaba llevarlo a mi departamento. Me quitó la fotografía de la mano y se sentó sobre mí, yo le sonreí, estaba a punto de cumplirme una de mis fantasías, definitivamente había algo especial y diferente con él, así que no podía permitir que saliera de mi vida.

Me fascina cuando tomas el control – dije después que sujetó mis manos.
– Te haré mi esclavo, entonces – respondió moviéndose deliciosamente en círculos.
– Hazme lo que quieras – encantado sería su esclavo– pero no me dejes – agregué.

Tentación - Virgato 🔥 Segunda Parte (Adaptación)Where stories live. Discover now