Capítulo 28

1.1K 82 8
                                    


  Después Diana nos dio la noticia de que estaba embarazada y mi hermano orgulloso y feliz la abrazó, así que ahí me desquité un poco de sus comentarios, me daba tanto gusto que al fin fuera a ser padre, estaba seguro que sería el mejor.

Subimos a la recámara a arreglarnos para el ensayo, Joel de inmediato salió al balcón y yo fui tras él y lo abracé, le encantó la vista y a mí me encantaba tenerlo ahí, conmigo, completando mi mundo, no podría pedirle más a la vida en ese momento.

Le pedí que nos bañáramos juntos, pero se rehusó argumentando que teníamos poco tiempo, así que él lo hizo primero y mientras tanto desempaqué. Luego fue mi turno y al salir, quedé maravillado al verlo, estaba radiante con esa sencilla y bonita camisa de color beige, que no pude contenerme y le hice darse una vuelta diciéndole lo hermoso que se veía mientras él se sonrojaba.

Bajamos a la terraza, donde ya se encontraban los principales invitados, Loren lo presentó y yo no podía sentirme más orgulloso de mi novio, se sentía tan raro pensar en él con esa palabra, antes jamás hubiese creído que había salido de mi vocabulario.
Mi mamá se acercó a mí y me puso su mano en mi hombro.

– Que gusto me da verte enamorado, hijo, siempre había respetado tu forma de vivir la vida, aunque no estuviera de acuerdo con ella así que no tienes idea de la satisfacción que siento en este momento por ti.
– Gracias mamá, francamente soy muy feliz y te voy a confesar algo, Joel es el hombre con el que quiero estar por siempre, así que pronto habrá otra boda en la familia.
– Me hace mucha ilusión, este ha sido uno de los días más felices de mi vida, Loren se casa, voy a ser abuela y tú estás planeando tu futuro.
– A mí también me da mucho gusto ver a mi familia realizada y en cuanto a mí, sólo te puedo decir que lo amo demasiado.
– Y se ve que él también a ti, además se nota que es un buen chico.
– Muy lindo, mamá, ya lo irás conociendo con el tiempo.

Después del ensayo, pasamos al salón para comer, al terminar, Joel y yo cantamos la canción, aunque era para Loren, la interpretamos para nosotros, en cada estrofa nos acercábamos más y cuando terminamos estábamos a milímetros de distancia.

– Junto a ti quiero estar el resto de mi vida, soy capaz de cruzar el Atlántico nadando sólo para llegar a ti, estoy profunda y totalmente enamorado de ti, Joel– susurré en su oído, él no respondió nada, pero no era necesario, su mirada de asombro me lo decía todo.

Cuando nos quedamos solos le toqué el piano, una melodía que había compuesto para él, después lo besé y acaricié ahí mismo, me detuvo diciéndome que alguien podría vernos, así que cerré todas las puertas y regresé a su lado, él se rehusaba a que lo hiciéramos ahí, sin embargo, terminó cediendo y nos entregamos de una manera increíble, muy al estilo de una escena de la película Mujer bonita, sobre el piano.

– La noche apenas empieza corazón y juro que no te daré tregua – dije al terminar.

Luego de vestirnos, me pidió que le mostrara la casa, así que hicimos un pequeño recorrido por la planta baja y lo llevé a la piscina, le sugerí que nadáramos y de nuevo puso de pretexto a mi familia y a la gente que andaba ahí trabajando, pero, otra vez lo convencí. No sólo nadamos un poco, sino que hicimos el amor ahí mismo, entre el agua y la compañía de la luz de la luna que hicieron más memorable el momento.

– Te amo, bebé– le dije finalmente, venciendo mis demonios.
– Yo también te amo Christopher, con todo mi corazón– respondió y la emoción fue tal que podría jurar que mi corazón se detuvo por un segundo.

Íbamos subiendo a la habitación cuando nos topamos con Jonathan, quien salió con uno de sus típicos comentarios, logrando incomodar a mi novio, pero le dije que no le prestara atención, que él y Diana también tenían sus anécdotas. Entramos a la habitación y nos secamos porque ambos estábamos tiritando de frío.

–Ni se te ocurra vestirte bebé– dije mientras se secaba.
–Estoy empezando a sospechar que sí ingieres alguna sustancia prohibida.
– Juro que no, sólo tomo vitaminas, además la comida fue de mariscos, se sabe muy bien cuáles son sus propiedades– aclaré y le quité la toalla mirándolo sensualmente – y lo principal, te amo y eso es el mejor afrodisiaco – añadí lamiendo su cuello.
–Yo también te amo y me encanta que seas así– aceptó con una risita.

Lo besé apasionadamente y después lo cargué para llevarlo a la cama, lo deposité ahí, luego de eso nos dispusimos a dormir, de hecho hasta nos habíamos dado las  buenas noches pero algo en nosotros seguía palpitante.
Nos miramos y ambos lo sabíamos, empecé a besarlo y me comí sus pezones alternadamente mientras mis dedos se deslizaban hasta su pene que se estaba poniendo duro.  Comenzó a jadear y a susurrar mi nombre, me llevé mis dedos a su boca, Joel empezó a chuparlos hasta que quedaron muy húmedos y los introducí en él, estimulando su entrada. Mi bebé se arqueó al sentirme y se aferró a mi espalda, casi enterrándome sus uñas, fui embistiéndolo con mis dedos en tanto lo besaba hasta que me di cuenta que estaba lo suficientemente dilatado y mi miembro ya no podía esperar más, puse mi cabeza sobre su hombro, gimiendo ante la magnificencia de su cuerpo que se movía al unísono con el mío, apretándome con sus piernas y llevando sus manos hasta mis nalgas que empujaba para que llegara aún más adentro de él. Le hice a un lado unos cabellos que tenía sobre el rostro.

– ¿Te gusta?– le pregunté con voz ronca debido a la excitación.
– Me... encanta – respondió con dificultad.
– ¿Quieres más? – inquirí sobre sus labios, mirándolo.
– Sí... mucho más... un poco más rápido.
– ¿Así? – cuestioné acelerando mis movimientos.
– Sí... así... Christopher.
– Ohh bebé... eres exquisito.
– Tú me vuelves loco... te amo.
– Y yo te amo a ti.

Aceleré aún más las embestidas, entrando y saliendo de él de tal manera que se escuchaba el chocar de nuestros cuerpos que ya estaban cubiertos de sudor. Hice unos cuantos movimientos más y descargué todo mi semen en su interior, inundándolo por completo mientras él gemía delicioso, indicándome que también había llegado al mismo tiempo que yo. Después de unos segundos, bajé de él y me acosté a su lado, pegándome a su cuerpo, con nuestras piernas entrelazadas hasta que nos quedamos dormidos.
A la mañana siguiente desperté y él aún dormía, me acomodé para mirarlo, definitivamente era un ángel reflejando paz y tranquilidad, con su labios color carmesí y no pude evitar sonreír al reconocer que ese ángel era sólo mío y que yo era de él, sin ninguna duda, ambos nos pertenecíamos, nos completábamos y nos amábamos.

– Buenos días corazón – dije cuando despertó y le di un pequeño beso.
– Buenos días mi amor.
– Me encanta como suena eso.

Sí, me encantaba que me dijera así, saber que yo era su amor, él era mi corazón, el motor de mi vida. Me fascinó que sugiriera que nos bañáramos juntos y lo hicimos de una manera sublime, con cada gesto, mi amor por él se intensificaba. Después de vestirnos y peinarnos bajamos al comedor, donde ya se encontraba toda la familia. No podían faltar los clásicos comentarios de Jonathan y hasta molestó con sus chistes a Loren, que me encantó su amenaza de subir un video de él a la red para que vieran como consentía a su esposa, ni quien se lo imaginara con lo rudo que es en el campo de fútbol. Al terminar, le mostré a Joel el resto de la casa, le indiqué de quien era cada recámara y luego entramos la biblioteca, la cual tenía varios cuadros pintados por mi madre.

– Qué hermoso pinta tu mami – exclamó mirándolos maravillado.
– ¿Y tú como sabes que los pintó mi mamá? – pregunté sorprendido.
– Porque aquí dice – respondió señalando la ininteligible firma.
– Eres muy malo mintiendo, ¿lo sabías? – dije abrazándolo por detrás.
– Bueno, yo también sé algunas cosas tuyas.
– Con que me googleaste, ¿eh?, ¿cuándo? – cuestioné dándole un beso en el cuello.
– Cuando supe tu nombre y quedaron rotas las reglas, necesitaba saber más de ti.

Así que Joel estaba igual que yo, también quería saber todo sobre mí, claro que había usado métodos más tradicionales, la verdad a mí no se me había ocurrido que podría conseguir información de él en esa página. Ambos estábamos locos el uno por el otro y lo ignorábamos, los dos teníamos nuestros propios miedos y demonios, quizá nos pudimos ahorrar tantas cosas de haber sido sinceros desde un principio, pero, ¿cómo podíamos serlo con las reglas de por medio? Me agradó tanto saber eso, me sentí menos psicópata, tal vez algún día le contaría que lo había mandado a investigar, sólo esperaba que me comprendiera.

Joel fue a la habitación a arreglarse y yo me dirigí a la terraza, ahí estaba mi padre, Jonathan y mis tíos, así que me puse a platicar con ellos, les conté que ya tenía novio y me felicitaron. Después entramos a la sala, donde se encontraba la amiga de Loren que no se tardó en acercarse a mí.

Tentación - Virgato 🔥 Segunda Parte (Adaptación)Where stories live. Discover now