Manu y su harem de rubios ❝ Latín Hetalia/Hetalia ❞

Diecinueve ✧

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Manuel observa fijamente a Pedro que se encontraba cocinando de manera tranquila. Estaba raro, Manuel lo sabía bien, luego de contarle lo que había pasado en casa de su tío este se empezó a comportar de manera extraña.

« ¿qué le pasa a este weón? » piensa con frustración, quería hablar con Pedro y escuchar su estupideces como siempre pero el mexicano simplemente estaba ahí, cocinando sin prestarle la más mínima atención.

Aunque odiara admitirlo, Manuel ama la atención que le da Pedro, solo que aveces le desesperaba ya que había contacto MUCHO de por medio y no es algo que le agrade del todo. Ha sido así desde que era un pequeño Manu inexpresivo y de pocas palabras « aunque con el abuelo era bastante expresivo.. » era bastante arisco con el tema de los abrazos y caricias.

Sus labios inconscientemente forman un adorable puchero, Pedro que se daba la vuelta para buscar unos condimentos presenció el bello puchero de Manuel y casi le da algo, su bebé era demasiado tierno. Sin ser consciente de sus acciones abraza rápidamente a Manuel que da un chillido por el susto.

- ¡me asustaste mierda! - chilla Manuel golpeando el brazo de Pedro sin fuerza, el mexicano solo ríe y besa de manera tierna la cabeza del chileno gruñón provocando un fuerte sonrojo en las mejillas de este.

- ¡eres demasiado tierno Manu! - dice Pedro de manera aguda tomando las dos mejillas de Manuel para estrujarlas y juntarlas - ahora eres un pato - ríe levemente y observa los ojos color avellana del castaño... Eran hermosos.

- uhm.. - Manuel frunce el ceño sintiéndose sumamente avergonzado, más que nada por la mirada que le estaba dando Pedro, tenia un infinito cariño y algo más que no entendía.

Pedro sonríe y deja las mejillas de Manuel - la comida estará lista en unos minutos más.

El mexicano se aleja de Manuel y sigue con su labor.. Solo que ahora sus mejillas estaban sumamente rojas y estaba demasiado nervioso, si no se hubiera alejado del castaño en ese momento lo habría besado.

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Observa de manera tranquila las silenciosas calles mientras caminaba a paso relajado, después de comer con Pedro tuvo su ración diaria de mimos por parte de este y además disfruto de una buena película de terror.

Se iba temprano ya que Antonio le dijo que estuviera antes en casa, porque iba a salir a comprar unas cosas con Rómulo y de paso lo iba a ayudar en la plantación de tomates que tiene, Lovi tenía trabajo pendiente y no podía estar al 100% pendiente del pequeño José.

De todos modos Pedro tenía que ir a comprar unos repuestos y prefería  no acompañarlo para evitar altos niveles de estrés (cuando andaba de compras con el mexicano este se ponía en modo serpiente celoso obsesivo y era realmente estresante para el).

Su celular vibra y lo saca para ver que onda, era un mensaje de Pedro.

« cuando termine con las compras iré a tu casa <3.. No creo que a mis suegros les moleste »

Manuel hace una mueca y ríe, rápido le contesta que no hay problema y guarda su celular « que es weón xd »

- oh.. ¡Manu! ¡Que coincidencia!

Un brazo le rodea el hombro y lo primero que ve es una alegre sonrisa, específicamente la de cierto estadounidense con desbordante energía - ¿eh?.. Hola Alfred - dice y camina de manera tranquila, sintiendo un poco de incomodidad porque Alfred aun lo rodeaba con su brazo.