Manu y su harem de rubios ❝ Latín Hetalia/Hetalia ❞

Veintitrés ✧

Advertencia: muchas escenas de familia feliz y funcional jekdkdkd

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Los tres años habían pasado volando, al inicio fue todo muy nuevo para el, solo tenía un conocimiento básico del idioma, le costó adaptarse pero su familia lo estuvo ayudando todo ese tiempo.

Ya no era más un adolescente temperamental, bueno, seguía siendo bastante malhumorado a veces, pero su personalidad si había mejorado un poco, era un joven adulto y ese tiempo en Italia le dio un gran cambio, siempre fue bastante lindo pero ahora lo era mucho más, dejó de ser un enano para ahora tener una estatura promedio, su cabello se había esponjado más y se parecía bastante al de su papá Toñito, su piel se había tostado levemente ya que empezó a ayudar a su tatita en el campo, y tenía un poco más de musculatura, ya no era una masita suave.. o bueno, ya no tanto (XD)

Tal como prometieron los rubios, le mandaban mensajes, deseándole un buen día y así, aunque al inicio fue un poco raro se acostumbró y logró entablar una amistad con cada uno de ellos, así que ahora estaba ansioso por volver a ver a sus amigos.

- ¿nervioso hijo mío? - pregunta su padre con una sonrisa.

- nah, la verdad estoy ansioso por volver - dice - el ganado espera por mi - da un largo suspiro y se echa a reír junto a su padre, Lovino llegó acompañado por pequeño José y el tatita Rómulo, el cual se estaba quejando ya que según el, no necesitaba un bastón para caminar.

- Nonno ya te lo dijo el doctor, tienes que cuidar tus huesos y SI necesitas el bastón para caminar - dice frustrado Lovino con su abuelo, el cual era terco como una mula... y bueno, el de algún lado tuvo que haberlo sacarlo.

El abuelo solo suspira frustrado y observa a sus bisnietos, estaba feliz de haber vivido esos tres años junto a ellos, viéndolos crecer en el lugar donde él se crió, creció y enamoró. Pero ya era hora de volver.

- ¡muy bien familia! Es hora de volver a casa.

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El vuelo había sido malditamente largo pero por fin estaba en su Chilito querido, una vez ya teniendo todas sus maletas da un largo suspiro mientras se estiraba, haciendo crujir los huesitos de su espalda, no le aviso a sus amigos que ya estaba de regreso ya que quería que fuera una sorpresa (además de que deseaba descansar)

El único enterado del regreso de la familia había sido Ludwing, a Feliciano no le dijeron nada porque él no sabía guardar secretos y también querían darle una grata sorpresa, pasarían a la parcela del tatita Rómulo, y al lugar invitaron a todos para celebrar (o bueno, Ludwing los "invito" al lugar con permiso de Rómulo)

Cuando encontraron al alemán se acercaron y saludaron calurosamente.

≪ Estoy emocionado por ver a todos, seguro se sorprenderán con mi belleza ah kdkdkd ≫

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Llegando a la parcela fueron recibidos por los alegres perros de Rómulo que casi estalla en lágrimas a ver a sus queridas mascotas, no había podido llevarlos porque temía que se estresarán durante el viaje y en el nuevo entorno, por lo tanto prefirió no arriesgarse. ¡Pero bueno! Todo era alegría para el viejito, aunque amaba Italia había extrañado mucho su parcela.

- ay, mis queridos perros - chilla el anciano acariciando a todos los peluditos que movían sus colas felices por verlo nuevamente.

Los castaños estaban felices observando al mayor, mientras el pequeño José observaba extasiado todo el lugar ya que era la primera vez que visitaba la parcela.