—los tulipanes son mucho más bonitos que los claveles.— jungkook asiente y vuelve a tomar la mano de taehyung.
—lo sé. Pero las flores elegidas son los claveles, mamá trato de convencer a hoseok pero ni siquiera nos escuchó.— El pelinegro ríe al recordar la tarde en la que su hermano fue a visitarlos. Una boda es un evento importante, un sueño, es por eso que se debe cuidar hasta el mínimo detalle, y unas flores no serían la excepción. Hoseok recorrió toda la ciudad en busca de unas lindas, pero no tan llamativas, con un olor agradable y dulce. Los claveles parecían las ideales.
—con los preparativos y todo ese rollo, hoseok tiene que estar cansado.
—créeme que sí, pero es increíble lo mucho que ambos se están esforzando para que todo salga perfecto.— jungkook se pasa una mano por el pelo, taehyung lo mira y sonríe.
Quiere hablar pero las palabras no salen de su boca, y la mirada del pelinegro sobre él no ayuda en nada. Tiene miedo de que su nerviosismo se note. Aprieta más la mano de Jungkook, pero lo hace porque el chico le transmite una tranquilidad y una confianza que nunca había sentido antes.
—me gusta esto, jungkook.— dice tratando de que sus palabras no se enreden, y el pelinegro entrelaza sus dedos con los del pecoso.— Me gusta mirarte, me gusta el contacto de tus manos con las mías, me gusta tu cabello, me gustan tus besos, me gustas tú.
—estás...
El pelirrojo lo mira y solo quiere que se calle, entonces lo besa.
—quiero esto, como nunca había querido algo antes.— taehyung da un paso quedado enfrente del pelinegro.— y si me permites tenerlo sería...
Ahora es Jungkook quien lo besa.
—puedes tener esto, porque yo también quiero tenerlo.
