fuera de las líneas, en un autobús

15 1 0
                                    

Veo la luna
desde el asiento
del autobús; lo
que no veo es
el papel sobre
el que escribo,
ni los trazos
que dibuja el
boli descacharrado
que guardaba en
mi riñonera y

que ahora sujeta
mi insaciable
mano. A oscuras.
Todo eso ha sonado
fatalmente sexual.
Pero es que
escribir, dibujar...
El viaje, tiene
algo de sexual, y
el misterio que
supone hacerlo a
oscuras, le da un
toque maravilloso.

He perdido el
tapón del boli.
Ay, no, nada, lo
tengo.
Esto es lo mejor
que he hecho,
este arte, me
encanta, el no
saber, tan sólo
sentir como la tinta
forma las palabras
de la manera en

que tu cuerpo
decide que es
mejor para sacar
lo que tiene dentro
y trasladarlo a las
hojas que no
puede identificar.
El no poder volver
atrás, ni retificar,
tiene algo poético
no? Como la vida
misma.

Los ordenadores
deforman la vida.
Si yo ahora escribo
esto en un aparato
podré rectificar y
corregir, pero no sólo
eso, haré como si
nunca hubiera
cometido el error.
No me gusta, la
vida que vivimos
los humanos esta

construida a base
de equivocaciones
que dejaron una
huella, un tachón
sobre el cual seguir
escribiendo nuestra
historia. Una historia
sin errores, no es
una vida; y no
merece ser leída,
ya que no esta
completa, le faltan

todas aquellas
partes que borró,
las partes que
nos hacen humanos.

*Y efectivamente, lo pasé a un aparato, pero sin remediar los errores, tal cual se escribió.

InsideWhere stories live. Discover now