Un Vínculo con un Vampiro.

Cap. 13

Narradora

Era por la mañana y Mirco y Liston estaban preparándose para irse a estudiar, con el único cambio de que en vez de llevar libros... llevaban armas, armas que obviamente habían robado y casi no sabía utilizar. Había estado mirando el día de ayer al grupo de tiro entrenar, pero de poco les había ayudado, ya que por un fallo de horarios de Liston estuvieron viendo a los novatos en vez de a los expertos, pero aún así les dio igual y en la noche robaron lo que pudieron.

- Esto es muy peligroso Mirco -

- Ya lo se Liston. Pero no podemos dejarle ahí, es como nuestro hermano. No podemos dejarlo ahí - dijo mientras se echaba la mochila a la espalda y caminaba a la salida de la cabaña - ahora vamos, no podemos levantar sospechas -

Liston asintió cogiendo su mochila y le siguió. El trayecto a la escuela fue normal, además, nadie se había percatado de su intercambio de libros por armas, y al llegar a la entrada cuando perdieron de vista a los guardias y a sus colegas se escabulleron por un callejón cerciorándose de que nadie les había visto.

- Bien, no te separes de mí - dijo Mirco.

- ¿ Por qué tan pronto nos ponemos con el plan ? - preguntó Liston

- A menos de que sepas dónde le tienen y no me lo hallas querido decir... No tenemos ni idea de donde se encuentran esos malditos - dijo de manera seria Mirco.

Ambos empezaron a caminar por las calles, escondiéndose de los guardias que vigilaban, sin tener en cuenta de que dos pares de ojos los vigilaban con deseo y diversión, nunca antes habían visto dos presas tan valientes como para arriesgar su vida por alguien que ya no tenía escapatoria.

- ¿ Se lo ponemos mas fácil ? - preguntó Stuart.

- Me parece bien. Pero tampoco se lo pongas a huevo - contestó Crist.

Ambos vampiros corrieron hasta el final del callejón y con un poco de magia pusieron una D con sangre. Y así por todas las esquinas en dirección a la mansión, escondidas pero a la vista, así al menos tardarían un poco en burcarlas.

- ¡ Mirco ! - gritó Liston acercándose a la D - mira -

Mirco se acercó y se quedó mirando la letra.

- ¿ Crees que es una señal ? - hablo de nuevo Liston.

- No te sabría decir... - Mirco no pudo terminar la frase porque unas risas familiares resonaron por las calles.

- Después de media noche vuestro amigo será castigado por las acciones que ha cometido frente a su nuevo amo... Si lo quieren volver a ver... Sigan la marca de las calles... - y entre risas las voces desaparecieron.

- Parece una trampa - dijo Liston

- Sí, pero no tenemos opción -

- ¡ Pues sigamos la marca ! - dijo decidido Liston.

Ambos empezaron a caminar por las calles mirando hacia todas la direcciones para, encontrar las marcas que los llevarían hasta su hermano y para ir esquivando a los licántropos para no ser devueltos al campamento.
Algún rato después llegaron a una gran mansión, que por fuera parecía abandonada pero por dentro había mucha vida.

- Parece ser aquí - comentó Liston.

- No nos iremos de aquí sin él, y si tiene que morir... moriremos con él - dijo Mirco sacando 2 armas - No te separes -

Estaban por subir las escaleras cuando un pequeño agujero en la madera fue descubierto por Liston
- Posiblemente nos esperen, ¿ Y si vamos por aquí ? -