Un Vínculo con un Vampiro.

Cap. 6

Narradora

Taylor guió a Lucas por los eternos y espeluznantes pasillos la mansión de vuelta a la habitación, no era que los pasillos fueran feos, ni mucho menos, eran pasillos estrechos, con muchos cuadros que a veces se movían y te daba sustos u otras hablaban entre sí, pasillos con un estilo muy antiguo, con lámparas de araña y una alfombra roja por todo ello, puertas de madera que chirrían algunas al abrirse o cerrarse y muebles de caoba roja que le daban su toque elegante.

Una vez en su habitación ató la correa a la cabecera de la cama y tiró a Lucas encima de esta tirando fuertemente de la cuerda, después se puso encima suyo para comenzar a besarle el cuello con salvajismo.

- No lo vuelvas a hacer - dijo mientras lo besaba - No vuelvas a escaparte. Es peligroso -

Lucas quedó confuso.

- ¿ Porqué ? ¿ No se supone que soy de tu propiedad ? -

- Es distinto, todavía no tienes un vínculo conmigo, por lo que no tienes ni olor y hasta que no lo tengas puedes ser tocado por cualquiera sin pareja y aunque en ese collar ponga que eres mío los vampiros no hacen caso - dijo acariciando el sedoso pelo azabache del humano y tumbándose a su lado - pero si quieres podemos formar aquí y ahora un vínculo de sangre - dijo Taylor acercando sus labios a los de Lucas, relamiendose sus colmillos y mirando fijamente sus ojos grises.

- ¡ Ni en broma ! - contestó Lucas alejándose como podía de Taylor.

Lucas estaba acorralado contra la pared, su espalda chocaba con la cabecera de madera, y no podía retroceder más, no tenía escapatoria, de pronto, sus finos dedos rozaron la correa que estaba mal atada en la cama, así que la desató discretamente por completo y cuando Taylor ya estaba a punto de besarle le dió un cabezazo. Después salió corriendo al baño y allí se encerró echando el pestillo, llevó sus manos a la cabeza con puro nerviosismo, miró a la ventana y al intentar abrirla vio que estaba trancada.
Genial, se había vuelto a llevar por sus estúpidos instintos y ahora estaba en problemas.

- ¡ Lucas ! ¡ Sal de ahí ahora mismo o me las pagarás ! - dijo Taylor golpeando la puerta.

Lucas se metió en la bañera y se hizo una bolita, si se quedaba recibiría un castigo, pero si salía también recibiría un castigo, así que su mente llena de pensamientos solo llegó a atinar a una cosa.

- ¿ Por qué me habré alejado de Layon... Por qué ? - dijo entre susurros y con lágrimas en los ojos.

Minutos después la puerta dejó de ser golpeada, Lucas estuvo atento, tanto que hasta dejó de respirar para no hacer ruido con su acelerada respiración y no escuchó ningún ruido excepto el del pestillo abriéndose. Entonces los ojos de Lucas se abrieron como platos por el terror que sentía ahora mismo y empezó a gritar cuando vió a Taylor acercándose con un cuchillo a él.

- ¡ Noo ! ¡ Aléjate, fuera ! - dijo intentando retroceder, pero Taylor le cogió de las muñecas para que se estuviera quieto, después se puso el cuchillo en la boca, sujetando el filo entre sus colmillos y con su mano libre ató la correa arriba de la ducha, obligando a Lucas a levantarse para no ahogarse, aunque ni por esas podía respirar bien ya que Lucas se seguía ahogando de igual manera por culpa de lo alto que había dejado el collar.

Después le quitó la camisa y pasó el cuchillo por su pecho, marcando con la punta de este una linea roja por todo su pecho, abriendo esa carne blanca y blanda, todavía con calor pero a la vez frío del sudor que en su cuerpo se estaba formando por culpa del miedo.

- Por... favor... - Lucas intentaba pedir piedad, pero el collar se lo impedía, no podía hablar bien con ello apretándole la garganta hasta el punto casi de no dejarle ni siquiera tragar saliva.