Agust D dice

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Min Yoongi


Min Yoongi era de esas personas a quienes la vida lo había puesto en un contexto inadecuado para definirse. Desde su infancia, observaba las preferencias de sus familiares hacia su hermano, por lo cual se cuestionaba si él estaba mal en todos los aspectos. Creció sin una gran seguridad y desarrolló la, a veces, capacidad y maldición, de no dejar salir sus oposiciones para ser escuchado.

Sus intereses se limitaban en las artes. Había encontrado gran refugio y satisfacción en ellas. De tanto apreciarlas y venerarlas, comenzó anhelar ser un creador y ya no sólo un simple espectador. La manera para expresarse la encontró con la forma de éstas, pero, al no ser requerido demasiado en ningún momento, Min Yoongi permanecía callado. Claro, al menos que se le exigiera hablar.

A veces la cotidianidad resulta tan abrumadora que ella misma, en vez de quien la sufre, parece implorar por su desaparición. De este modo, aunque Min Yoongi no aclamaba por el cambio, pues sentíase indiferente a la rutina, le llegó la sorpresa de su incontrolable desgracia, rencor y futuro arrepentimiento: Park Jimin.

Park Jimin entró al mismo grupo de clases que Min Yoongi, pero como alumno nuevo. Acaparaba la atención de todos. Mostraba una personalidad angelical y humilde; al paso del tiempo, se afirmarían dichas suposiciones sobre su personalidad. A pesar de que se había incluido perfectamente a la rutina escolar, hasta el punto de ya no ocasionar impresión como el día en que llegó, Park Jimin seguía siendo el asombro continuo del joven callado y aspirante a artista.

Un cambio extraño en Min Yoongi se formó severamente. Si bien la presencia del joven angelical, el cual se sentaba delante suyo, lo ponía alterado, su propia mentalidad le rogaba por obtener su atención. Pero siendo Min YoongI un joven sin capacidad para socializar adecuadamente, terminó teniendo la idea inadecuada para lograrlo: meterse en problemas.

Su primer acto en contra de las reglas fue dar una opinión incorrecta ante una pregunta de respuesta obvia. Fue un paso demasiado fuerte para él, pues nunca antes había tomado la iniciativa de participar en clases. Sus compañeros tuvieron un impacto por su disponibilidad aunque, posteriormente, las risas aparecieron. Incluyendo la de Park Jimin. Min Yoongi, al presenciar el resultado de su acto, se sintió como un héroe triunfante.

Al pasar los días los alumnos charlaban sobre Min Yoongi; lo veían muy participativo y gracioso. Varios comenzaron a hablarle y juntarse con él en receso, lo cual dejó una sensación impactante en el joven. Pero éste al darse cuenta de que Park Jimin sólo reía ante sus comentarios y no le dirigía la palabra, decidió realizar el siguiente paso.

Un día, todos entraron al salón al finalizar la clase de deportes. Min Yoongi se había ausentado de ella para dejar una sorpresa: había pintado en la pizarra un dibujo burlón y gracioso, con frases de la misma intención, en contra de la profesora de la siguiente clase.

La maestra de inglés era odiada por los alumnos debido a varias injusticias que había cometido y por su incapacidad para enseñar de manera adecuada. Todos en la clase sabían que no era bueno ir en contra de ella, pues resultaba ser la amante del director de la institución. Debido a ello, al ver el contenido de la pizarra y ver a Min Yoongi como creador de ello, rieron y aplaudieron.

Los ojos de Min Yoongi y su sonrisa delataban el aprecio ante la atención positiva que le otorgaban, miraba a cada uno de sus compañeros tan felices. Sin embargo, el contento de su aventura fue perdiendo su valor cuando presencio la mirada de Park Jimin, la cual mostraba desaprobación e incógnita. Ambos tuvieron sus ojos fijos en el otro durante algunos segundos. Park Jimin estaba a punto de decirle algo, pero las quejas de la maestra, al ver el pizarrón, hicieron un silencio perturbador.

La caída de ícaro (BTS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora