El Rechazo De Una Estrella. (PAUSADA)

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Arian.

Muerdo mas profundo, y estiro con fuerza cuando me aparto llevándome así un gran pedazo de su carne entre mis dientes.

Lo escupo con asco y me aparto para observar como el mirón cae al piso llevando sus manos a su cuello intentando contener la hemorragia inútilmente. El liquido logra escapar entre sus dedos en grandes cantidades no falta mucho para que su vida se apague.

Giro mi rostro hacia los otros dos, ignorando por completo la sangre que se escurría por mi barbilla. No hago el intento de limpiarme, no tiene cazo que lo haga.

No cuando mi furia todavía no se apaga. Cuando todavía no e terminado.

El segundo monstruo mira hacia el cadáver de su compañero y luego a mí, lo hace como si no pudiera creer que la chica con falda rosa haya matado a un hombre con tanta facilidad.

Kellan es quien lo hace salir de su asombro con un empujón y le ordene detenerme.

El hombre se levanta tragando saliva, parece que no quiere acercarse, el sabe lo que le conviene, pero es una orden del rubio y todas en esta habitación sabemos que aun cuando ellos se hayan... Divertido juntos, Kellan sigue siendo el jefe, y el tiene que obedecer.

Mi gruñido hace eco en las paredes.

El mira hacia Kellan por un segundo antes de volver a mirarme a mi e intentar acercarse. No pierdo detalle de todos sus movimientos, incluso cuando por un segundo el brillo detrás de su espalda llama mi atención.

El da un paso y luego otro.

Su lentitud me molesta y hace crecer el fuego en mi pecho. No quiero juegos ni demoras los quiero muertos de una puta vez.

Cuando creí que él no se atrevería atacarme, que seria yo la que se lanzaría, él finalmente y con mucha rapidez, corre hacía mí con determinación. Buscando venganza por su amigo, buscando algo que no conseguirá.

El corre y no se detiene, lanza golpes tan torpes y lentos que me parecen una burla, ¿Es todo lo que tiene un monstruo como el? Hasta la frentona de Marian hacia algo mejor que eso.

El monstruo lanza un golpe hacia mi rostro el cual esquivo con facilidad y aprovecho para enterrar mis garras bajo su costilla descubierta.

Grita de dolor.

Y yo sonrió de placer.

Su sangre se escurre por mi brazo y esa sensación de calidez que siento en mi piel hace que mis ojos brillen de emoción.

Que sufra, que llore. Es lo que un monstruo como él se merece.

Entierro mas mis garras disfrutando su dolor. Gozando de el.

Miro su cara deformada y no puedo sentirme mas que complacida, no puedo sentirme satisfecha.

No hasta matarlo.

Una punzada de dolor en mi vientre me hace despegarme de él, me alejo unos pasos sin saber que es lo que pasa el hombre sosteniendo su herida con su mano izquierda y aún con una mueca de dolor me sonríe.

— Muere perra.

No lo entendí.

No hasta que baje mi vista y ver como una daga que a simple viste se veía inofensiva se hallaba enterrada en mi abdomen.

¿En que momento paso?.

— Bien hecho Terry. — escuche a Kellan felicitarlo mientras le daba golpecitos en su espalda.