El Rechazo De Una Estrella. (PAUSADA)

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01.

Arian.

El día en el que me levante por mi propia cuenta y no tenga que usar un despertador sera un verdadero milagro. El repetitivo canto de un gallo que habia elegido para mi despertador por lo horrible y fuerte que sonaba había cumplido su función, despertarme. Lo malo es que ahora estaba de malhumor y con ganas de comer pollo en venganza por esto mismo.

Saque mi brazo de abajo de toda esas sabanas que me cubrían por completo y sin ver, solo tanteando el estante que esta sobre mi cabeza intente apagar el dichoso aparato.

Cuando el canto del gallo dejo de atormentarme volvi a meter mi brazo y a intentar dormir solo otros cinco minutos mas o tal vez díez, sin embargo no había trascurrido ni un minuto cuando la voz de Anny se escucho por toda la casa.

- ¡Arian baja a desayunar!

Un sonido de protesta salio de mi boca pero no me moví. Ella me llamo otras dos veces mas antes de que se enojara.

- ¡O bajas de una vez o voy yo y te bajo de los pelos niña floja!

- Ya voy - susurré inmediatamente ante su amenaza.

Conociendola sus advertencias no son algo que tomar a la ligera. Incluso cuando ella seguramente sabe que anoche no me encontraba bien ella me hará bajar a la fuerza.

Mi madre es una mujer con apariencia atractiva que refleja tranquilidad y seriedad pero su personalidad es todo lo contrario ella tiene el temperamento de un toro. Algunas veces ella asusta y mucho. He visto hombres grandes he intimidantes evitarla y eso que ella mide solo 1.65.

Con mucha flojera aparto las sabanas de mi cuerpo y bajo mis pálidas piernas de la cama a su vez coloco una de mis manos a mi cuello mientras giró mi cabeza no me detengo hasta escuchar un crujido de cada lado de mi cuello. Ahhhh que satisfacción.

Lo siguiente que hago es lo habitual. Me levanto y me estiro para luego colocarme las pantuflas blancas y sosas que tengo desde que tenia 11 años y no tiro porque es uno de las pocas cosas que me ha dado cualquier otra persona que no a sido mi madre en todos mis años de haber existido en este mundo. Para proseguir llendo al baño en el pasillo y echarme agua en la cara para terminar de despertarme, me seco con la toalla a lado del espejo sin siquiera atreverme a dar un vistazo a mi reflejo.

Mi mama odia que baje en pijama porque conociendo las costumbres de nuestra gente en cualquier momento podría ver alguien mas con nosotras en la casa, situación que es valida pero que tiene una forma facil de arreglo si deja en claro su autoridad como guerrera marca la casa como su Territorio cosa fácil para ella, por lo que no me convence. En lo personal creo que esto se debe mas por su manía de tener todo en orden y como una persona recién levantada no lo esta, lo detesta.

Después de darme una ducha rápida, regreso a mi habitación y elijo una blusa de manga larga blanca que me queda un poco floja y un pantalón de cuatro botones color marrón de igual flojo pero no lo suficientemente para que se me caiga de las caderas, es lo que elijo. Unos tenis blancos sin mucho detalle son los siguientes y ya cuando he terminado paso los dedos por mi cabello seco. Salgo de mi habitación.

Entro a la cocina al mismo tiempo en el que veo como mama termina de colocar el último plató en la mesa. Olfateo el aire un poco y el delicioso olor de tocino con huevos y salchichas hace que mi boca se haga agua. Por la santa Luna he conocido el olor del paraíso. No lo dudo ni un segundo y me apresuró a sentarme y devorar lo que se encuentre frente a mi. Aunque siento la mirada de Anny, mi madre, ninguna de las dos dice algo. No es por que tengamos mala relación o tengamos algun problema con la otra al contrario nuestra relación de madre e hija es estupenda es solo que nosotros no solemos hacerlo. No hablamos mientras desayunamos o en cualquier hora de la comida por mí. La razones es porque a mi no me gusta y mi madre sabe respetar eso, no digo que ella no lo haya intentado pero despues de un tiempo se acostumbro a mis silencios en la hora de comer y ahora sin quedarle de otra los respeta.