/47/

2.6K 181 44
                                    

47

Arian.

Uno.

Dos.

Tres.

Intento cubrirme el cuarto chorro de agua que aparte de estar exageradamente helada era a presión, y que debido a la dirección en la que iba — directo a mi cara — me impedía respirar sin que el agua lograra colarse y la sensación de estar ahogándome me invadiera. Ocasionando en el procesó que tosiera con desesperación y que la risa de Kirene se escuchara de fondo cada vez que esto sucedía.

Se notaba que se estaba divirtiendo en grande.

— Creo con eso bastara. O al menos por ahora.

Cerro la llave del agua detrás de ella dando así por terminado mi tortura. Acto seguido coloco su manos en la cintura imponiendo mas su presencia, después me dio esa mirada de superioridad que tanto había visto en mi vida y que tan poco me había importado o molestado.

¿Por que todos hacen lo mismo? Mirarme como si fuera poca cosa y esperar a que eso me de vergüenza, esperar que solo por una mirada de esas yo me eché a llorar o tenga ganas de quitarme la vida.

Si, no lo niego algunas vez lo pensé (en el comienzo de mi tortura)  pero no era por una tonta mirada de suficiencia, asco o desgarrado, que me otorgaban si no por el brutal trato que me daban en Shwmoon. Y por que — agregándolo también a la lista — pensaba que si me iba de ese mundo mi madre ya no tendría una carga tan grande como lo era yo y hací seria feliz. Por supuesto y gracias a la luna, tal descabellado pensamiento no llego a durar mucho, por que gracias  una larga y obligada charla con mi madre mas muchas horas de reflexión me di cuenta que era algo totalmente absurdo. Un pensamiento que a parte de ser una salida cobarde no era algo que yo originalmente pensara, algo de lo que yo normalmente la viera como una opción.

Al ver que ella no dejaría de mirarme de esa forma preferí ignorarla. A la vez cruce mis brazos sobre mi pecho en busca de un poco de seguridad o calidez  y no solo por el tremendo frío que empezaba a sentir. Que por cierto este hecho ya decía que tan helada se encontraba el agua, por que si  tenemos en cuenta la temperatura corporal que tiene un licántropo la temperatura debe de ser muy baja para que esto nos haga tener frío. También busque refugio en mi misma  por la repentina nueva forma en la que Kia me miraba ya no era superioridad lo que veía en sus ojos por supuesto que no eso, era algo mas, una mezcla extraña de burla compasión, lástima, diversión y lo que me pareció también ¿Lujuria?.

Creo que ya estoy empezando alucinar.

Me inquietaba de sobremanera que se mantuviera tan tranquila y que no apartara sus ojos de  mi cuerpo donde las pequeñas prendas que ella misma me había prestado cuando nos conocimos y que ahora se encontraba totalmente empapadas, pegándose mas a mi piel y marcando lo poco que tenia.

Su silencio me hacía estar alerta. Todo ella me hacía estarlo.

— Quitate la ropa. — ordeno de repente tras un largo silencio.

Mis ojos se abrieron de inmediato por la sorpresa y casa en seguida empezó a balancearme nerviosa de un pie a otro. Su orden me recordaba cosas que preferiría olvidar, la forma de verme despertó sentimientos que quisiera que dejaran de perseguirme y hasta podría asegurar que empezaba a sentir esos fríos dedos recorrer cada extremo de mi piel... Otra vez.

Espabila Arian. Carraspeo intentando hacer notar mi incomodidad y como era de esperarse a ella no le importa.

— ¿Q-que?.

El Rechazo De Una Estrella. (PAUSADA)Where stories live. Discover now