-¿Qué harás hoy por la tarde? - Me preguntó Ashton mientras limpiaba el mostrador y yo preparaba un café en la máquina.
-No lo sé, igual llamo a las chicas para dar una vuelta por aquí, así Tori y yo le enseñamos un poco la ciudad a Eli.
-¿No estaréis en casa? - Preguntó triste y yo fruncí el ceño ante tal comportamiento.
-¿Por qué quieres que estemos en casa? - Me reí y él se sonrojó sin razón aparente. Se estaba comportando de una forma un tanto extraña. - Si quieres que estemos para llevaros la bebida mientras jugáis a un estúpido juego, lo llevas claro.
-No, hombre. No es eso, a mi me da igual lo que hagáis. - Sonó ahora indiferente.
-Estás raro, ¿no?
-Tú a veces también estás así.
-Solo cuando me viene el periodo, dudo que a tú lo tengas. - Me reí y él hizo lo mismo. - Voy a llevar el café, anda.
Cogí una bandeja y me alejé de él hasta llegar a la mesa diez y dejar el pedido que me habían dicho.
-¿Cuánto es? - Preguntó el cliente y me di cuenta de que era el mismo chico de ayer. El que me había alagado.
-Dos con cincuenta. - Dije algo tímida. Él sonrió y sacó su cartera para tenderme un billete de cinco.
-Quédate con el cambio.
Con eso dio un sorbo a su café y zanjó el tema. Volví a la barra y dejé en la caja registradora el dinero con una sonrisa, yo también.
-¿Lo conoces de algo? - Preguntó de la nada Ashton. - Al chico ese, digo. Ayer y hoy no te quitó el ojo de encima. - Yo me encogí de hombros y negué con la cabeza.
La verdad es que ese chico no me sonaba de nada, aun que igual era de la universidad y no me había fijado nunca en él. Quién sabe. Pero tampoco le di demasiada importancia; tenía problemas mayores en mi cabeza que preocuparme por ese chico. Y ese problema era Luke.
¿Por qué tenía que estar pensando a todas horas en él? Tenía claro que había abandonado todos mis sentimientos amorosos hacia ese rubio, pero claro, llegó él, lo vi y ¡PUM! Me volví a sentir la chica ingenua del año pasado. Mientras que él, estaba jodidamente normal y corriente.
Luke Hemmings, ¿por qué me haces esto?
-¡Annnnnnndy! - Escuché gritar a mi espalda.
Me giré y vi entrando, por la otra punta del local, a Calum junto a Michael y Luke. Se acercaron hacia mi y Calum me sonrió como nunca.
-Hemos quedado con Ash para ir al Burguer de esta calle. ¡También vendrá Eli a comer con nosotros! ¿Te apetece venir?
-Yo... Ehm, - genial, tenía los nervios a flor de piel y ni si quiera se me ocurría una buena excusa para no ir.
-¡Genial! - Me cortó. - Me alegro de que vengas con nosotros.
-Pero Calum, yo...
-Vas a venir. - Dijo sonriente, pero obligándome a la vez. Me acerqué al mostrador con ellos pisándome los talones para dejar la bandeja vacía.
-Está bien. Pero quedan cinco minutos para que acabe el turno así que dejarme trabajar, ¿no? - Me reí, ocultando que estaba cada vez más nerviosa.
-Ni si quiera hay gente a estas horas, solo el chico ese del fondo. -Replicó Michael y yo rodé los ojos. - Por cierto, ¿y Ashton?
-Está arreglando unas cuentas con Nicole, creo.
Fui detrás de la barra y ellos se sentaron en unas sillas mientras que yo ordenaba un poco el dinero de la caja registradora, Ashton siempre metía las monedas y billetes en la cajita incorrecta. Argh.
-¿Dónde está el baño? - Preguntó Michael, yo señalé con mi dedo índice hacia la derecha y él se esfumó. Noté que Calum también hizo el amago de levantarse y yo lo miré con rapidez.
-¿Dónde vas?
-Quiero ir a ver a Ashton, tengo que hablar con él seriamente y a solas. - Alcé las cejas. - Cosas de chicos, no lo entenderías.
Yo le supliqué con la mirada que no se fuera, pero él no me hizo el más mínimo caso y se fue. Muy bien, gracias amigos míos, me habéis dejado sola con Luke. A pesar de saber todo lo que pasó entre nosotros, y que nos queréis mucho a ambos, nos dejáis solos.
Algún día me la pagaréis.
Lo juro.
-¿Qué tal? - Preguntó, mientras yo miraba fijamente hacia la caja. Menos mal que estaba detrás de la barra, así no notaba mi temblor de piernas.
-Bien, ¿y tú?
-Muy bien.
¿Muy bien? ¿En serio? ¿MUY BIEN? ¿Y por qué se supone que el señorito está muy bien? ¿Será porque tiene novia ahora y por eso está tan bien? Eso explicaría que estuviera tan tranquilo conmigo. ¡No puede ser! No puede tener novia, ¡no!
Vale, Andy. Deja de delirar.
-¿Llevas bien esto de trabaj...? - Comenzó a preguntar Luke, pero alguien vino hacia la caja y el se calló.
-Lo siento si interrumpo. - Se escuchó la voz del único cliente, el chico alagador. - Es que suelo venir aquí a menudo con un amigo y bueno, siempre te vemos y... - Su voz se fue apagando y dejó la frase en el aire. Tan solo me sonrió y dejó un papel encima de la mesa que había ante mi. - Por si quieres llamarme.
Me guiñó un ojo descaradamente y se fue, tal cual. Yo no abrí la boca de par en par por no parecer idiota, pero estaba literalmente alucinando.
Luke rascó su nuca y carraspeó la garganta.
-Bueno, al parecer tienes a los chicos a tus pies. - Soltó.
