CAP 37-Miranda Gardes

6.8K 343 3
                                    

(casa de Miranda Gardes en multimedia)

PUNTO DE VISTA DE

PUNTO DE VISTA DE

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


Ziel me tendió el pequeño trozo de papel y lo tomé delicadamente: era la dirección de su madre biológica.

Miré a mi prometida sin saber que decir. Nunca había visto actuar así a alguien frente a la muerte.
Me esperaba como mínimo un sollozo, un lamento, o al menos un suspiro, pero Ziel parecía de mármol y eso me dolía.

Me dolía porque esto simplemente era una prueba de que Ziel estaba acostumbrada a la muerte, y sabía por experiencia  que nadie en la vida merecía eso.

-Vamos- dijo poniéndose de pie aún robóticamente, pero la detuve antes de que diera un paso.

-Creo que debemos esperar- dije sin soltarla.

Al escuchar su silencio proseguí:

-Hagamos la misión y liberemos a Zarah, después de eso, vamos a verla- dije.

Ziel negó  con la cabeza en desacuerdo, estaba casi seguro de que no me estaba escuchando. Estaba perdida en su mente, y nadie podía entrar.
Se había encerrado.
Pero yo derribaría la puerta.

Halé su cuerpo rápidamente haciendo que quedase sentada en mi regazo.

Ziel me miró con sus eternos ojos de tormenta y pude ver en ellos un dolor insoportable.Acaricié su cabello suavemente mientras ella ahogaba su rostro en mi cuello y empezaba a derramar lágrimas de cristal.


PUNTO DE VISTA DE

Nos subímos nuevamente al auto en un silencio sepulcral, y yo me limpié las lágrimas como pude, como para eliminar la evidencia de mi debilidad

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Nos subímos nuevamente al auto en un silencio sepulcral, y yo me limpié las lágrimas como pude, como para eliminar la evidencia de mi debilidad.

Recosté mi cabeza de la ventana cristalina y vi como Liam me miraba de vez en cuando con su mirada azul, preocupado.

-Quiero ir a verla-

Dije en un susurro Liam y solo asintió suavemente.

No estaba segura de ello en realidad.
Era demasiado.
Esa mujer me había abandonado años atrás y lo más probable es que no me quisiese ver ahora.

Sentí de repente un ardor en mi pecho.
Era enojo.

¿Porqué papá nunca dijo nada?
Sentía que todo esto era su culpa, pero en realidad era mía.

No quería ir a verla.
Ni siquiera sabía si ella tendría realmente las respuestas.

¿Pero las respuestas de qué exactamente?

Habían tantas preguntas corriendo por mi cabeza.

¿Cómo podría ella ayudarnos a encontrar a Zarah si me abandonó mucho antes de que Zarah naciera, cuando yo tan solo era una bebe?

¿Habría ella conocido a mi madre, o más bien, a Juliette?

Estaba confundida.

Pensé en Juliette.
¿Cómo había podido, la mujer que creí mi madre, haber sido esposa de Mike?

Me había criado como si fuese su propia hija, con la misma atención que le había brindado a Zarah, que si lo era.

Miranda Gardes era mi madre biológica.

Juliette, fue esposa de Mike, luego esposa de mi padre y madre de Zarah.

Era lo único que sabía.
Pero quería saber más.
Quería saberlo todo de una maldita vez.

Liam tomó mi mano sacándome de mis pensamientos pero no despegó los ojos de la carretera.

Aún nos quedaban 3 largas horas de autopista para llegar a Massachusetts y la verdad es que quería llegar rápido, para por fin desmantelarlo todo. Pero al mismo tiempo, quería decirle a Liam que diese media vuelta y fuéramos a casa para poder esconder mi rostro nuevamente en su cuello y llorar hasta el final de mis días.

Pero tenía que hacerlo.
Por Zarah.
Por la tía Bianca.

Había recibido esa misma tarde un mensaje de un número desconocido.

'ven mañana cuando salga la noche

Dante.'

Mañana por fin vería a mi hermana y empezaríamos a poner el plan en marcha.

Respondí a los mensajes alarmados de Noche, Charlotte, y Mark sin indicar a dónde íbamos para luego apagar mi teléfono y ponerlo en mi cartera.

-Estoy feliz de que tú y Mark se hayan arreglado-. dije y vi como Liam sonrió irónicamente.

-No te emociones, la alianza es solo hasta que salvemos a Zarah - respondió con una pequeña sonrisa.

Me sentí agradecida igualmente de que se preocupasen por mí y por el bienestar de Zarah.

Todo había cambiado tanto en los últimos meses, y conocerlos a todos ellos había sido la mejor parte.

Seguimos nuestro camino en silencio, y cuando llegamos finalmente a Massachusetts, sentí los nervios llegar a mí.

No.
Tenía que darme la vuelta.
¿Y si había venido para nada?

La tía Bianca había dicho que ella tenía respuestas.

¿Pero y si se equivocaba?

Cuando estuvimos en la calle indicada en el papel, creí que moriría de la angustia.

Una vez delante de una casa azul clara, Liam y yo bajamos del auto y caminamos muy lentamente hacia la puerta blanca de la casa.

Liam tocó el timbre viéndome a mí totalmente petrificada. Esperamos unos minutos, pero no hubo ninguna respuesta. 

De alguna manera me sentí aliviada, pero cuando nos dimos media vuelta para marcharnos, una mujer abrió la puerta.

Al verla, retrocedí un par de pasos impresionada.

Eramos prácticamente idénticas.

Mismo cabello.
Mismos delicados rasgos.
Misma forma corporal.

Hubiera sido imposible negar que fuese mi madre.

Aquella mujer me miró con la misma sorpresa, como si tuviera frente a ella a un fantasma.

-Buenas tardes, señora Gardes, soy Liam Williams-se presentó Liam rompiendo aquel incomodo ambiente, no sin antes tomarme de la mano, como si tuviese miedo de  que en cualquier segundo saliera corriendo.

La mujer despegó su mirada de mí y frunció el ceño.

-¿Williams?- repitió como si se tratase de un mal presagio, revelando su voz melodiosa, sin duda reconociendo el apellido.

-¿Podemos hablar con usted?- presionó Liam nuevamente y pensé que nos cerraría la puerta en la cara, pero en vez de eso, la mujer me miró unos segundos antes de hacerse a un lado y dejarnos pasar.





Olvídame Cielo  #OLVIDADOS#1Where stories live. Discover now