Ella era un corazón de piedra, una sonrisa olvidada, un cielo nublado.
Él era un profundo misterio, un laberinto infinito, fuego y hielo.
¿Qué pasará cuando el destino los una?
Ziel era una agente de la policía.
Liam era uno de los delincuentes más...
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Maldición. Maldición. Maldición.
Tenía ganas de explotar, de destruirlo todo, de gritar.
-Hay que curarte- dijo James tranquilamente sin despegar los ojos del frente, acostumbrado a esta clase de situaciones.
Lo ignoré. Estaba demasiado enojado para sentir el dolor. Veía todo rojo.
La imagen del imbecil de Mark besando a Ziel seguía en mi mente y me sentía como un idiota. ¿Qué diablos me ocurría? Nunca me había importado una mujer y de repente sentía que la necesitaba. Ella es mía, maldición.
James guardo silencio de camino a casa, sabía que hablarme no serviría de nada en ese momento, así que subí directamente a mi habitación mientras Rosa, el ama de llaves, buscaba el maletín de emergencias.
No estaba muy herido, apenas unos pequeños cortes, así que desinfectarlos fue rápido, pero seguía ardiendo. Sabía desde el principio las intenciones de Mark con respecto a Ziel, las había dejado bastante claras al traerla a la fiesta de cumpleaños de Samuel, pero no sabía que eran amantes.
Me paré en el balcón de mi habitación que daba vista al jardín.
Esto no podía estar pasando, yo no era así. No era un crío que se hecha a golpes por una chica. Tenía decenas de ellas, queriendo ser mías, soñando conmigo. No necesitaba a Ziel.
Escuché la puerta abrirse y ni siquiera me giré, sabía quienes eran.
-Eso estuvo increíble-me felicitó el idiota de Tyler tirándose sobre mi cama. -Eres un idiota-agregó Kalum rodando los ojos y James se sentó en la silla de mi escritorio mirándome con su mirada asesina.
James y Mark eran amigos.
-De verdad que esa chica te tiene mal- dijo Tyler con su maldita sonrisa de niño.
Lo mire y su sonrisa se borró. No estaba de humor para estupideces.
-¿Dónde está? -no pude evitar preguntar en un suspiro. Pero sabía la respuesta.
-Con Mark-
Por supuesto, Ziel se había ido con el príncipe herido. Y es que no entendía como habíamos llegado a esto.
Mark y yo éramos primos, no habíamos tenido problemas antes y ahora deseaba que se lo llevase un tren.
-Creo que deberías alejarte de ella- dijo Kalum suavemente.
Todos guardamos silencio. Estaba claro que enredarme con Ziel atraería problemas, pero no quería hacerlo, así que solo asentí para tranquilizarlos.
Luego de eso, los chicos se fueron a sus casas a descansar, eran las 6 de la mañana y teníamos que volver a nuestras vidas legales en tan solo un par de horas.
Me metí a la ducha para luego vestirme para ir al banco. No había dormido nada, pero no es que quisiese hacerlo tampoco.
PUNTO DE VISTA DE
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Había evitado a Mark y a Liam toda la semana después de la pelea.
No quería verlos, a ninguno de los dos, me sentía culpable aunque sabía que no debía hacerlo.
Por supuesto, ignorar a Liam era difícil puesto a que trabajábamos juntos, pero esa semana no me llamó a su oficina para que le reportará las entregas. Mark, al contrario, me había llamado decenas de veces, pero yo no había contestado. No sabía que hacer ni como sentirme. ¿Debía volver a ser amiga de Mark? ¿O tal vez debería darle una oportunidad aunque no estuviese enamorada? Estaba perdida. Nunca había estado en una relación antes, pero ya pronto cumpliría 24 años. Tal vez debía intentarlo...
Mark era un chico honesto e inteligente, pero no estaba segura de que fuésemos mitades perfectas.
Suspiré, Definitivamente el amor no era lo mío.
Decidí salir a dar un paseo por Time Square para aclarar mis ideas, era domingo y no tendría que ir a la base, así que tenía tiempo libre.
Solo tomé mis llaves, mi teléfono y mi billetera para luego salir del edificio.
Había mucha gente en las calles, como siempre en Nueva York, pero no eran demasiadas.
Empecé a caminar en dirección al centro, pero mientras avanzaba, más sentía a alguien siguiéndome.
Pensé entonces en el día en el que secuestraron a Zarah en el centro comercial, ese día también había sentido que me observaban.
Caminé más rápido y tomé las calles principales en la cuales habían más personas, no estaba nerviosa, sabía exactamente que hacer en esa clase de situación ya que lo había vivido antes, cuando aún era agente.
Me metí rápidamente a la tienda departamental Target. Era enorme y había mucha gente así que no podrían atacarme. Me detuve tranquilamente en un pasillo donde habían 7 personas más y fingí estar buscando cereales.
Como era de esperarse, mi acosador entró al pasillo, y al verme ahí parada, se detuvo.
Era un hombre de unos 30 años, no muy alto y vestido de negro, su cabello era castaño claro y sus ojos eran verdes. Se paró a mi lado y me miró de reojo. Imbecil. Tomé la primera caja de cereal que vi y me alejé rápidamente asegurándome de que me seguía.
Tomé mi teléfono y llamé a Tyler.
-Necesito que envíes a alguien, me están siguiendo-dije en voz baja.
Le dije donde estaba y me dirigí a otro pasillo pero ya no veía al hombre.
Empecé entonces a preocuparme ¿Sería de la banda roja? ¿Pero porqué me buscaría?
Decidí pararme en el pasillo más cercano a la puerta principal, y pude ver a otro hombre parado allí, vestido de la misma manera del que me estaba persiguiendo.
Genial. Era una emboscada. Sentí mi pulso acelerarse, ya me había enfrentado a delincuentes antes, pero estos hombres de seguro estaban armados y yo no.
Miré mi teléfono nuevamente, y pude ver un mensaje de Tyler.
