CAP 22-Una noche juntos

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PUNTO DE VISTA DE

Me moví perezosamente aún con los ojos cerrados, sentía que un enorme oso me tenía acorralada

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Me moví perezosamente aún con los ojos cerrados, sentía que un enorme oso me tenía acorralada. Abrí los ojos lentamente acostumbrándome a la brillante luz que entraba por el enorme ventanal. El oso, era en efecto un Liam muy dormido. Sus brazos me tenían abrazada y mi espalda estaba pegada a su torso desnudo. Sonreí sin poder evitarlo al recordar la noche anterior.

Habíamos ido a dormir después de cenar, Liam a su habitación y yo a la habitación de huéspedes, pero no paso mucho tiempo antes de que decidiéramos dormir juntos.
¿A quién rayos queríamos engañar? Así que después de un beso de buenas noches, caímos ambos en los brazos de Morfeo.

Tomé unos minutos antes de poder deshacerme de su amarre y miré mi teléfono.

Eran las 8:36

8:36. 

Me paré rápidamente haciendo que Liam gruñera y se volviera a acomodar pero no le di tiempo.

-Liam, despierta,¡llegaremos tarde!-
Liam me ignoró espectacularmente y balbuceó unas palabras que no entendí.

Corrí al baño y me di una ducha rápida para volver a ponerme la ropa del día anterior, ya que no tenia más, y volví a la habitación.

Liam me esperaba allí, sentado sonriente sobre la cama, con el cabello despeinado y sus ojos más azules que nunca.

Jesús santísimo.
¿Cómo podía estar tan bueno aún acabando de despertar?

-Buenos días- dijo levantándose y dándome un beso en la mejilla para luego meterse al baño.
Arreglé mi cabello como pude y le escribí a Artemisa para avisarle que llegaríamos tarde.
Liam salió pocos minutos después con el cabello húmedo, uno jeans y una camiseta, se veía de repente más joven y menos estresado.

Nos subimos a su auto en silencio pues no sabíamos que decir.  Yo tenía tantas preguntas en mi cabeza. Quería preguntarle qué éramos, pero no quería sonar infantil. No tenía ninguna experiencia en esto. Liam por su lado se veía relajado, como si esto fuese totalmente normal para él. Me cuestioné entonces  sí a lo largo de su vida se había encontrado en la misma situación con diferentes chicas. Sentí una pequeña presión en el pecho.
¿Existía la posibilidad de que fuese esto solo un juego para él?

No. 

Por supuesto que no. 

Liam me había mostrado una parte de él que no mostraba frente a los demás.
Eso se significaba algo, ¿No?

Mis pensamientos fueron interrumpidos por su mano tomando la mía mientras aún miraba en frente. Esto era real.

Por supuesto que nuestra llegada en dúo no pasó desapercibida por los miembros de la banda, que ya reunidos al rededor de la mesa, nos esperaban.

Liam se paró frente a los planos y unos minutos después empezó a hablar.

Me paré junto a Charlotte y Valerie que me miraban de reojo, curiosas por saber porqué había llegado con Liam al lugar.

Pude también ver al señor Williams, parado un poco más lejos, escuchando como su hijo explicaba de manera imponente y clara los cambios que habrían.

Todo se debía a que el negocio había crecido mucho los últimos meses y Liam había estado preparando su expansión.
Recibimos el anuncio de que, a partir de ese momento, la banda no continuaría en otros países.

Era sin duda un gran paso y era peligroso : al continente le sobraban bandas de narcotráfico e introducirnos al mercado de otros países sería difícil, pero no imposible. Habían conseguido el apoyo de gente importante y contaban con la protección judiciaria necesaria. Yo era parte de esa protección. Conocía la ley de arriba abajo, y también sabía cómo enredarla. No me sentía particularmente orgullosa de utilizar mis conocimientos para algo tan inmoral como el narcotráfico, pero ahora que estaba metida en esto, cómo salir? 

Liam siguió en su discurso y volteé la mirada al señor Williams al sentir sus ojos sobre mí. Me miraba atentamente, observando cada uno de mis movimientos. Sabía que no confiaba en mí, y no lo culpaba. No era la primera vez que policías intentaban integrar bandas para investigar y apresar a los responsables. Le sonreí suavemente y vi cómo hizo señas con su mano de que me acercara.

Me alejé del grupo y seguí al señor Williams al segundo piso un poco extrañada.
¿De qué querría hablar?

Se sentó en uno de los sofás y me invitó a hacer lo mismo para luego prender un cigarrillo. Me ofreció uno que rechacé educadamente. Sabía que era un hombre calculador y que tenía experiencia de sobra en esto de conseguir información, de leer movimientos, miradas, intenciones detrás de palabras confusas. Excepto que al haber sido policía, yo tenía más experiencia que él, y eso era algo que no le gustaba. 

-Hacía tiempo que no la veía- fue lo primero que dijo a modo de saludo- ¿Cómo ha estado? -siempre tenía esa cordialidad de hombre amable. Le gustaba hacer sentir que le importabas, cuando en realidad eran simples técnicas psicológicas para crear cierta confianza traicionera.

-Muy bien ¿usted?- respondí sin fiarme. No era estúpida. Si Williams había pedido hablarme sin que estuviera su hijo presente, no debía ser bueno.

-Muy bien-dijo, e hizo una pequeña pausa para tomar una calada del cigarrillo.- y más ahora que Liam y Sofía pronto se comprometerán... - dijo sin soltar sus ojos de los míos.

La noticia me había sin duda sorprendido, pero era agente y sabía jugar este juego. Sonreí levemente sin que la sonrisa llegara a mi mirada. 

-Que felicidad entonces, les daré mis buenos deseos-dije calmadamente y pude ver cómo su rostro se endurecía.

-Me gustaría que me hiciera un favor, agente.-continuó dejando su cigarrillo aún lado para mirarme detalladamente. Esa frase hubiese podido asustar a cualquier novato, pero no a mí.

Yo solo asentí, esperando la bala.

-Me gustaría que te alejaras de Liam. Como entenderás, este matrimonio es muy importante y sería una pena que por el amorío que hay entre tú y él, todo se desperdicie.-explicó como padre ejemplar.

Lo miré divertida. Esto me parecía ridículo de parte de un hombre como él.

-Me encantaría saber lo que opina su hijo, señor Williams. Pero por favor no se equivoque, yo no tengo nada que ver con las decisiones de Liam. Y para serle sincera, no sé de que amorío habla- respondí de manera provocadora. 

Para mi sorpresa, vi al señor Williams sonreírme calurosamente y relajarse.

-Eres valiente, niña- dijo divertido. Me había estado probando.- El caso es este. Necesito que Liam se case para poder darle el control de la banda y del banco- dijo esta vez más tranquilo.

-¿Porqué?-

-Porque conozco a mi hijo. Liam es un excelente líder, pero también sé que hay probabilidades de que se derrumbe. Nadie llena su vida solo con trabajo. Quiero que se case, que tenga hijos. Quiero que el apellido Williams continué. Sofia es hija de nuestros socios. Sería la manera perfecta de asegurar el futuro de nuestros negocios. -

El señor Williams dijo todo eso sin mirarme, como si lo hubiese dicho más para si mismo que para mí. 

-Es por eso que necesito que se case con Sofía Helson-

Olvídame Cielo  #OLVIDADOS#1Where stories live. Discover now