Una Sombra Mas Bajo La Luna

7. Capítulo.

Me daba igual quien estaba en la puerta, me daba igual que me viera en pijama, con unas pintas impresionantes. Porque, seguido de abrir los ojos, coji las cajas y cerré la puerta de un golpe. Saliendo corriendo, esta vez encendiendo la luz, hasta la cocina para abrir la caja y saborear el primer trozo de mi cena.

El rico sabor era el infierno, una droga no prohibida. Una delicia crujiente con un toque te queso.

Ui, la baba.

El timbre volvió a sonar, pero esta vez, teniendo en cuenta que estaba comiendo, fui tan despacio que seguramente la persona que estaba tocando abría tocado una quince veces. Y no exajero, cuando estoy comiendo, lo único que me importa es comer. Nada de ir andando mientras lo hago, ni nada. Comer.

Abrí la puerta de nuevo. Connor. ¿Que coño?

El playboy de el instituto iba vestido con una camiseta roja que ponía telepizza, una gorra de el mismo color y letras en la cabeza y unos pantalones negros. Horroroso. Le pega mas el estilo machote que suele usar normalmente.

- ¿Que quieres?- le dije mordiendo el ultimo trozo de la pizza.

- Me tienes que pagar.- serio.

- No, perdona pero has venido treinta minutos tarde. Y eso, según tu jefe, significa pizza gratis.- dije subiendo las escaleras para cojer el segundo trozo.

Lo malo, es que no me di cuenta que había dejado la puerta abierta y que connor me seguía por detrás.

- Mentirá, yo he venido bien de tiempo. -

Me senté en la mesa, mientras comía. Connot, se quedo enfrente mio un rato, viendo como yo, iba comiendo la pizza sin pagar.

- ¿Vas a pagar, o que?- dijo después de un rato.

- Has llegado tarde.

- No, has sido tu, que no has abierto la puerta a tiempo.

- Mentiroso. Como se suele decir, los clientes siempre tienen la razón. - dije sonriente cojiendo otro trozo.

De un segundo a otro, me encontré a mi sin mi trozo; el cual me lo había arrebatado el.

- Connor, dame mi pizza.- dije levantandome de el asiento y poniéndome frente a el.

- Ahora te pones gallita.- río.- Pagas y te la doy.

Me cruce de brazos. Estaba enfadada y hambrienta. A una clienta, no se le puede hacer eso. Es una injusticia.

Mire hacia arriba, debido a su altura. Nuestras miradas, estaban en una guerra que no tendria fin. Bueno, si uno pestañea o mira para otro lado, pero da igual. Como decia, unas miradas matadores. Yo, queria mi pizza y no acabaria sin comermela entera.

- ¿Vas a pagar?- me dijo.

-No. Has llegado tarde.

- ¿Vamos a empezar, otra vez?- bufo.

- Yo, solo quiero mi pizza.

- Si la pagas.- respondio rapido.

- Nunca.-

.¿ A no? ¿ Y, si te digo que no te voy a dar la pizza?- sonrio.

La siguiente situacion era la siguiente: Yo, tirada encima de Connor, con las intenciones de cojer mi trozo. En medidas desesperadas, acciones mas desesperadas. Connor, en cambio, estaba agachado para que no alcanzase su mano, la cual estaba estirada hacia el lado contrario, impidiendome llegar a cojer mi queridisimo tesoro. Mi preciosa posesion. Porque es mia.

Mi tripa, gruño. Haciendo que yo, roja de la verguenza, bajara de su espalda. ¿Ahora, justo cuando estoy encima suyo, me tiene que sonar la tripa?¿Enserio mundo? ¿Porque eres tan cruel, con la gente inocente como yo? Solo quiero mi pizza, nada mas. Un misero trozo, para alguien con necesidad de alimentos. Mi tripa ,y el sonido antes sonado, te lo afirma.

- Se ve, que tienes hambre.- dijo. Que inteligente es.

- ¿Enserio?- dije sentandome en el suelo. Si, en el suelo. En ese momento, mi cerebro recordo un dato muy interesante. Mi caja con los demas trozos en la mesa.- Bueno, te puedes llevar la pizza.- dije pensando en que solo se llevaria la que tenia en la mano. Incorrecto. Porque lo que hizo fue, girarse y caminar hacia la mesa, cojer la caja y bajar las escaleras.

!Mierda, mi pizza¡

Me levante, haciendo el esfuerzo de bajar las escaleras de dos en dos para alcanzarle. El, ya ha una distancia de dos habitaciones de mi, estaba abriendo la puerta de casa.

-Connor.- le llame. El giro y en ese momento, sucedio.