4. Capítulo.

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Ya en casa, hice los deberes. Mi madre, llegaba a las siete de la tarde al igual que mi padre, por lo que la casa la tenía sola para mi.

Pensando, había recordado un par de secretos de los idiotas de el baño. Secretos, que poca gente sabia, por no decir solo sus mejores amigos. Caleb, el de Connor y Wyatt el de Hunter. Todos pertenecientes a el equipo de Rugby.

De pronto sonó mi móvil. La lucecita amarilla, me indicaba que era un mensaje de watchapp. Mi madre, seguro.

Coji el móvil de mi mesilla. El signo de el watchapp, aparecía en lo alto de la pantalla. El mensaje era de un numero desconocido. Pues no, al final no había sido mi madre. Curiosa, lo leí.

* Summer, tengo tu zapatito. Si lo quieres, vente mañana a la mañana antes de entrar a clase a los aparcamientos. Te espero allí, preciosa.

Extrañada, mire la foto de el perfil para saber cual de los dos era. Pero mi pregunta, no se contesto. En su foto, estaba el escudo de el equipo de nuestra escuela. Mierda.

*Quiero mi zapato sano y salvo. O sino... Aparte, que quieres a cambio? Un mensaje así, siempre tiene una consecuencia.

Respondí. Esto parecía de película. Cuando unos mafiosos raptan a alguien y mandan una llamada o mensaje a su familia para tener algo a cambio de la liberación.

Seguido, me contestó.

* Este no tiene consecuencia. Tu solo ven. O sino que? Que me hará una enana como tu? Destrozarme la uña? jajajajajajajaja

* Se cosas tuyas que poca gente sabe. Cosas que si las descubriesen la gente, tu popularidad caería. Quieres jugar con fuego?

* No me asustas Summer. Una tía como tu, no sabe nada.

En ese instante, supe quien era. Ese tía, siempre lo decía el mismo.

* Seguro, entonces porque nunca te veo cambiarte en un vestuario Hunter?

* Nos espías en los vestuarios? Eso es caer muy bajo. jajajajajaja

El, parecía querer cortar la tensión haciendo de sus típicas bromas. Pero yo, no iba a parar. Quería mi zapato.

* No, pero soy invisible. Y siempre estoy en la oscuridad para todos.

Después de ese mensaje, Hunter no volvió a contestarme. Sabia a lo que se refería con lo que había dicho. Conocía sus secretos y el de la mayoría de la escuela. No era cruel, porque si lo fuera, ya los habría dicho. Tampoco era cotilla, la gente hablaba de todo y yo me enteraba.

La gente no me veía. Pasaba de mi como si nada

Entonces, hacían de todo delante mio.

Mi madre llego junto a mi padre en el coche. Subieron por las escaleras y abrieron la puerta.

- Estamos en casa.- dijeron ambos juntos.

Cené y cuando terminé, me fui a mi habitación.

No os había explicado como era. La habitación era algo pequeña. Tenia una cama doble pegada a la pared, un escritorio que recorría toda la esquina de la puerta y el armario en la esquina de enfrente de la cama. Las paredes, eran rosas. Siempre he querido cambiarlo por otro color. El rosa, es color de niñas.

Antes de irme a la cama, mire mi móvil, esperando el mensaje de contestación.

* Para todos no. Porque yo y Connor, te hemos visto.

Eso era verdad, ellos me habían visto. Cosa muy extraña acostumbrada a ser invisible. Me daba la espina, de que ahora que me habían visto, todo cambiaría.

Todo sería diferente. No sabia, si ha bien o a mal. Y eso me asustaba.

* Pero no por mucho tiempo, lo veras.

* No lo creo. Siempre que me fijo en algo, no lo dejo de ver de un día para el otro.

* Lo dudo. Porque sois iguales.

* Quienes?

* Tu y Connor.

*Yo, no soy como crees. Soy diferente a como todos dicen.

* No me digas cosas que sabes que no son verdad, Hunter.

* Si quieres te lo demuestro?

* A mi no me tienes que demostrar nada. Se por donde andas.

* No soy lo que crees que soy.

* Y que piensas que creo?

* Que soy gay.

* Se que no lo eres. Cuando te dije a que no te cambiabas enfrente de todos, era por otra cosa. Y lo sabes.

* Y tu como lo sabes?

* Se todo. Es lo bueno de estar en la oscuridad. Todos te ignoran y no se dan cuenta de las cosas que hacen o dicen delante de las que se ignoran.

* Pero porque?

* No lo se. Siempre a sido así. Esa pregunta mas que a mi, os la tendríais que hacer vosotros, no?

* Lo siento.

* Porque?

* Por hacerte creer que eres invisible.

* Porque tu no me ignores, no va a cambiar nada. Encima, estoy bien. Prefiero ser ignorada, antes que la comidilla de todos. No te tienes porque preocupar. Sigueme ignorando y ya. Es lo mejor.

No recibí respuesta, lo que fue mejor. Mi mundo, no podía cambiar. Tenia que seguir siendo ignorada, estaba acostumbrada a ello. No me imaginaba a mi, siendo popular o cualquier otra cosa. Prefería el anonimato. Era mas mi estilo.

Dejando el móvil al lado, apague las luces y me tumbe en la cama. Ya con el pijama de las princesitas puesta; un regalo de mi madre. Cerré los ojos y a continuación todo se puso oscuro.

Una Sombra Mas Bajo La LunaWhere stories live. Discover now