62

412 15 0
                                    

Las historias que empiezan con un “Erase una vez” son demasiado lindas porque todos sabemos que al final terminara con un “vivieron felices para siempre” y por más que quisiera que esa fuera el tipo de historia que contaré no puede ser, porque la vida no es un cuento de hadas, nada es tan hermoso ni tan perfecto.

Fue durante mi primer día en preparatoria cuando lo mire, llevaba la mochila sobre sus hombros y algunos libros en la mano, giro a la izquierda del pasillo y siguió caminando hasta que unos chicos lo empujaron haciendo sus cosas caer al piso.

Quería ayudarlo, mi mente gritaba que lo ayudará pero por alguna razón no me moví, mis pies se quedaron plantados en el suelo viendo como el chico levantaba las cosas sin siquiera alzar la mirada para observar a quienes habían provocado el accidente.

Uno de los chicos se acercó a él, mientras el otro le hizo alzar la cabeza quedando su cara cerca de la entrepierna del primero, ambos dijeron algo y el chico arrodillado volteo la cara, él que lo sujetaba rió y empujó su cabeza hacia enfrente mientras el otro chico se alejaba y ambos caminaron.

La gente había observado todo, murmuraban sobre ello, pero nadie acudía a la ayuda del castaño, esta vez cuando mis pies respondieron y camine hacia el chico una mano me detuvo, « Sí yo fuera tú, no iría» observé a un chico un poco más bajo que yo, y cuando regrese mi mirada al pasillo el castaño ya no estaba.

— Quería ayudarlo— dije regresando mi mirada al chico.

— Mira...— hizo un ademán con la mano y respondí «MoonBin»— Mira Moonbin, ese chico, DongMin no es el más querido de aquí, por muchas razones que poco a poco irás escuchando, así que mejor mantente alejado de él.

No respondí, solo regrese la vista al pasillo.

Dos días después de lo ocurrido volví a observar al castaño, y según Minhyuk — él chico que me había detenido — se llama DongMin, sentado en unas bancas alejadas, parecía tan tranquilo, llevaba audífonos y su cabeza la tenía hacia atrás disfrutando lo que sea que escuchara.

Mis pies inmediatamente se dirigieron hacia él, quedando ha unos pocos centímetros de la banca, noto mi presencia segundos después de que llegara, giro su rostro hacia mi, era demasiado lindo, su piel blanca destacaba pequeñas ojeras debajo de sus párpados.

— ¿Quién eres?— murmuro haciéndome salir de mi trance.

— Moonbin— su mirada se tornó de nuevo confusa — Soy nuevo, entre esta semana a cuarto grado.

Asintió y después se levantó de la banca.

— No te vayas— murmuré y él solo me observó.

— Eres nuevo, entiendo que aún no sepas nada, pero no quiero arruinar tu estadía aquí, así que solo mantente alejado ¿De acuerdo?

Ni siquiera me dejó responder la pregunta, empezó a caminar perdiéndose entre el sendero que conducía a los salones.

Busque a Minhyuk, él sabía que pasaba con DongMin y hasta ahora no había oído nada de él, así que sí quería respuestas Minhyuk me las daría.

— Solo, es una zorra— sus palabras salieran de sus labios como si fueran sinceras— DongMin no es cualquier chico MoonBin, dale dinero y lo tendrás en tu cama.

DongMin no parecía ser así, de pronto sus palabras resonaron en mis oídos «No quiero arruinar tú estadía aquí» no, DongMin no podía ser así.

Saliendo de clases intente buscar su salón, necesitaba hablar con él, que me explicara porque Minhyuk se había referido a él como una zorra, lo encontré mientras caminaba por el pasillo de quinto grado, sus manos tomaban los tirantes de su mochila, justo cuando iba a acercarme unos chicos lo pararon.

Shorts and Drabbles ASTROOù les histoires vivent. Découvrez maintenant